A la hora de hacer un listado con las telenovelas cubanas más populares de todos los tiempos no puede faltar Sol de batey (1985), escrita por Dora Alonso, dirigida por Roberto Garriga, y que contó con las actuaciones de Susana Pérez, Ramoncito Veloz, Verónica Lynn, Armando Tomey, Idelfonso Tamayo, entre otros.
La trama, ambientada en la Cuba de la segunda mitad del siglo XIX, se centraba en la historia de amor entre los jóvenes Rosario (Pérez) y Antonio (Tomey), la cual emergía en un contexto marcado por la esclavitud y la lucha por la independencia.
En dicha producción, una de los actuaciones que más caló dentro de la audiencia fue el de la esclava Tojosa, interpretada de muy buena manera por Luisa María Jiménez, quien se enamoraba de Liberato (Tamayo), un liberto. Ese rol ha marcado tanto la carrera de la actriz oriunda de Trinidad, que muchos se refieren ella mediante el apelativo que le endosaron en aquel gustado audiovisual.
Sin embargo, en un inicio se pensó que otra mujer podría haber defendido a aquella joven que era maltratada constantemente por Doña Teresa (Lynn). Nos referimos a la cantante Argelia Fragoso.
Según reveló ella misma hace poco más de dos años en una entrevista con el carismático presentador Abel Álvarez, su físico cumplía con el patrón que se buscaba para dicho personaje. «Yo estuve propuesta para la Tojosa», declaró, pero en aquel momento tuvo que participar en un evento internacional y no pudo asistir al casting. «Sí pensaron en mí y me hablaron ¿quién sabe si hubiera sido yo la Tojosa?», agregó.
Al hacer un ejercicio rápido de memoria, en el caso de los dramatizados cubanos no muchos cantantes han defendido roles importantes, debido, quizás en buena medida, a las cargadas agendas que estos tienen. La oportunidad para Argelia habría sido inmejorable, pues, si ocupaba el papel y lo desempeñaba de forma correcta, gracias al éxito de esa telenovela quizás su carrera podría haber cambiado y la hubiese llevado a alternar entre una y otra rama del arte.
Si bien todo eso forma parte del terreno de la especulación, lo que sí escapa de las conjeturas es la excelente trayectoria que ha mantenido Fragoso (La Habana, 1957), quien debutó en los escenarios siendo una niña con la Orquesta Aragón. Más tarde empezó a formarse como pianista y luego estudió canto y dirección coral.
En su currículo destacan disímiles participaciones en concursos en la arena internacional y en varios de estos ha recibido galardones: Gran Premio en el Festival de Sochi, Unión Soviética (1975) y ese mismo año fue reconocida en un festival efectuado en Dresde, localidad perteneciente a la antigua República Democrática Alemana; en 1976 sería merecedora del Premio de la Prensa en el Festival de Sopot (Polonia).
Es también la creadora del Encuentro de Voces Populares, un evento que, según comentó a Juventud Rebelde, le propuso al Instituto Cubano de la Música, al cual le planteó la idea «de realizar un viaje a la inversa, de poner mi trabajo y mi conocimiento, adquirido en más de 30 años de carrera ininterrumpida, en función de hacer venir a Cuba a esos grandes intérpretes y artistas en general con los que había compartido».
Con más de 25 discos grabados, Fragoso, conocida también como «La voz de oro de Cuba» y cuya interpretación del tema del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes aún resuena en el recuerdo de muchos, nunca ha dejado de defender la canción como medio de expresión musical.
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