El payaso Sonidito y Monchipío se presentaron en agosto de 2022 en el Centro Cultural Bertolt Brecht. Lo que fue un simple espectáculo para niños no pasa desapercibido si ponemos atención a un hecho: La sombrilla amarilla, programa de televisión donde se popularizó el personaje de Monchi, fue estrenado hace más de 20 años, por tanto, personaje y actor llevan más de dos décadas existiendo, en la misma función.
¿Recuerdas a aquel hombre que traía cartas a Marcolina, al ritmo de la clave cubana? Rodolfo Bocourt Argudín ha perdido su nombre y desde hace mucho tiempo lleva con gusto el del carismático rol.
Sobre este último, el artista dijo en una entrevista: “es la mejor versión de mí. Más alegre, un poco nervioso, intranquilo, yo no soy tan alegre, soy un poco más… reflexivo. De manera social, uno a veces se enfrenta a situaciones, luchando por las cosas cotidianas de la vida, y eso no siempre te pone muy feliz, pero Monchi está exento de todo aquello, se encuentra en los lugares donde hay niños, diversión, teatro, cuentos y canciones”.
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No obstante, en la vida de Rodolfo y en su trayectoria artística ha habido mucho más que esas interpretaciones que lo llevaron a la fama en Cuba.
Su primer acercamiento al mundo del arte llegó por embullo, a la edad de 16 años, en 1985, cuando comenzaba el preuniversitario en Melena del Sur. Luego puso un alto y dio un giro a su vida profesional: se vinculó durante un tiempo a la Defensa Antiaérea en las FAR (DAAFAR), en la especialidad de Técnico en Equipo Especial de Aviación. No obstante, en 1993 retomó su perfil artístico y empezó a formar parte del grupo de teatro Pálpito, en el que permanece hasta la fecha.
Mientras se consagraba como actor de teatro, debutó en la televisión, cuando lo vimos en el emblemático espacio dirigido por Mariela López, La sombrilla amarilla, desde finales de los noventa. Una amiga le comentó sobre la serie y asistió al casting. “En ese entonces era apenas un proyecto, estuvo rodando unos años antes de filmarse como programa. Me presenté a las pruebas en el edificio Focsa, y a finales del año 1999 comencé a trabajar como Monchipío”.
Durante aquellos años, no hubo programa infantil más popular en Cuba que ese que contaba las aventuras de Marcolina y sus amigos. El personaje de Rodolfo se convirtió en uno de los más queridos por los pequeños de casa. No obstante, después de aquella producción, Bocourt no volvió a aparecer en las pantallas con la misma asiduidad.
En lo sucesivo estuvo en Sopa de palabras (2006) y en 2008 dio vida al Hongo Dongo en el programa infantil de la televisión cubana Claro Clarita, por cuya interpretación mereció un premio Caricato.
En la actualidad, se desempeña como profesor de arte teatral de la Universidad Tecnológica de La Habana, CUJAE, donde desarrolla talleres para niños y jóvenes. También está vinculado al grupo de teatro comunitario Cochero azul, ubicado en el municipio Marianao.
Si tuviéramos que mencionar algunas cualidades del actor serían la humildad y la constancia ¿Qué ha habido de constante en su vida y obra? La dedicación hacia su trabajo en dos aristas muy importantes: las presentaciones para el público infantil y la enseñanza.
Bocourt ha sido maestro formador de generaciones de artistas. Como Licenciado en Educación, en la especialidad de Instructor de Arte (Teatro), y graduado de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, ha dicho que una de las actividades que más le apasiona en la vida es “enseñar arte”.
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