Los tiempos evolucionan y, con ellos, las maneras de hacer en todos los sentidos. Un aspecto altamente influenciado por el desarrollo y las tecnologías es la educación. Las formas tradicionales de enseñanza se han desplazado al entorno online (a veces por obligación, como en el contexto de la pandemia), y en esto, algunos han visto un nicho de mercado.
Desde Cubalite te presentamos una iniciativa diferente, cuyo propósito está en conectar a personas que tengan el interés de enseñar con otras que quieran aprender. Todo surgió de la mente creativa de Carlos Lugones, cubano, podcaster, blogger, youtuber… y Santiago Merlo, argentino, profesor, emprendedor, ambos con ideas que se han materializado en Liduco.
Para conocer detalles conversamos con Lugones. “Liduco comienza a incubarse como noción en abril del 2020, cuando Santi Merlo y yo comenzamos a relacionarnos a través de internet. Él tiene una auténtica preocupación por el estado actual de la educación a nivel mundial y estaba buscando a alguien para comenzar a dar los primeros pasos en torno a materializar lo que llamamos ‘la filosofía Liduco’, que no es más que educación libre, descentralizada y que pone al individuo y su emancipación en el centro”.
Aunque la concepción se vino gestando desde aquel tiempo, su lanzamiento oficial ocurrió hace apenas unos días, en noviembre del 2021.
Liduco mezcla las palabras ‘libertad’ (li) y ‘educación’ (duca, duco), explica Carlos. “El individuo debería tener todas las herramientas a mano para aprender lo que quiera, cuando quiera y como quiera, para ser más libre y más feliz. La educación actual viene de la era industrial y no pone al ser humano en el centro; en la escuela; nadie le pregunta a los niños qué quieren aprender o qué les gusta, más bien se les fuerza a pasar por una serie de materias obligatorias a lo largo de su vida y, llegados a la adultez, se dan cuenta de que muchas fueron innecesarias. Liduco no aboga por eliminar la parte positiva de la educación, pero está dando pasos para ayudar a impulsar una educación más libre y centrada en el bienestar de la persona, basada en los intereses del individuo, y no perfilándolo para convertirlo en un ser dócil, obediente y uniforme (como está haciendo la educación hoy), sino en alguien libre, creativo, con ideas propias y al cual se le potencie aquello que ama hacer y en lo que es talentoso de forma natural”.
Si le pidiéramos una definición de su negocio, Lugones rehúye de las etiquetas. “Liduco no es una startup o una plataforma, es un concepto liberador que se está materializando primero de esta forma y, eventualmente, podría llegar al mundo físico en academias e instituciones que sigan nuestra filosofía”.
La opinión de Santiago Merlo la pudimos conocer en este artículo. “Encontré la necesidad de generar un nuevo sistema, distinto al tradicional, cuasi paralelo, en el cual se puedan conjugar el aprendizaje verdadero, el bienestar y la paz como sociedad”, escribió.
Carlos comenta que Liduco propone un modelo donde “no somos quienes (como empresa) producen los cursos, sino los que habilitamos a los profesores la opción de subir sus propios materiales, libremente. Estamos creando el espacio para que sea muy fácil para una persona enseñarle a otra y para que estudiantes y profesores puedan conectar en el espacio virtual y físico. Los cursos estarán disponibles bajo el precio que entienda el profesor, incluso gratis si esa es su decisión, y permitiremos vincular diferentes métodos de pago para que pueda cobrar por la venta de los mismos.
“A quien le atraiga la naturaleza que ocupe tiempo en ella; a quien le atraiga la música, que ocupe tiempo en ella; a quien le atraigan el espacio y sus confines o la tecnología, pues lo mismo”, decía Santiago Merlo en esa entrada de blog, cuyo título es muy sugerente: Estuve 17 años formándome académicamente y me pasó esto…spoiler: Liduco me salvó la vida.
A solo un mes de creado, la acogida ha sido grande, pero Carlos resalta el siguiente hecho: “lo que tenemos no es ni el 1% de lo que viene, pero ya hay varios pasos que pueden dar los usuarios: registrarse, llenar su perfil, promocionar sus clases si es un profesor o descubrir profesores en diferentes materias, si es un estudiante. Además de eso, pueden escribir sus propios blogs para compartir conocimiento con la comunidad”.
En el podcast La mente creativa se presentan las ventajas de Liduco, que son aquellas que implica la educación online: reduce tiempo, mayor comodidad, menos gasto de dinero, poder de decisión.
Por acá te dejamos, entonces, los pasos para comenzar a adentrarte en el mundo de la plataforma.
Para crear tu cuenta solo debes acceder a su sitio web e introducir un correo electrónico y una contraseña. Más adelante debes colocar un código de verificación enviado al correo. Listo, estás dentro.
Lo siguiente es indicar ¿Cuál es tu propósito en Liduco? Puedes seleccionar uno o ambos, entre aprender y enseñar.
Luego tendrás que escoger cuáles temáticas se ajustan a tus intereses: economía, historia, literatura, idiomas, salud y bienestar, arte, programación, derecho, marketing, emprendimientos, psicología, social media, tecnología, ciencias… entre otros.
Una vez dentro, y según los intereses que hayas introducido, te mostrarán cursos disponibles y… a disfrutar.
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