Con calidad para seguir jugando, estos 2 peloteros cubanos son entrenadores en liga de Nicaragua

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Darián González. Foto tomada de La Prensa.

Es más frecuente ver en los cuerpos de dirección de los equipos de béisbol a entrenadores experimentados, que rebasan los 40 años, por eso suele sorprendernos cuando nos encontramos con jugadores que todavía pueden seguir activos en los terrenos de pelota y, en cambio, ocupan puestos de preparadores en conjuntos que intervienen en campeonatos organizados. Esa situación tiene correspondencia con dos atletas cubanos que, perfectamente, a sus respectivas edades, pudieran estar jugando. De hecho, ambos no tendrían muchas complicaciones para ser titulares en la actual Serie Nacional.

Sin embargo, ni Lerys Aguilera ni Darián González residen en la Isla. Actualmente se encuentran en Nicaragua, donde integran los colectivos técnicos de dos equipos que compiten en la quinta edición del Campeonato Nacional Sub 23 “Germán Pomares Ordoñez 2020”, iniciado el 26 de septiembre (debe concluir en la primera quincena de noviembre) con el concurso de 13 selecciones, repartidas en dos llaves.

El villaclareño González, de 31 años, es uno de los coaches de Dantos de Managua, el plantel dirigido por el conocido Stanley Loaisiga y vigente defensor del primer puesto, luego del campeonato conquistado en 2019. Mientras que el holguinero Aguilera, de 35 abriles, funge como entrenador de bateo de los Toros de Chontales, que todavía no posee un título. Tanto Dantos como Toros aparecen en el grupo B.

Por cierto, los otros elencos que han sido campeones son León (2015 y 2018, comandado de nuevo por el exitoso timonel Sandor Guido) y Estelí (2017).

Pero esta no es la primera ocasión en que ambos peloteros antillanos se desempeñan como entrenadores en el béisbol nicaragüense, pues han estado en diferentes años en el Campeonato Nacional Absoluto “Germán Pomares Ordoñez”, segundo en importancia en el país centroamericano.

El primero fue Darián, cuando en 2019 devino uno de los preparadores del mentor Sandy Moreno con los Indios del Bóer, después de su primera temporada con la tribu (2018-2019) en la liga profesional. Por su parte, Lerys llegó a finales de 2019 a territorio pinolero y poco tiempo después fue anunciado como entrenador de bateo de los Toros de Chontales para la temporada que comenzó el 31 de enero.

Por si usted se lo pregunta, ninguno de los dos cubanos ha jugado en el Nacional Absoluto Germán Pomares, pues ese torneo acepta solamente la inclusión de un atleta extranjero nacionalizado por equipo, condición que no tienen ni el holguinero ni el villaclareño. Aunque ellos ahora estén en funciones de entrenadores, eso no se traduce como el fin de sus carreras, solo que están aprovechando esta oportunidad laboral en un año bien complejo para conseguir acuerdos profesionales, con ligas suspendidas, calendarios reducidos o disminución de la cantidad de foráneos en algunos clubes.

Curiosamente, el debut de ambos en el béisbol rentado ocurrió en Nicaragua, con los Indios del Bóer, después de agónicas experiencias en República Dominicana a la espera de contratos que parecían irrealizables. Vivieron el desespero, la impotencia, el caos, la mediocridad y los pésimos manejos de personas que exigían firmas millonarias a toda costa, sin interesarles el bienestar y la opinión del atleta. Como ellos, muchos cubanos han estado y están en Dominicana.

El primero en jugar fue el inicialista Aguilera (once Series Nacionales), durante la contienda 2017-2018, en la que coincidió en la tribu con el holguinero Maikel Cáceres, el villaclareño Diosdani Castillo y el guantanamero-matancero Dayner Moreira. Al cierre de la fase clasificatoria era uno de los mejores bateadores del campeonato, con average superior a .320. Después de esa actuación, se ganó un puesto en 2018 en la novena Nuova Citta Nettuno, de la división élite italiana.

En el caso de González, jugador de cuadro de seis Series Nacionales, sus dos únicas campañas profesionales han sido con los Indios, primero en 2018-2019 como sustituto del cienfueguero Erisbel Arruebarrena, y luego en la siguiente. Compartió club con Cáceres, el habanero Víctor Muñoz y el holguinero Yunior Paumier.

En ambas ediciones, su mayor virtud fue la defensa del campo corto, pues ofensivamente enseñó números muy pobres: average de .194, 26 imparables, 23 anotadas, cinco tubeyes, 14 impulsadas, 15 boletos y 10 ponches. En la contienda pasada fue dado de baja el 3 de diciembre por su pálido rendimiento al bate, y a inicios de 2019, en calidad de refuerzo, fue campeón con los Leones de León en la Serie Latinoamericana, efectuada en México, donde bateó .308, con cuatro hits y un doble.

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D.L.R.

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