El sueño de Ermidelio Urrutia se fue al garete

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Ermidelio junto a su hijo Henry Urrutia. Foto tomada de Puro béisbol.

A finales de febrero de este año, Henry Urrutia, entre los cinco mejores bateadores de Las Tunas en lo que va de siglo XXI, publicó en su perfil de Facebook el siguiente comentario: “no puedo describir lo feliz que estoy por ti, papi. Dios permita que te vaya bien en esta nueva oportunidad”. Henry se refería al anuncio de Ermidelio Urrutia como manager del conjunto Saraperos Todos por Saltillo –sucursal de los Saraperos de Saltillo de la Liga Mexicana–, el cual se prestaba a debutar en la próxima temporada de la Liga del Norte de Coahuila.

La Liga del Norte de Coahuila está entre las competiciones que vieron afectadas sus comienzos a causa del nuevo coronavirus. Debió iniciar el 29 de marzo, pero la situación sanitaria a nivel mundial obligó varias veces a posponerlo: primero para junio, después para julio y por último para agosto. Hasta que varios días atrás ocurrió lo inevitable: Armando Ruiz Rábago, presidente de la competición, determinó la cancelación de la temporada 2020, por lo que se fue al garete la ilusión de Ermidelio de estrenarse como mentor en suelo azteca.

Desde hace un tiempo él visita México, país en el que su hijo Henry, quien jugó en las Mayores con Orioles de Baltimore, ha cosechado importantes desempeños en el circuito más prestigioso. Pero 2020 fue el año señalado para que un elenco de ese país pudiera disponer de toda su experiencia en Cuba como jugador y director. Ninguno mejor que los Saraperos de Saltillo, el equipo de su hijo.

Ermidelio se integró al cuerpo técnico de La Nave Verde con el propósito de desarrollar a los jóvenes talentos. En una entrevista a un medio local declaró que se sumaba a los jóvenes “porque son el futuro, los veo y tienen algunas dificultades, pero no es algo que no se pueda limar (…), vengo a aportar todo lo que sé y también a aprender”.

De no haberse suspendido también la Liga Mexicana, además de haber coincidido con Henry en los Saraperos, Urrutia hubiera estado acompañado de otros dos tuneros que jugaron bajo sus órdenes en la Serie Nacional: Joan Carlos Pedroso (entrenador de bateo) y Carlos Juan Viera (lanzador contratado mediante la Federación Cubana).

Igualmente en el equipo grande estarían el as del pitcheo granmense, Lázaro Blanco, y el utility habanero Yosuán Hernández, mientras que Ermidelio iba a dirigir en la Liga del Norte de Coahuila al capitalino José Carlos Griffin, único antillano en su plantel y uno de los que estaría en ese campeonato, junto al villaclareño Juan Yasel Serrano y el holguinero José Carlos Thompson.

“La historia del pelotero cubano en México es muy larga, hay una cantera muy buena en Cuba que toma a los peloteros desde los seis años y eso ha ayudado mucho a que se adapten rápido al béisbol mexicano y al de Estados Unidos, es muy poco lo que hay que pulir”, aseguró y añadió sobre su hijo que no hay que pedirle mucho, al ser un atleta entregado desde niño.

Saraperos Todos por Saltillo es un elenco privilegiado por contar, en la que iba a ser su primera temporada, con un timonel de sobrada experiencia como el cubano de 57 años. En sus participaciones en la Serie Nacional, Las Tunas ha sido dirigida por 15 entrenadores y Ermidelio es el de más ediciones, con siete –cuatro de 2006 a 2010 y tres de 2014 a 2017-, seguido por Pablo Civil (cinco) y Arnaldo Raxach, Rolando Ponce de León y Ángel Sosa, todos con cuatro.

El campeón olímpico en Barcelona 1992 e integrante de la selección nacional durante ocho años aproximadamente, obtuvo un sexto escaño como mejor resultado, en la campaña 2015-2016. En sus siete contiendas al frente de los Leñadores reunió 269 victorias y 267 derrotas y participó en par de play off.

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D.L.R.

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