El 30 septiembre de 2018 aparecía en el canal de YouTube Zamirviolín “Mi primer video a violín”, publicación que tuvo un bajo alcance. En el audiovisual veíamos a un joven tocando su versión de Cold Water, de Justin Bieber. A priori podría pensarse que era otro de los tantos canales creados por estudiantes para subir sus prácticas, sobre todo con un instrumento con el cual son comunes las versiones de varios temas en las redes.
Nadie imaginaba en ese entonces, que hace apenas unos meses, artistas de talla internacional como Daddy Yankee formaran parte de una lista de “cantantes que han compartido los covers hechos por Zamir”. Zion y Lennox, Gente de Zona, Becky G y recientemente J Balvin y Carlos Vives han colocado en sus perfiles oficiales los temas del joven.
Luego de ese reconocimiento, el alcance de los videos, como era de suponer, ha ido creciendo. Su versión de Que tire pa`lante tiene, en el perfil de Instagram de Daddy Yankee, más de un millón de reproducciones.
En días pasados el propio Zamir se sorprendía luego de que un tema suyo fuera compartido por el youtuber German Garmendia y en solo una tarde alcanzara cerca de mil nuevos seguidores en su perfil de la red social Instagram.
En pleno auge de su carrera, conversamos con Zamir Muñoz Hernández, aquel niño que en tercer grado estudiaba en el Conservatorio Guillermo Tomás, en el habanero municipio de Guanabacoa, mientras vivía en el Cotorro.
De esa etapa, la que cataloga como difícil, recuerda: “me despertaba de madrugada todos los días para poder llegar temprano a la escuela. A veces ni tenía tiempo de hacer la tarea, trataba de adelantar todo lo posible en el aula, llegaba a casa de noche”.
Luego empezó el décimo grado en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y ahí tampoco fue fácil. “Me gradué, a pesar de estudiar una carrera de mucho sacrificio”. Durante su período como alumno de esa institución formó parte de la orquesta que acompañó a la cantante Olga Tañón en Cuba.
Su inclinación por la producción musical llegó también en los tiempos en que estudiaba allí. “Me encantaba hacer mis propios backgrounds y me ponía a tocar violín encima de ellos”. Es aquí también cuando soñaba, junto a su amigo Frank, con crear su propio proyecto.
“Todo lo hacía encerrado en mi cuarto. Mi mamá siempre me decía que debía compartir con el mundo toda esa música que yo creaba y me lo propuse, pero nunca imaginé que tuviera tanto éxito”.
Recuerda que sus primeros covers fueron de reguetón: canciones de Osmany García, El Chacal, Divan, Alex Duvall, Chocolate, Jacob Forever, Yomil y el Dany, Lenier Mesa, quienes recompensaron su esfuerzo y aplaudieron su talento.
Lenier fue más allá y, además de reconocerlo, lo integró a su banda. Esta relación surgió luego de la versión de Me extrañarás. “Esta canción significa mucho para mí. Fue el tema que me colocó dentro del movimiento urbano y la farándula cubana”.
La historia anterior puede resumirse así: Zamir versiona, a violín, Me extrañarás, de Lenier Mesa y Álvaro Torres. Lo envía a los artistas, sin esperanza de retroalimentación. Ambos músicos comparten el video. Lenier lo invita a uno de sus conciertos. A partir de entonces, Zamir forma parte de su banda.
“Es difícil que un artista de nivel vea una publicación de uno de sus fanáticos. A diario reciben miles y miles de mensajes. Estoy súper emocionado con el resultado que han tenido mis videos, pues muchas estrellas han visto y compartido mis versiones a violín en sus redes sociales”. Lograr eso tiene mucho mérito y lleva una coordinación detrás. “Siempre estoy atento a las nuevas producciones de los grandes artistas y a la aceptación que tienen en su público cada una de las canciones. Al día grabo tres o cuatro y las tengo preparadas”.
Confía en el poder y la influencia de las redes sociales: ha hecho versiones de temas pegados de Bad Bunny como Callaíta y ha usado un mono rojo y un bigote al estilo de Dalí para interpretar el Bella Ciao. Está atento a las estadísticas y a las métricas y, por ello, espera el momento correcto para subirlas. Luego alienta a sus seguidores a compartir y mencionar a los artistas. Mientras más se difunda, más probabilidades de visualización tendrá.
…pero Zamir no está solo, junto a otro violinista (Frank Javier) y un DJ (Samuel Arencibia), conforman Vioelectro, donde fusionan ese instrumento con la música electrónica y cubana. Esto último, reconoce el joven, es lo que lo distingue del resto de artistas que hacen covers en las redes sociales. “Son muy buenos, cada uno tiene su estilo. Es importante que cada artista tenga su sello. El mío se basa en ese sabor y esa manera peculiar de disfrutar la música que tenemos todos los cubanos”.
Zamir, director de Vioelectro, ha llevado el proyecto a la última edición del Festival Eyeife en Fábrica de Arte Cubano e incluso, está nominado en los premios de la popularidad de Cuerda Viva.
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