Hay películas, canciones, videojuegos o series de televisión que resultan no tener tanto éxito en sus países de origen, pero que, por increíble que parezca, logran tener un impacto cultural enorme fuera de sus fronteras y terminan siendo “adoptados” por otras naciones para el resto de la vida.
Así sucedió con el anime anime Chōdenji Machine Voltes V, creado por Toei Animation y Nippon Sunrise y emitido en la cadena japonesa, TV Asahi, entre el 4 de junio de 1977 y el 25 de marzo de 1978. Y no es que sea un total desconocido en su “patria”, pero lo cierto es que allí jamás ha sido un competidor a la altura de otros clásicos como Mazinger Z, Gundam o Neon Genesis Evangelion.
Sin embargo, Voltus V, como lo conocimos en Cuba cuando fue estrenado en formato película en 1982, se convirtió en un producto de culto no solo entre el público de la mayor de las Antillas, pues también sumó millones de fans en naciones como Indonesia o Filipinas, y fue precisamente en esta última en donde se hizo realidad un sueño que se mantuvo durante décadas en incubación.
Después de años de planificar un proyecto que llevara a la acción real las aventuras del enorme robot que, tripulado por cinco jóvenes intrépidos, salvaba a la Tierra de la invasión alienígena proveniente del planeta Balzán, finalmente el 8 de mayo pasado llegó a la televisión filipina el primer episodio de Voltus V: Legacy, serie que adapta el famoso anime a lo largo de 80 capítulos.
El show, cuyo desarrollo fue retrasado debido a la pandemia del Covid-19, estuvo producido por GMA Entertainment Group, compañía que obtuvo los derechos a través de Telesuccess Productions, dueña de la licencia de Toei Company en aquella nación del sur de Asia. El costo final fue de 18 millones de dólares, lo cual lo hace el más caro hecho alguna vez por GMA y posiblemente por cualquier otra compañía audiovisual de ese territorio.
Hasta la fecha, han sido emitidos cinco episodios, a razón de uno diario de lunes a viernes, y hay que decir que valió la pena cada segundo de espera por la llegada del nuevo Voltus V.
Lo primero que salta a la vista es la excelente factura y cinematografía que lograron crear el director Mark A. Reyes V (pura casualidad lo del nombre), y la compañía Riot Inc., encargada de la postproducción y los efectos visuales, todo ello bajo la supervisión de Toei, que veló por el resultado de Legacy.
Por supuesto que lo que más llama la atención es el robot y los enormes enemigos que le toca enfrentar. Pero Voltus V se ve de maravillas, incluso antes de que aparezca como tal, pues al observar los trajes de Esteban/Steven (Miguel Tanfelix), Bert/Berto (Matt Lozano), Juanito/Pequeño Jon (Raphael Landicho), Marcos/Mark (Radson Flores) y Jamie (Ysabel Ortega), ya sabemos que la cosa fue en serio.
Luego aparecen las cinco naves que lo componen, en una secuencia de acción que nada tiene que envidiarle a las de muchos filmes de alto presupuesto. Cuando llega el momento de la transformación, se ponen los pelos de punta con solo escuchar el tema Voltes V no Uta —esta vez en la voz de Julie Anne San José— y ver cómo va apareciendo poco a poco el coloso mecánico que conocimos en versión “de palo” hace varias décadas.
El resultado final, o sea, la imagen del gran protagonista de la historia, una vez armado y listo para la pelea contra su primer rival, nombrado Dokugaga, es una visión extraordinaria. El escenario y los contendientes parecen de lujo y todo el panorama hace que las trifulcas entre Megazords y villanos, que antes vimos en series como Power Rangers, parezcan lo que básicamente son: un par de sujetos disfrazados, haciendo como que pelean en una maqueta de baja factura.
Igualmente se notan grandes aciertos en la dirección de arte y la elección del elenco, que incluye además a Carla Abellana como Mary Anne Armstrong, Miguel del Rosario (Príncipe Zardoz), Liezel López (Zandra), Gabby Eigenmann (Comandante Robinson), Albert Martínez (Dr. Richard Smith), Carlo González (Draco) y Christian Vasquez (Zambazil/Zambojil). Claramente el nivel actoral no es lo que más destaca, pero cada quien cumple con su rol de forma eficiente y el parecido con el animado es tal, que no molesta ver alguna que otra interpretación un tanto “regular”.
Desde el punto de vista narrativo, salta a la vista el hecho de que, si bien la esencia del relato se mantiene, los guionistas decidieron alterar el orden en que nos presentan los sucesos para contarnos detalles importantes de la trama, antes de que la acción avance demasiado en el sentido de los capítulos genéricos de batallas entre Voltus V y las bestias invasoras.
De esta manera, el episodio de apertura es bastante similar al del anime, pero en lo adelante tenemos varios en flashback, en donde se nos cuenta cómo el balzano Hrothgar llegó a nuestro mundo y se convirtió en Ned Armstrong, científico que ideó la creación de Voltus con el fin de preparar al planeta para la nada amistosa llegada de sus parientes astados.
También en torno al argumento, se aprecia un interés de los escritores por ahondar más en los conflictos y los personajes, de manera que esto sea algo más que un remake con “gráficos altos” y pueda ser apreciado también como un relato medianamente jugoso en otros niveles. Sin dudas, la forma en que presentan el hecho de que Juanito, aún niño, se vea convertido en parte activa del conflicto de marras, es uno de los momentos más interesantes y mejor tratados hasta ahora.
Otro elemento notable está en cómo los creadores buscaron dar sentido a cuestiones que siempre se vieron raras en el anime, como esa manía que tienen los japoneses de gritar en voz alta lo que harán antes de ejecutarlo. En este caso, explicaron que los controles del robot se activan por voz, lo cual da sentido a los “anuncios” que hacen los pilotos antes de usar algún armamento como el bumerán, los cohetes, los shuriken y, por supuesto, la célebre espada láser, con la cual dan el golpe final a sus enemigos.
La música es otro factor que fue muy respetado, pues se hicieron versiones nuevas del conocido tema de apertura/transformación y el de cierre (Chichi wo Motomete). Además, los tres segmentos fueron recreados con gran exactitud en el live action, lo cual habla no solo del alto compromiso, sino también del cariño entrañable que sienten estos creadores hacia el material de base, con el cual posiblemente crecieron muchos de ellos.
Ahora, sin dejar que la nostalgia y el amor por esta historia nos cieguen, es justo reconocer que Voltus V: Legacy no es, ni de cerca, una de las joyas televisivas de la temporada, ni tampoco el bodrio infumable que han resultado ser otras adaptaciones, sobre todo japonesas o estadounidenses, del animado a la acción real. Sí cumple brillantemente como homenaje al show original y, a la vez, expande y profundiza en elementos del mismo que hace casi medio siglo fueron tratados muy superficialmente.
Si usted desea ver una serie de ciencia ficción de calidad superior, este no es el lugar. Si, por otro lado, lo que busca es un viaje nostálgico, esta nueva versión de aquel anime que marcó su juventud seguramente se lo ofrezca.
0 Comentarios