El nombre de Elio Quiñones Herrera le dice bien poco a los seguidores de la pelota cubana. Pero este beisbolista de 37 años tiene un mérito que nadie puede retirarle, el de ser el único antillano que, al menos en la última década, ha representado a la selección nacional de Chile en competiciones foráneas.
Pronto, el nacido en Güines volverá a competir por el país donde reside desde 2008. Será en la III Copa del Caribe, programada entre el 8 y el 15 de mayo en Curazao, donde el conjunto chileno, con el pinareño José Ariel Contreras como entrenador de pitcheo, participará en el Grupo de Desarrollo, junto a Perú, Haití e Islas Vírgenes de los Estados Unidos. En la llave principal estarán Cuba, República Dominicana, Panamá, Puerto Rico y la nación organizadora.
Para conocer acerca de Elio, quien hasta los 14 se crio en Melena del Sur, municipio de Mayabeque, Cubalite contactó con él y al instante aceptó ofrecer la entrevista.
Debido a que sus padres trabajaban en La Habana, se mudó con ellos a Guanabo, al este de la capital. En las categorías menores coincidió con Stayler Hernández, Wilfredo Aroche y otros peloteros, y recibió la oportunidad de ingresar en la EIDE pero no se incorporó.
No jugó más pelota hasta que terminó la enseñanza preuniversitaria y participó en la Serie Provincial habanera durante tres temporadas con el equipo del Cotorro, aprendiendo de la experiencia de Luis Alberto “El Queso” González y William Bustamante y del talento de Yosmani Guerra. También permaneció un año en la Academia Provincial con el conjunto sucursal de Metropolitanos en la Liga de Desarrollo, bajo la preparación del desaparecido entrenador de pitcheo Héctor Camejo.
“Después de esos años con el Cotorro, me dediqué a la música, me gustaba mucho, al punto de ocupar un primer plano en mi vida. Yo era vocalista y tuve la dicha de que mi grupo, Este Habana, se incluyera en un momento en el top ten de Cuba con una canción, Riki Riki. Ese tema nos permitió viajar por toda Cuba con Arnaldo y su Talismán y para el deporte apenas tenía tiempo. Entonces un empresario chileno viajó a la Isla y nos hizo un contrato de trabajo. Salí en 2008”.
A Chile llegó con la intención de continuar desarrollando su carrera musical y no pensó jamás en retomar el béisbol. Vivía en la ciudad de Arica, de clima un tanto tropical, y un día unos amigos lo invitaron a jugar pelota, algo que lo sorprendió muchísimo, al ser esa nación muy apasionada por el fútbol, más que todo.
Comenzó jugando partidos amistosos los fines de semana, hasta que le propusieron insertarse en una liga organizada, afiliada a la Federación Chilena de Béisbol. Después de un tiempo alejado del deporte que practicó en diferentes niveles en Cuba, poco a poco le fue cogiendo el ritmo nuevamente y su nombre empezó a sonar.
Ian Sommerville, actual manager de la selección nacional, en ese entonces era una suerte de scout, y en un recorrido por Arica buscando talentos, encontró a Elio y le gustó lo que vio luego de hacerle algunas pruebas. Aún no tenía la nacionalidad, pero el estratega más adelante lo invitó a una base de entrenamiento con la preselección de ese país en Antofagasta.
En 2018 recibió la ciudadanía y ese propio año debutó con el equipo nacional chileno en el Campeonato Sudamericano de Buenos Aires, Argentina, donde obtuvo su plantel un histórico tercer lugar.
“He lanzado con la selección, pero generalmente me desempeño como jardinero. En ese Sudamericano participé en seis de siete partidos y, si mal no recuerdo, bateé seis imparables en 27 oportunidades, pero me destaqué por ser un bateador oportuno, con siete impulsadas. Me permitió ese torneo comprobar el nivel de la pelota en el área, con elencos de Bolivia, Argentina y Brasil”.
Además de en ese certamen, también ha defendido la bandera de su país de residencia en una gira preparatoria en Argentina y en un tope en Lima, Perú, en 2020. Próximamente Quiñones debe estar con su conjunto en la Copa del Caribe, en Curazao, lo que, indiscutiblemente, será el evento de mayor calidad que haya enfrentado.
“Será un torneo de primer nivel y los equipos seguramente se están preparando con muchas ganas. En mi caso no he parado de entrenar, me siento en excelente forma deportiva, trabajando en la fuerza en el gimnasio, de ahí que pienso integrar el roster sin muchos problemas y competir en Curazao. También me siento muy contento, como cubano, de tener en el team a un extraclase como Contreras. Su experiencia será fundamental en las aspiraciones nuestras.
“Del béisbol en Chile no se puede vivir, no existe ninguna liga profesional. Al ser seleccionado chileno, te permiten en tu trabajo incorporarte cada vez que te convoquen a representar al país. Necesariamente debes tener un trabajo para poder vivir, en mi caso soy instructor de gimnasio, pues en Cuba empecé a estudiar Cultura Física”, concluyó el mayabequense devenido habanero.
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