El pelotero cubano Yasiel Puig tuvo un debut espectacular con los Kiwoom Heroes en la temporada 2025 de la más fuerte liga de béisbol coreana (KBO), en su primer partido en ese circuito desde finales de 2022, al marcharse de 3-2, con un cuadrangular.
En dicho encuentro, donde el cienfueguero demostró que mantiene intacta su calidad ofensiva, le sacó la pelota del estadio al relevista Lee Ho-Sung, del conjunto Samsung Lions, en el Daegu Samsung Lions Park. El «Caballo Salvaje» también anotó dos carreras, impulsó otras dos y recibió un boleto.
Mientras celebra su exitoso regreso al béisbol coreano, el sureño aprovechó para expresar su deseo de regresar a las Grandes Ligas, compartiendo un mensaje en su cuenta de la red social X: «Ojalá algún día MLB me pueda abrir las oportunidades como se las han abierto a otros que sí han suspendido», escribió el ex jugador de Dodgers, Reds e Indians.
El cubano, quien ha establecido un rendimiento consistente en el béisbol asiático, defendió su trayectoria señalando que «jamás me suspendieron por motivos fuera del terreno» y manifestó su esperanza de que «se haga justicia algún día», reafirmando su determinación con un contundente «nunca me rendiré».
La actuación de Puig en su debut confirma que aún posee elementos del potencial que lo llevó a ser una de las figuras más llamativas del béisbol de Grandes Ligas durante su paso por tres franquicias de la mejor pelota rentada del planeta, a la cual no ha vuelto a regresar desde 2019, cuando disputó 149 choques con los elencos de Cincinnati y Cleveland. En dicho curso dejó línea ofensiva (AVE/OBP/SLG) de .267/.327/.458 y conectó 24 bambinazos, 30 tubeyes, dos triples y remolcó 84 carreras.
Durante su etapa en MLB, Yasiel fue una figura bastante controversial, generando tanto admiración por su talento explosivo como críticas por su comportamiento dentro y fuera del terreno. El jardinero, apodado «Wild Horse» (Caballo Salvaje) por Vin Scully, protagonizó diversos incidentes que incluyeron celebraciones consideradas excesivas, enfrentamientos con jugadores rivales y entrenadores, llegadas tardías a los entrenamientos y desafíos a la autoridad de sus managers, particularmente durante su tiempo con los Dodgers de Los Ángeles.
La controversia que rodeó a Puig se extendió más allá del diamante. Su estilo de juego apasionado y sus demostraciones emotivas, como los característicos «bat flips» después de conectar jonrones, dividieron opiniones entre los puristas del béisbol y los fanáticos que apreciaban su carisma y energía. Además, su relación tensa con algunos medios de comunicación, sus declaraciones francas y directas, y varios incidentes fuera del terreno, incluyendo altercados en clubes nocturnos y problemas de tránsito, contribuyeron a crear una imagen compleja que, si bien atraía a muchos aficionados, también generaba críticas constantes de sectores más tradicionales del béisbol.
Tras su salida del sistema del Big Show, el outfielder ha llevado sus servicios hacia la pelota coreana, mexicana, dominicana y venezolana.
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