En estos momentos de incertidumbre sobre el futuro de la dirección de Industriales, un nuevo nombre sale a la palestra. No sabemos por cuánto tiempo estará Rey Vicente Anglada al frente del equipo de béisbol de La Habana. Por tanto, no es descabellado pensar desde ahora en quién será el encargado de sustituir al manager tres veces campeón cuando decida parar.
Peloteros insignias como Carlos Tabares, Lázaro de la Torre, Antonio Scull o hasta el recién retirado Alexander Malleta han estado presente en los pensamientos de los aficionados, que anhelan verlos comandar la nave azul en algún momento. Pero quizás el mejotr ubicado en esta lista de expeloteros que sueñan con liderar a los Leones sea el más joven de ellos.
El 26 de febrero Rudy Reyes, durante 22 temporadas integrante de Industriales y Metropolitanos, coronó un rendimiento admirable en su debut como mentor en un campeonato organizado, tras guiar al elenco de su municipio Arroyo Naranjo al cetro de la Serie Provincial.
Rudy demoró menos de un mes en ocupar la función de director, desde que Industriales concluyera su tránsito por la segunda fase de la Serie Nacional. No creyó en lo que indica el sentido común y cambió el descanso que supone el retiro del deporte por una manera menos activa de continuar en los terrenos de béisbol.
El número 10 de los Azules no solo ganó en su primera oportunidad como director, sino que, detrás de ese triunfo existieron varias huellas que engrandecen lo logrado por el ídolo de Párraga. En los 19 partidos que jugó su tropa entre la fase clasificatoria y la postemporada, solamente perdieron en una ocasión.
En la semifinal arrollaron en dos encuentros al fuerte elenco de San Miguel del Padrón —dirigido por otra gloria del béisbol habanero, Antonio Scull— y en la disputa por el título se plantaron como bravos retadores ante los monarcas de Diez de Octubre, elenco que igualmente fue aniquilado en par de encuentros y que soportó el castigo de los refuerzos Yamil Rivalta y Yoasán Guillén.
Después de finalizado el campeonato provincial habanero, manchado por la suspensión de varios encuentros, una de las moralejas que quedaron sobre el terreno es que Rudy Reyes es un hombre nacido para el béisbol y apto para enfrentar compromisos que impliquen responsabilidad.
Son días en que el futuro del alto mando de los Leones camina sobre un mar de incertidumbre. Sin embargo, el nombre del Yuyo, tras tamaña demostración desde la banca, se presenta como una opción más para estar al frente del equipo con más seguidores y detractores del país. Una opción para seguir de cerca, cuidadosamente, pues se trata de un estratega que solo posee los conocimientos adquiridos durante sus años como pelotero.
Claramente le falta adquirir muchas habilidades de un puesto que demanda disciplina y ejemplo. Ser director, como todos saben, implica estar en el punto de mira de casi todo un país. Por eso es bueno que Rudy siga aprendiendo y, si en definitiva Anglada continúa con Industriales como parece ser, qué mejor ejercicio de aprendizaje que pertenecer al cuerpo técnico del Rey León y nutrirse de su experiencia. Sería una brillante chance para Reyes, quien declaró estar dispuesto a ayudar al conjunto que lo encumbró.
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