Para cualquier deportista constituye sumo privilegio que tantos años de sacrificio y entrega en pos de una causa sean recompensados con el exaltamiento a un Salón de la Fama, templo que acoge a los mejores en sus especialidades. Dentro de poco, un integrante de la legendaria Aplanadora santiaguera, generación de magníficos jugadores, que escribió una parte notable de la historia de la Serie Nacional de béisbol en Cuba, tendrá ese merecido honor por lo mucho que aportó a un equipo.
Leídas las últimas palabras, parecería que el pelotero en cuestión será promovido por su contribución al conjunto de Santiago de Cuba, pero no es el caso, aunque méritos le sobran. Rolando Meriño Betancourt también extendió calidad y conocimientos a un club del Viejo Continente durante cuatro años, por lo que sus resultados y dedicación como atleta y entrenador allí, serán reconocidos próximamente.
Meriño será uno de los peloteros incluidos en el Salón de la Fama de los Templarios de Sénart, durante la Copa de Europa (CEB Cup), prevista del 13 al 17 de julio en Sénart. La historia de él en este elenco es bien atractiva y a continuación te contaremos un extracto.
Un tiempo después de concluir su temporada 22 en la pelota cubana -su última, por cierto-, el otrora exponente de las Avispas indómitas partió hacia Francia y no tardó en representar a los Templarios, uno de los conjuntos que animan la Primera División del béisbol galo.
Su llegada sucedió en 2013, precisamente en la cuarta jornada del campeonato, en la noche del sábado 20 de abril, contra Pôle France. Días antes de su incorporación al plantel dirigido por Jamel Boutagra, una publicación especializada en pelota europea afirmó que Rolando tenía el palmarés más imponente entre todos los jugadores que habían pasado por ese circuito.
En ese primer año terminó con promedio ofensivo de .350, además de 41 imparables, 21 anotadas, cuatro dobles, par de triples, dos jonrones, 31 impulsadas y seis bases robadas. En el Challenge de Francia participó en cuatro encuentros y su madero resaltó, al batear .647 (once hits, dos tubeyes y seis remolcadas).
Luego de finalizada esa campaña, el manager Boutagra decidió renunciar a su puesto por motivos familiares y profesionales, y su sustituto fue el santiaguero.
En 2014, el receptor holguinero Ernesto Martínez —del equipo campeón en 2002 en la Serie Nacional—, militante de los Templarios, contribuyó a que se unieran al club galo el lanzador granmense Ciro Silvino Licea y el utility de la Ciudad de los Parques, Raudelín Legrá. La llegada de ellos significó mucho para conseguir algo sin precedentes en la historia de la entidad.
Con Meriño como director y jugador, junto a los servicios de Legrá, Licea, Martínez y otros atletas claves, el representativo de Sénart conquistó su primer título en la división élite, e inconforme con ese gran resultado, fue por el doblete y lo obtuvo, tras ganar el Challenge nacional.
Tan convincente fue la demostración de Rolando como timonel, que se incluyó entre los finalistas del premio a Entrenador del Año de la Asociación Europea de Entrenadores de Béisbol (EBCA, según sus siglas en inglés).
El exintegrante de la selección nacional cubana intervino en la liga francesa con los Templarios durante cuatro contiendas, de 2013 a 2016, y su average quedó en .348, con 161 indiscutibles, 95 anotadas, 34 dobles, cuatro triples, tres cuadrangulares, 104 impulsadas, 56 boletos, 38 ponches y 33 bases robadas.
También en representación de ese equipo concursó en dos Copas Europeas: Brno, República Checa 2014 (.250) y Rotterdam, Holanda 2015 (.450).
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