Durante casi diez juegos seguidos, estuve pendiente del rendimiento del pelotero granmense Roel Santos en la Liga Mexicana de verano. El granmense, poco a poco, partido tras partido, alimentaba cada vez más la posibilidad de igualar uno de los récords más complejos de alcanzar en cualquier béisbol: el de más choques consecutivos bateando al menos un imparable, hazaña que en la Serie Nacional cubana pertenece al patrullero santiaguero Rey Isaac, quien estuvo 37 desafíos marcando la cruz entre el 6 de noviembre y el 17 de diciembre de 1994.
Sin embargo, todo lo que empieza, acaba. Es ley de vida y se aplica para todo. Fue así entonces que Roel dejó su marca en 18 juegos sucesivos con al menos un incogible, desde su debut con los Olmecas de Tabasco el 21 de junio ante los Generales de Durango y hasta el 14 de julio frente a los Rieleros de Aguascalientes. Ese último día, el granmense protagonizó un doble juego: en el primero se fue de 4-1 y, en el segundo, cuando quebró la racha, se despidió de 2-0 con tres boletos.
El imparable iniciador de la secuencia, casualmente lo conectó en su primera vez al bate en el circuito azteca, y ante los envíos de un conocido de la Serie Nacional, el lanzador derecho matancero Jorge Martínez. En ese encuentro, los Olmecas triunfaron con marcador de 1-0 y la carrera llegó en las piernas del oriundo de Niquero, que estaba en la antesala gracias a un triple.
En los 18 juegos de duración de la racha, el jugador de 31 años produjo 33 imparables: tres indiscutibles logró en cinco partidos diferentes, mientras que dos hits consiguió igualmente en cinco choques.
El hombre proa de la selección nacional cubana promedia .405 (34 imparables en 84 veces al bate), con OBP de .474, ocho dobles, dos triples, tres jonrones, 20 anotadas y 12 impulsadas. Además, ha conseguido once boletos, se ha ponchado nueve veces y ha robado tres bases en ocho salidas.
Santos se quedó exactamente en la mitad del camino para igualar la marca que impera en la Liga Mexicana de verano, de 36 choques sucesivos, perteneciente a Luis de los Santos y a Carlos Gastélum. El dominicano Santos fue el primero en firmar esa hazaña en el circuito veraniego azteca, del 27 de mayo al 9 de julio de 2000 con los Saraperos de Saltillo, mientras el mexicano Gastélum, miembro de los Tigres de Quintana Roo, lo imitó del 29 de marzo al 9 de mayo de 2012.
Uno de los lanzadores que puso freno a la racha de Carlos hace siete años fue el derecho matancero Yoanner Negrín, quien militaba, casualmente, con los Olmecas de Tabasco.
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