En 2011 se estrenó una película cuya trama se desarrolla un Primero de Mayo. Más allá de lo que representa esta fecha en la realidad cubana, el filme se centraba en otro aspecto: la diferencia de clases. Quizá por estar protagonizada y pensada para niños, se acerca más al animado de La princesa y la plebeya que a una obra de denuncia y crítica. En el cuento infantil, las jóvenes eran de orígenes opuestos y el día en que se encuentran comienzan una aventura mágica. El argumento del largometraje cubano, ópera prima del realizador Ian Padrón y primera producida por La Colmenita, es el siguiente:
Mayito, proveniente de una familia acomodada de una zona residencial, se pierde durante el desfile del primero de mayo y llega a un barrio marginal conocido como La Tinta. Allí vivía otro niño, que estaba en su aula, pero con quien no había interactuado hasta el momento. El encuentro les permite contrastar realidades hasta el momento desconocidas.
La obra ha sido premiada en festivales nacionales y foráneos. Algunos atribuyen el éxito a la temática abordada; otros, a la excelente interpretación de sus protagonistas. Desde Cubalite emprendimos la misión de conocer sobre las vidas de los jóvenes actores que dieron vida a Mayito y Carlitos.
Ernesto Escalona (Mayito)
De pequeño practicó natación, taekwondo, y también estuvo en La Colmenita. A esta compañía teatral la considera su casa. “Representa más de la mitad de mi vida, pues permanecí allí desde que tenía cuatro años hasta los 18, aunque podría decirse que, prácticamente, hasta los 22”. Rememora una de sus primeras actuaciones en el Teatro Nacional de Cuba: “era la puesta en escena de El Capitán Plin. Yo aparecía al final de la obra, disfrazado de cocotero y debía estar junto a otros niños, pero a mí me dio por saludar y todo el teatro empezó a aplaudirme”.
Sobre cómo integró el elenco de la película Habanastation nos comenta que cuando el director, Ian Padrón, fue a La Colmenita buscando un niño que tuviera características parecidas a los actores Luis Alberto García y Blanca Rosa Blanco, -los padres del personaje-, lo seleccionaron a él. “Aún no era definitivo y se rodaron escenas durante el desfile, pero pretendían grabar tomas de lejos, por si en el casting —que se hizo después— se escogía a otro muchacho, no se viera la diferencia. Tuve la suerte de ser escogido finalmente y así me convertí en Mayito, el de Habanastation”.
“Después de la película mi vida cambió y comencé a ser muy reconocido”. Su paso por la agrupación teatral donde “he vivido la mayor parte de las aventuras de mi vida y he conocido lugares, sobre todo Cuba completa, y figuras públicas que nunca pensé conocer”, le permitió forjarse como actor en infinidad de obras de teatro, en otra película —Y sin embargo, de Rudy Mora— y teleplays como A solas, de Delso Aquino. “Todos los años lo ponen en la televisión desde hace algún tiempo, y gusta mucho, es muy refrescante”.
Una vez en la universidad, el Instituto Superior de Diseño (ISDI), continuó cercano a las pantallas. “Trabajé como conductor en programas como Top Clave y La Colmena TV; en la primera temporada como mentor y en la segunda y tercera fui el presentador”. Hace algunos años ejerce como animador de proyectos de fiestas y promociona la marca de whisky Johnnie Walker. “La última aventura fue cuando colaboré con Jaz Vilá en Farándula, hice el papel de Lorenzo y ahora estamos trabajando en otros proyectos”. Tiene 23 años.
Andy Fornaris (Carlos)
A Andy le pareció una oportunidad «súper volá» que se contara esta historia, la de cómo encarnó al personaje de Carlitos. Llegó a La Colmenita por un taller municipal. “Con cinco años pertenecía al grupo de La Habana Vieja y poco a poco me fui integrando a la central. Desde los cinco años hasta los 18, mi vida entera, ha estado ahí para mí”. A este grupo atribuye el mérito de su educación, formación como persona y artista. “Cultura, modales… mucho de lo que he aprendido con el paso del tiempo, se lo debo a mis inicios allí. Mucho de lo que soy hoy en día se debe a ello”.
Reconoce que, inicialmente, no iba a participar en el casting para la película. “Yo me estaba preparando para las pruebas de la Escuela Nacional de Arte, pero pasé la preselección”.
“Ian nos llama a los estudios del ICAIC a Ernesto y a mí y nos dice que nos íbamos a quedar para hacer los personajes”. Ese momento lo recuerda con “una alegría inmensa porque nos conocíamos desde los cinco años, habíamos compartido mucho estando en La Colmenita y hacer una película juntos iba a ser una experiencia única”.
El filme fue un éxito, y para Andy la prueba está en que todavía la siguen poniendo en la televisión y en muestras de cine cubano en el mundo. Más allá de los reconocimientos, “significó mucho para mí, en todos los aspectos de mi vida personal y profesional. Me abrió muchas puertas en el mundo del arte, y me dio la posibilidad de ser un personaje principal en una película, que es algo bien importante y necesario en la carrera de un actor. Estoy súper orgulloso y contento de que haya pasado”.
De los más gratificante que le dejó el filme está el cariño del público. “La gente se identificó mucho con los personajes —sobre todo con el suyo— y eso es súper bonito e importante”. Después de Habanastation vinieron otras obras de teatro con La Colmenita: “seguimos llevando música a distintos lugares de Cuba y el mundo”. Andy hizo las pruebas para entrar en el Instituto Superior de Arte y las aprobó, que no es cosa fácil. Mientras seguía en la compañía, y durante una gira internacional, llegó a Estados Unidos y “decidí quedarme a continuar mi carrera como actor”.
“Ahora vivo en Los Ángeles y tengo 25 años. Trabajo en un proyecto que se llama The Incorrectos, un podcast cubano que trata, sobre todo, de los recuerdos de Cuba, de las características y cosas que nos representan y distinguen en el mundo. Estoy estudiando para ser director de cine, que es lo que más me apasiona, sin obviar que he participado en pequeños proyectos como actor. Ahora mismo, me enfoco en la dirección de un cortometraje escrito y dirigido por mí”.
0 Comentarios