Con una carrera musical que cumplirá 15 años en este 2024, el cantante y creador Juan Guillermo Almeida fue uno de los artistas jóvenes más medáticos de Cuba durante la última década.
Dueño junto a su orquesta de una discografía que cuenta con álbumes como Empezar de cero (2011), Que no me controlen (2014), Hasta que salga el sol (2017), Cosa de locos (2021) y Llevo la música en el alma (2021), el mayormente conocido como JG consiguió ganarse a su público y establecerse con facilidad en la radio y la televisión.
Curiosamente, durante el último año no hemos tenido demasiadas noticias de él, que usa el slogan “suena como se ve”. El video más reciente en su canal de YouTube —un featuring con la Charanga Habanera titulado Me acostumbré a estar sin ti—, fue publicado justo hace más de doce meses, el 13 de mayo de 2023.
Ahora bien, aunque no hayamos contado con mucha información suya durante los meses pasados, ello no quiere decir que el cantante haya echado el freno en momento alguno.
Si seguimos su perfil de Instagram podemos encontrar que ha seguido ofreciendo presentaciones en la Mayor de las Antillas. Este mismo año participó en el Festival de la Salsa y también ha estado haciendo promociones para la marca de cerveza Cristal en varios de sus conciertos. También ha realizado apariciones en un lugar habitual para él como es el Salón Rojo del Capri, así como en el bar Salsa Río.
El año anterior estuvo en el célebre cabaret Tropicana y también se presentó en la clausura de los Juegos Caribe que organiza la Universidad de La Habana. Igualmente visitó las provincias de Holguín, Granma, Villa Clara y Santiago de Cuba.
Otro de los momentos importantes de su 2023 llegó cuando viajó a Perú, país en donde la salsa cubana cuenta con una gran aceptación. “Me voy de este país muy contento y agradecido con el cariño con que me han acogido, sabiendo hoy más que nunca que el tiempo de Dios es perfecto, todo es a su debido tiempo, no cuando uno quiere”, escribió al terminar el tour por esa nación sudamericana.
De cuna y de zona
Juan Guillermo Almeida nació en 1986 y comenzó su carrera artística a los 23, una edad bastante avanzada si tenemos en cuenta que su padre, Juan Almeida Bosque, fue un reconocido compositor durante buena parte de su vida.
Sin embargo, no fue hasta inicios de 2005, durante su primer año universitario en la carrera de Derecho, que JG empezó a vincularse con personas como Randy Malcolm, actual integrante de Gente de Zona (GdZ), quien por esa época era percusionista en la Charanga Habanera.
Más adelante recibió los consejos de David Calzado y ese mismo año pasó a formar parte de los coristas de GdZ. En aquel momento, su familia entera estuvo de su parte, aunque siempre le pidieron que no abandonara sus estudios, por muy bien que pudiera irle fuera en su entonces naciente recorrido artístico.
“Me fue bien difícil pero siempre tuve el apoyo de mis padres. Mi papá me dijo que podía hacer lo que yo quisiera mientras terminara la carrera universitaria, que era muy importante tener un título universitario. Imagínese el ser corista de una agrupación exitosa: siempre estaba de gira por varios países de Europa, también Argentina, México, Venezuela…Y yo con la carrera a medias en primer año, pero lo supe llevar poco a poco, saqué todas las pruebas, terminé la universidad y cumplí con el deseo mi padre. No me pudo ver ni con mi orquesta ni con mi título universitario, pero se lo cumplí”, contó el año pasado.
Con GdZ, agrupación urbana de referencia internacional, creció muchísimo, y tantos años después sigue agradeciendo la ayuda que le dieron sus integrantes en aquella etapa de formación.
“Alexander es un artista muy comunicativo con su público, y de eso aprendí bastante. Tiene mucho carisma y logra siempre lo que se propone con su público. Me alegran mucho los éxitos que están teniendo internacionalmente, pero la vida pone a cada cual donde debe estar”, declaró.
A pesar del cercano parentesco con una figura tan influyente de nuestro país como fue Juan Almeida Bosque, JG ha confesado que le costó bastante abrirse camino en el mundo artístico. Según dijo en su momento, lograr que su música llegara a la radio y la televisión fue un reto enorme, aunque esto le ayudó a él y a sus compañeros a irse convirtiendo en verdaderos profesionales.
“En aquel entonces, cuando empezaba, no existía esta fuerza que tienen hoy las redes sociales ni el llamado Paquete de la semana. No tenía más opción que la radio y la televisión. Pero me resulta muy extraño que mi música solo se difundía en oriente y centro, y no en La Habana”.
Edith Massola fue quien le dio uno de los mejores consejos para dar el salto de nivel, según confesó en una ocasión: “ese cliché que tienes puesto de hijo de papá te lo tienes que quitar tú solo, demostrando que no lo haces porque eres hijo de él, sino porque te gusta la música y quieres demostrarle al público que no es un juego como muchos pensaban”.
Gracias a esa actriz y presentadora debutó como solista el 25 de diciembre de 2009 en el Salón Rojo del Capri, y a lo largo de tres años fue ella quien lo introdujo en escena para sus presentaciones en ese exclusivo espacio capitalino.
Luego de batallar bastante y cumplir sus diez primeros años de carrera, así habló en 2019 de sus principales experiencias sobre las tarimas: “todos los momentos de mi carrera han sido importantes. Todos me han dejado una enseñanza. Pero uno de los más importantes ha sido cantar en el municipio del Tercer Frente, donde reposan los restos de mi padre. Sé que he hecho conciertos muy buenos, en que el público ha quedado satisfecho con mi presentación, pero como los que hago allí, creo que no tienen comparación.”
El recuerdo de Juan Almeida, su primer maestro involuntario en materia musical, siempre ha estado con JG, quien tiene un total de ocho hermanos y hermanas, todos del mismo padre.
A su papá, quién murió el 11 de septiembre de 2009, le dedicó la canción Mi querido viejo, lanzada en 2018. Acerca del impacto de ese suceso en su vida, contó hace un lustro: “todo me parecía mentira. Recuerdo que yo me quedaba dormido y me despertaba con sobresaltos, como queriendo espantar una pesadilla, hasta que lograba comprender que se trataba de una triste realidad. El primer impulso era salir a buscarlo, pensando que me estaba esperando para darme un beso”.
“Ojalá hubiera podido conocer mi trayectoria musical con mi orquesta. Me llegó a ver solamente con Gente de Zona. Era tan admirable, que siendo un compositor de canciones, boleros, sones…, nunca se opuso a que yo eligiera mi propio camino dentro de la música”, sentenció.
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