Con la clasificación esta semana de los conjuntos de Nicaragua y Panamá, en el último torneo que ofrecía boletos para el Clásico Mundial de béisbol, a efectuarse a inicios del próximo año, quedaron definidos los 20 países que estarán en el prestigioso certamen. Hace pocos días también trascendió que los equipos de República Checa y Gran Bretaña aseguraron su presencia por primera vez, durante el PreClásico celebrado en Alemania. Allí lucharon por los dos pasajes, además de checos y británicos, el representativo local, Sudáfrica, Francia y España.
Sorprendió con creces la no clasificación del elenco ibérico, con una nómina con amplia presencia de jugadores latinos, entre ellos seis cubanos. Varios han sido los antillanos que han representado a España en los diferentes PreClásicos, y hoy hablaremos de un caso particular.
Para la edición de marzo de 2016, el conjunto europeo tuvo entre sus integrantes a seis oriundos de la mayor de las Antillas: el santiaguero Rolando Meriño, el espirituano Carlos M. Sierra, los habaneros Yasser Gómez y Rogelio Armenteros, el matancero Yunesky Sánchez y el tunero Lázaro Leyva. Todos compitieron en el grupo desarrollado en Panamá, excepto el lanzador Leyva, quien no pudo hacer el viaje a última hora por un motivo muy poco conocido.
Según le dijo a Cubalite una fuente cercana al pelotero, en la noche del día antes de volar hacia la sede del torneo, sufrió un accidente en su auto, en Estados Unidos, luego de compartir con algunos peloteros de la isla. El vehículo quedó en pésimas condiciones y afortunadamente su vida no corrió peligro, pues lo sacaron rápido después del suceso. No obstante, permaneció entre dos y tres semanas alejado del béisbol.
Leyva, nacido el 8 de agosto de 1994 en Las Tunas, no se desempeñó en la Serie Nacional, pues su salida hacia España, donde se encontraba su madre, se produjo a sus 15 almanaques. Representó a esa nación en un torneo internacional juvenil, en julio de 2011, año en el que también participó en el campeonato ibérico sub-18, con el club CAD Irabia.
Registró dos temporadas en la División de Honor, primero en defensa de Béisbol Navarra (2011) y después con Marlins de Tenerife (2012). Su paso por ese circuito fue breve: a la ofensiva conectó un hit en 14 comparecencias y desde el montículo acumuló 15.2 entradas, con efectividad de 7.70 y 12 ponches. Recuerden que en ese entonces él tenía 16 y 17 años.
El momento más importante de su carrera deportiva fue cuando firmó un contrato de Ligas Menores con los Orioles de Baltimore, en septiembre de 2014. Solo par de campañas trabajó con la organización (2015 y 2017), su tope fue Clase A- y su balance quedó en 0-4 en 21 partidos (siete como abridor), con promedio de carreras limpias de 3.42.
Después de su liberación en marzo de 2018, se incorporó pronto a las filas de Tommasin Padova, de la Italian Baseball League (0-0, 6.75, 16 innings, 14 boletos y 10 ponches).
A finales de 2018 tuvo un paso efímero con los Tigres de Cartagena, en el circuito profesional colombiano, al lanzar en un capítulo. Actualmente está desvinculado de la pelota como jugador y reside en Estados Unidos.
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