En 2015, Tras la huella llevaba alrededor de una década en las pantallas, como continuadora de esa saga de policiales que comenzó con Sector 40 en los años 60. Entonces apareció U.N.O. (Unidad Nacional Operativa) y, como respuesta a un reclamo tantas veces expresado, se reflejaron en sus historias oficiales de carne y hueso, quienes, más allá de sus trabajos, vivían su vida. Enfrentaban delitos, pero tenían sentimientos, agobios, pesares.
Aquel material tuvo tres temporadas. Estuvo dirigido por Roly Peña, con experiencia al frente de un audiovisual del género (Patrulla 444) y varias series juveniles (Enigma de un verano, Coco verde, Por deporte y por amor). Su elenco lo conformaron Tamara Morales, (Teniente Coronel Silvia, jefa del grupo); Carlos Luis González (Mayor Álex), Yuni Bolaños (Capitán Vania) y como oficiales operativos alternaron Tomás Cao (Tony) y Alain Aranda (Mandy). A este equipo lo apoyaba en el trabajo pericial, Keny Cobo (Primer Teniente Maité).
Ya fuera por el elemento humano de sus personajes, por las buenas actuaciones o por la espectacular realización (en cada capítulo hacían despliegues de maniobras y técnicas empleadas por la Brigada Especial Nacional), esta serie se ganó la preferencia del público.
En 2017, su director comentaba a Cubadebate: “UNO presenta a nuestros oficiales. Los casos los resuelven ellos, no la casualidad. Por eso es importante que los delincuentes sean inteligentes. Mientras más inteligente es la contraparte, más resalta la agudeza del héroe».
En ese propio texto, él aseguraba que en los policiacos había dos maneras de contar la historia: “una desde el punto de vista del ladrón, y otra, con el de la policía. O se cuenta todo el proceso de cómo el ladrón roba y se fuga, o cuentas cómo los policías están buscando al ladrón. Cuando esto no está claro, puede suceder que el falso héroe se convierta en héroe. Puede, incluso, que en ese caso, al público le guste más un delincuente que un policía (…) Desde el Tavo no había un héroe policía. Eso no quiere decir que las series que vinieron después no gustaran porque el público prefería al delincuente. Detrás de todo ello había un tema de propósito».
Cada entrega terminaba con un final que dejaba con ganas de más y la última no fue la excepción: se daba a entender que había un policía corrupto y U.N.O. dejó de estar en las pantallas. Mucho se ha especulado sobre su salida de la TV.
En 2020, su realizador recibía elogios luego de continuar con otro audiovisual bien acogido por el público, LCB: La otra guerra II. En una entrevista se le preguntó sobre el cierre de la aclamada serie policial y aclaró que nada tuvo que ver con censura, también que “no dejó de transmitirse por mala calidad, ni por gustos del público”. Lo que sucedió fue, según Roly, “que la matriz que la llevaba -dígase el cliente, en términos de televisión- dejó de existir”. Resumía en ese entonces: “se hará el día que nos pongamos de acuerdo otra vez, cuando lo necesite el MININT”.
Aunque fue producida por RTV Comercial, contaba con la colaboración del Ministerio del Interior, en cuanto a la asesoría del guion, el tratamiento de los personajes y los procedimientos. Los especialistas de la institución que atendían los diferentes delitos trabajaban con los expedientes de los casos y los guionistas.
Quien fue también director de U.N.O., Miguel Sosa (falleció en 2020), dijo en su momento a Cubadebate: “nosotros les incorporamos a las historias varios giros dramáticos, giros falsos. La policía se tropieza con un muro que le impide avanzar. El espectador se hace cómplice de este hombre y de la investigación en sí. Después, al encontrarse en este callejón sin salida, el investigador y el público están obligados a pensar cuál será el próximo paso para poder llegar a la verdad”.
Como ocurría con otros audiovisuales cubanos del mismo género, en este se trabajaba a nivel de guion sobre casos reales, pero no con estrictos apegos a la realidad. A veces con cuatro investigaciones hacían un capítulo, por todo aquello de la espectacularidad de la televisión.
“U.N.O. le hace falta al país, a la televisión, al MININT, sin embargo ya no se hace”, declaró Roly Peña, quien reconoce que cada día, aunque hayan pasado años de su salida al aire, le preguntan en la calle por qué terminó la serie y cuándo regresará.
Si bien nadie tiene la respuesta a esa última interrogante, lo cierto es que, en buena medida, obligó a realizar mejores audiovisuales y, casualidad o no, luego de su culminación, Tras la huella, que seguía estando ahí, fue un poquito mejor.
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En el caso de UNO pienso que debería continuar, pues ademas de todo lo dicho, se quedó un caso inconcluso, sin resolver. Y fue un caso real ocurrido en Santiago de las Vegas. Boyeros.
Saludos
Mi opinión UNO debe regresar una serie completa y tremenda actuación de todo
Ojala k las persona k tenga k ver con esa decisión escuche un poco la opinión del público
En mi opinión la serie UNO es junto a tras la huella la mejor serie policiaca de toda la historia….me encantaría que siguiera con nuevos casos, también la he buscado en internet y no la encuentro….