Desde hace algún tiempo, los movimientos de atletas de una provincia hacia otra parecen haber llegado para convertirse en la nueva normalidad de la Serie Nacional. En los últimos días, Villa Clara ha sido uno de los territorios con mayor actividad en ese sentido.
Uno de los ejemplos más frescos es el de Leonardo Montero, jugador que debutó con los Azucareros en la más reciente edición del clásico cubano y, acto seguido, pidió su liberación para poder defender los colores de Cienfuegos de cara a la próxima temporada.
La posibilidad de “mudanza” hacia la Perla del Sur se hizo oficial la pasada semana, cuando el joven deportista explicó, en una entrevista con el TeamVívela, que ya contaba con la autorización de la comisión provincial y, por tanto, se encontraba a la espera de que comenzaran los entrenamientos para incorporarse a la disciplina de los Elefantes.
Aunque Montero “coqueteó” con el máximo nivel del béisbol antillano en las ediciones LVIII (2018-2019) y LIX (2019-2020), fue el pasado año cuando integró por primera vez uno de los 16 planteles que disputan el torneo más grande de la Isla. Antes sí participó en la versión número VI del torneo nacional Sub-23, en donde estuvo a las órdenes de Ariel Pestano, su mayor ídolo.
Sin embargo, a lo largo de la campaña precedente vio actividad en solo tres partidos, durante los cuales acumuló ofensivamente cuatro turnos oficiales, conectó dos imparables, impulsó par de carreras y se fue sin anotar. Mientras, a la defensa, no cometió ningún error.
Paralelamente, en ese mismo tiempo, sucedió un episodio desafortunado en el que se vio envuelto. Resulta que en octubre de 2020, Leonardo, junto a sus compañeros de selección, Magdiel Gómez, Alain Sánchez, Yurién Vizcaíno y Mailon Alonso fueron sancionados como consecuencia de haber sido partícipes de un incidente ocurrido en un centro nocturno de su territorio. En una nota oficial de la Comisión, se informó, además, que el grupo asistió al lugar en clara violación de los protocolos sanitarios que establecía el país para limitar la propagación de la COVID-19.
No obstante, a pesar de la “transferencia” que lo llevará al cuartel general del “5 de Septiembre”, Montero ha confesado que, si eventualmente logra consolidarse en la receptoría y recibe una llamada para regresar con los Naranjas, estaría complacido de hacerlo sin poner reparo alguno.
Por ahora, el “máscara” se enfocará en ayudar a los sureños en su objetivo de meterse nuevamente en la postemporada y, de ser posible, superar la fase de cuartos de final en donde cayeron 0-3 ante Matanzas, elenco que posteriormente sería subcampeón de la lid.
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