Que nadie dude que un pelotazo en pleno rostro es uno de los peores dolores que puede experimentar un jugador de béisbol. Incluso podría terminar en una desgracia. En la Serie Nacional 60 han ocurrido dos lamentables situaciones de ese tipo: ambas en los últimos diez días de septiembre. Primero fue el torpedero villaclareño Magdiel Gómez en un choque contra Las Tunas, en el estadio Julio Antonio Mella el 22 de septiembre. Afortunadamente no hubo mayores consecuencias para el jugador de cuadro que en otras campañas defendió a los Leñadores.
Pocos días después, el jardinero holguinero Jorge Luis Peña, durante un encuentro contra Matanzas en el Victoria de Girón, fue golpeado en la cara por un lanzamiento de Haykel Parra. Debió ser intervenido quirúrgicamente en el yumurino Hospital Faustino Pérez para ser tratado de una fractura conminuta del hueso malar de su pómulo izquierdo. Tras recibir el alta se le orientó, al menos, entre tres y cuatro semanas de reposo.
Este domingo, otro pelotero cubano sufrió un duro golpe en el rostro, producto de un pelotazo mientras bateaba, al parecer, en un choque amistoso. Es el caso del pinero Jesús William Arcaya Batista, quien hace varios años dejó la Serie Nacional y reside en la actualidad en Miami, Estados Unidos.
En la mañana del lunes, Arcaya publicó en su muro de Facebook: “ayer fue el día más negro de mi vida. Jamás había sufrido tanto dolor. Gracias a todas las personas que se han preocupado por mi salud. Recibí un bolazo en la boca a 88 mph, en ese momento sentí que me explotó una granada dentro de la boca”. Sus palabras estaban acompañadas por algunas imágenes que mostraban las consecuencias del impacto.
Varias horas después, en la noche, publicó lo siguiente: “le pido a Dios que todo salga bien, cuídame Dios mío y cuida a mis hijos si algo sale mal. Voy para el salón de operaciones, tengo sangre en el cerebro. Y me van a operar las cinco fracturas de la cara. Por favor, oren por mí”. Ambas publicaciones recibieron numerosos comentarios de familiares y amigos del jugador (varios peloteros incluidos) como muestras de apoyo en este difícil momento.
Arcaya militó con los Piratas de la Isla de la Juventud en tres temporadas, de la Serie 43 a la 45. Como receptor bateó .193, con 17 hits, cuatro dobles, un triple y cinco impulsadas. Le salieron al robo 18 veces y atrapó en 10 ocasiones. El jugador de 35 años marchó de Cuba en 2008 pero nunca pudo conseguir una firma profesional.
Desde Cubalite, le deseamos la más pronta recuperación al pinero tras la operación.
0 Comentarios