En más de seis décadas de Serie Nacional de béisbol, han ocurrido varios sucesos muy lamentables y desfavorables para la buena vibra que, generalmente, ha caracterizado al principal torneo de Cuba. Sin temor a equivocaciones, si se realizara una encuesta acerca de los tres peores momentos que empañaron este espectáculo deportivo, la inmensa mayoría de los participantes incluiría el tristemente recordado retiro masivo de jugadores en contra de sus voluntades. Ocurrió, sobre todo, entre los años 1996 y 1997, y todos los equipos se perjudicaron.
Uno de los más de 80 peloteros afectados por esa determinación que tuvo algunos culpables, fue el lanzador Orestes González Rivera. El pinareño, como casi todos los demás, al no poder continuar en la liga élite cubana, trasladó sus servicios a otros países, bajo la aprobación de las autoridades deportivas de la isla en esa época.
En su caso, inicialmente se desempeñó en el circuito de Colombia, en 1996, con el club Atlántico, y al año siguiente militó con Córdoba. También en 1997 ocurrió su estreno en el béisbol nicaragüense, defendiendo al elenco Leones de León, con el que repitió en 1998.
Con la escuadra leonesa finalizó campeón en su primera temporada, en la que fue líder en ponches (88), juegos completos (11) y lechadas (2). En la contienda siguiente se apoderó de los apartados de victorias (10) y aperturas (19), y encabezó las entradas trabajadas en los dos campeonatos.
El Bombero de Viñales, como se le conoce, regresó a Nicaragua 25 años después de su última experiencia allí y lo hizo como entrenador de Leones. El 21 de marzo pasado, la entidad publicó en su página en Facebook que la junta directiva hizo oficial la firma del contrato de González, encargado de laborar con el béisbol menor en la ciudad, como integrante de la Academia Sandor Guido (ASG), que atiende tres categorías.
Junto al granmense Adrián Moreno, estaría al frente de la preparación de los Leones de León ASG, con vistas al Torneo Nacional de Williamsport (categoría Major, 11-12 años). Al final, el vueltabajero fue incluido en el cuerpo técnico del plantel, con la responsabilidad de asesorar.
El certamen se efectuó del 4 al 7 de mayo en la capital pinolera y el representativo leonés terminó la fase de grupos con dos victorias y dos reveses, desempeño insuficiente para avanzar a semifinales. La etapa decisiva de este certamen se efectuará, como cada año, en la ciudad estadounidense de Williamsport, en Pensilvania.
Después de su participación en la justa infantil, el pinareño recibió una gran oportunidad, luego de ser nombrado como uno de los integrantes del colectivo de entrenadores que trabaja, por estos días, con la preselección nacional nicaragüense de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.
Orestes (58 años) concursó en 13 Series Nacionales, con 62 victorias, 37 derrotas y 101 rescates. Durante algunas temporadas se mantuvo como el líder histórico en salvados y un dato muy interesante es que todos sus salvamentos los consiguió después de retornar a la pelota cubana, a partir del curso 1999-2000.
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