Cuando se vaya a hablar de peloteros cubanos que representaron a otros países en competencias internacionales es necesario mencionar a Ernesto Noris Chacón. Nacido en el municipio artemiseño de Guanajay el 24 de noviembre de 1972 y establecido a los once años en la localidad habanera de San Agustín, estuvo en 10 Series Nacionales con Industriales en la década del noventa, mayormente como lanzador de relevo, ganando 28 choques, perdiendo 21 y salvando 10 en una época en la que los Leones se dieron el lujo de contar con un muy buen staff monticular.
Pero Noris dejó el béisbol cubano antes de cumplir 30 y en noviembre de 2001 llegó a Brasil gracias a una carta de invitación de un amigo. Permaneció cuatro años como entrenador de pitcheo de la selección nacional brasileña —incluso viajó a Cuba en esas funciones—, con la que jugó el III Clásico Mundial en Japón y enfrentó al equipo antillano el 2 de marzo de 2013 en el Fukuoka Dome.
En la actualidad juega esporádicamente, entrena niños y ya no pertenece al elenco sudamericano. Pero Ernesto Noris se mantiene muy atado al béisbol y a los conjuntos nacionales brasileños, pues su hijo Paulo Henrique Noris, nacido el 19 de julio de 2004 en Marília —municipio del estado de Sao Paulo—, es uno de los integrantes del plantel que compite en el Campeonato Panamericano Sub 15 en Playa del Carmen, México, donde rivalizan 13 países, entre ellos Cuba, desde el 13 de septiembre y hasta el 22 de este mes.
La justa concede cuatro boletos para el Campeonato Mundial de la categoría el año venidero y el equipo brasileño está ubicado en el grupo A, con Estados Unidos, Honduras, República Dominicana, Colombia y México. Paulo, que según su padre comenzó a practicar la pelota desde los cuatro años, abrió el partido de ayer frente al conjunto colombiano, trabajó hasta la quinta entrada y conectó dos imparables. Aunque dejó el juego con ventaja, su elenco perdió en extrainning 2-3.
Según dijo Ernesto a Cubalite, su hijo tiene buenas manos y es muy agresivo al bate, y además de lanzar, defiende la antesala, el campo corto y la segunda base. En el partido inaugural del torneo contra los norteamericanos fue el bateador designado y entró a relevar en las instancias finales, laborando un inning sin carreras, con un imparable y un boleto.
Paulo, que visitó nuestro país con tres años, vistió por primera vez el uniforme del Gigante Sudamericano en noviembre del año anterior, a propósito del Campeonato Panamericano Sub 14 en Tamaulipas, México. “El manager del equipo jugó conmigo y lo vio crecer. Él es entrenador de mi hijo en la Academia de MLB que está en Brasil, un programa de desarrollo para prospectos de esta área geográfica”, dijo Noris.
Según Ernesto, entre las posiciones que defiende prefiere ser torpedero y en aras de un mayor progreso como pelotero contempla varias propuestas para llevarlo a otros países de mayor tradición en este deporte.
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