La última vez que aquí escribimos sobre el pelotero cubano Erisbel Arruebarrena, aseguramos que en Nicaragua existen sentimientos encontrados hacia él. Eso fue el 11 de octubre. Más de un mes y diez días han pasado y me atrevo a decir que la aversión hacia el cienfueguero ha aumentado entre los aficionados nicas, motivada por una situación reciente.
Antes de seguir, quiero aclarar que el indudable talento de El Grillo es bien apreciado por una parte considerable de los seguidores del béisbol en ese país centroamericano. No obstante, existe otra cantidad de personas, probablemente mayor, que rechaza al otrora integrante de los Dodgers de Los Ángeles.
Erisbel está jugando en este invierno, por primera vez, en la Liga de Béisbol Profesional de Nicaragua, con los Gigantes de Rivas. Su estreno en el circuito pinolero estuvo marcado por dos notas muy negativas con elencos de ese torneo, ambas protagonizadas por él.
La primera ocurrió en noviembre de 2018, cuando los Indios del Bóer lo anunciaron a voz en cuello como su fichaje estrella, pero el antillano rompió el contrato, debido a discrepancias de varios tipos con la entidad, y regresó a su nación de residencia sin jugar un solo partido.
La segunda sucedió en 2020. En el primer semestre se hizo público que los Gigantes de Rivas llegaron a un pacto con él, para la temporada 2020-2021, a raíz de la visita de un conjunto cubano a territorio nica. Meses más tarde, al comenzar las ligas invernales del Caribe, el miembro de la selección nacional decidió defender a los Algodoneros de Guasave, en la Liga Mexicana del Pacífico, y dejó a los Gigantes con las ganas.
Con esos antecedentes, nada más lógico que una buena parte de la fanaticada nicaragüense mirase con malos ojos al torpedero. Por eso, ante su prolongada ausencia en la actual campaña, abundaron en diferentes grupos de Facebook los comentarios del tipo “oh, lo volvió a hacer el cubano”, “muy poca seriedad tiene este pelotero; de profesional, ni un pelo” o “Rivas que vaya buscando otro extranjero, porque este no regresa”.
En todo este asunto hay que dejar algo muy claro y es que los Gigantes contribuyeron a todo tipo de especulaciones, al no publicar, en su momento, la información precisa que aclarara todo. Se rumoró, incluso a nivel de prensa, que no estaba debido a una discusión con su compañero Cheslor Cuthbert, otra versión apuntaba a que había dejado la ciudad y regresado a Miami. También que estaba lesionado.
No fue hasta ayer, previo al encuentro entre el plantel de Rivas y los Indios, que en la página oficial en Facebook del equipo se habló del presente y el futuro del antillano. El post dice: “Fanaticada Gigante, ya se encuentra listo y preparado para regresar al terreno de juego, nuestro pelotero extranjero Erisbel Arruebarrena. El próximo viernes retorna a jugar con el equipo completamente recuperado. Esperen la entrevista que realizaremos”.
Sí, estaremos atentos a sus declaraciones, para ver si, de una vez, se despejan todas las dudas sobre la situación de este atleta tan polémico.
El cienfueguero solo ha participado en los tres primeros choques del campeonato, por lo que su último compromiso fue el día 6 de este mes. Promedia .667, con una anotada, seis imparables, un doble, dos impulsadas y par de ponches.
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