Este fin de semana arrancaron las acciones en el máximo nivel de la pelota profesional italiana. En la actual campaña, luego de la fusión entre la Serie A1 y la A2 en una sola, están inscritos treinta y dos equipos (iban a ser 33, pero el Bollate renunció a participar recientemente), divididos en ocho grupos. Los líderes de cada llave serán quienes peleen por el cetro que conquistó en 2020 el Fortitudo Bologna luego de imponerse en siete juegos al San Marino en la final.
Recuerden que en la pasada contienda, como contamos aquí, dos cubanos se vieron las caras en la serie que definió al campeón. El mayabequense Elián Leyva estuvo del lado de los monarcas, mientras en el bando contrario jugó el holguinero Maikel Cáceres, quien ha regresado este año a la península con los vigentes subtitulares.
Por estos días también hemos publicado sobre el arribo de varios peloteros cubanos al principal circuito de esa nación, entre ellos, varios que están o pasaron por Industriales. Nos referimos a José Pablo Cuesta y Héctor Ponce (Cagliari), Frank Monthiet y Stayler Hernández (Atléticos de Bologna), Eddy Abel García y Wilfredo Aroche (Paterno Red Sox).
De ellos, solo tres salieron al terreno de juego en los primeros choques. El infielder fue el más destacado en sus dos encuentros iniciales, ambos ante Wiplanet Montefiascone. En su debut se fue de 5-4 (un doble), con cinco empujadas y cuatro anotadas, lo cual lo convirtió en el más sobresaliente del partido en que vencieron los Medias Rojas 13-3. En el segundo cerró sin jit en tres veces al bate, pero recibió dos bases por bolas. Por ahora, posee línea ofensiva de .500/.600./.625.
En ese último enfrentamiento, ganado igualmente por los dirigidos por el cubano Noel Guerra, pero con score de 3-0, subió al montículo el derecho Eddy Abel García, quien entró a relevar al abridor, su compatriota Rubén Hernández (5.1 IP, con dos hits permitidos, cero boletos y ¡15 ponches!). Este último, pese a su inmejorable actuación, no pudo asegurarse el triunfo. El serpentinero de Boyeros, después de 3.1 innings y tres ponches, salió por la puerta ancha luego de que su equipo fabricara una anotación en la sexta y dos en la séptima.
Por su parte, Frank Monthiet, en la victoria 6-2 ante Rovigo, comandado por el también cubano José Antonio Soto, trabajó como abridor y transitó durante cinco entradas y dos tercios, en las que permitió una limpia, sacó nueve outs por la vía de los tres strikes y no regaló bases por bolas. El vencedor fue Carlos Manuel Richetti, quien entró en el sexto inning. Queríamos resaltar la labor del liseño, quizás por encima de las expectativas de muchos, puesto que llevaba alrededor de dos años alejado del béisbol organizado y en su regreso estuvo más que eficiente.
0 Comentarios