Moisés Esquerré: «Si me quedaba en Matanzas no hubiera seguido jugando»

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Moisés Esquerré. Foto tomada de su perfil en Facebook.

Los últimos tiempos están siendo muy movidos en la pelota cubana, pues, entre la preparación del equipo Cuba para los futuros compromisos fuera de casa, y los ajustes de cara a la siguiente temporada de la Serie Nacional, las noticias no dejan de llegar.

En las últimas horas, se ha oficializado que el pelotero Moisés Leonardo Esquerré Valdés ha sido liberado por Matanzas e irá a jugar por Sancti Spíritus, el cual sería su cuarto conjunto en el principal campeonato de béisbol en el país. Hace poco, el infielder había presentado la documentación a los organismos pertinentes y su liberación fue aprobada.

Paralelamente, se dice que este traslado de Esquerré hacia el centro del país estaría asociado con el cambio del lanzador zurdo, Yamichel Pérez, hacia la Atenas de Cuba.

Las motivaciones del prometedor utility para marcharse —nuevamente— de su natal provincia están relacionadas con el hecho de que, a lo largo de la pasada campaña, tuvo varias situaciones que le impidieron probar su valía sobre el diamante, algunas asociadas a problemas físicos y a la fuerte competencia interna por los puestos dentro del cuadro.

Sobre esta novedad en su carrera deportiva, conversamos con él. “Estoy muy contento de que se haya podido llevar a cabo mi liberación. Hubo un par de días de incertidumbre, pues si me quedaba en Matanzas no hubiera seguido jugando a la pelota, lo cual sería algo muy triste para mi familia, que tanto ha luchado conmigo por este sueño”, nos dijo.

“Me he mantenido en contacto con Eriel y, afortunadamente, también tengo buenos amigos en Sancti Spíritus, entre ellos Yankiel Mauri, quien estuvo conmigo en Dominicana y en preselecciones nacionales. Ese es un equipo joven, que viene luchando hace varios años y tengo la intención de estar listo para, cuando me incorpore, poder ofrecer lo mejor de mí, dar un palo grande y obtener un gran resultado, tanto a nivel individual como colectivo”, sentenció.

El debut del muchacho, tras un paso exitoso por las categorías juveniles, tanto a nivel local como internacional (llegó a ser mundialista juvenil en Taipei de China en 2013 e integró el Todos Estrellas del torneo como mejor torpedero), sucedió ese mismo año con los Cocodrilos, durante la 53ra. versión del clásico cubano. En aquella ocasión solo disputó 15 encuentros y consumió siete turnos oficiales, en los que acumuló par de imparables, sin extrabases ni impulsadas, pero sí con una anotada.

En la 2014-2015, se fue con los Elefantes de Cienfuegos y allí su actuación fue similar. En 19 choques tuvo 14 veces al bate y logró conectar solo dos sencillos, además de pisar una vez el home sin fletar a compañero alguno.

Tras esas dos contiendas, la falta de oportunidades debido a su juventud, llevaron a Esquerré a tomar la decisión de salir del país rumbo a República Dominicana con la intención de convertirse en profesional y probarse en un nivel más alto. Allí tuvo buenos resultados mientras vistió la camiseta de los Arroceros de San Francisco de Macorís, y luego se fue a Panamá, en donde estuvo al servicio de los Indios de Urracá.

A pesar de haber tenido varias ofertas de equipos de Grandes Ligas, el destino quiso que ninguna se concretara, y entonces el muchacho regresó a casa para demostrar que sí era capaz de asentarse como un pelotero titular en la lid cubana.

En 2019 fue el elenco de Artemisa y su director Dany Valdespino quienes le recibieron con los brazos abiertos. Afortunadamente, esa vez las cosas salieron mucho mejor y en 31 choques tuvo una línea ofensiva de .302/.427/.377, con 32 hits (cinco dobles y un cuadrangular), 21 anotadas, 13 empujadas y un OPS de .804.

Ya para la Serie LX, Moisés Esquerré logró volver al Victoria de Girón como parte de la nómina encabezada por el técnico Armando Ferrer. Sin embargo, una lesión le alejó de los terrenos durante buena parte del curso y, para colmo, después de su reincorporación como sustituto del “japonés” Yurisbel Gracial, la presencia de Erisbel Arruebarruena y Yadil Mujica en el infield matancero, le impidieron tener más chances de probar su valía dentro del diamante.

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