Vuelve la aventura a la carrera deportiva del pelotero Moisés Leonardo Esquerré Valdés. Como ocurrió hace cinco años, cuando el matancero probó suerte con el conjunto de Cienfuegos en la Serie Nacional, luego de complejizarse su segunda temporada con los Cocodrilos, ahora está en proceso de retornar a la pelota cubana vistiendo de nuevo el traje de otra provincia. Esquerré hace aproximadamente dos semanas está entrenando con el equipo de Artemisa en el estadio 26 de julio, según confirmaron a Cubalite dos jugadores de ese elenco.
Con esta noticia, la historia del yumurino difiere de las de sus paisanos que, entre finales de 2018 y en lo que va de año, han regresado a Cuba para reincorporarse a nuestro certamen deportivo de más prestigio con sus respectivas provincias. Moisés volvió en los últimos meses de 2018 a su país de origen, procedente de República Dominicana, y se pintaba solo para ser el ocupante del campo corto del plantel matancero en la venidera contienda, toda vez que en la Serie 58 esa posición fue uno de los tantos dolores de cabeza del entonces director Víctor Figueroa.
Ni Juan Manuel Martínez, ni Sandy Menocal, los atletas que se desempeñaron como torpederos en la desastrosa campaña anterior para los Cocodrilos, pudieron cumplir los deberes en esa posición, además de mostrar ambos un bateo poco valioso para una escuadra que necesitaba el triunfo, cual oxígeno.
De ahí a que Armando Ferrer, mentor que debutará al frente de Matanzas a partir de agosto, afirmó que Moisés debía ser el campo corto de su elenco, reforzado en su gran desempeño en la Serie Provincial y en su notable tránsito con la selección nacional en categorías inferiores. Hasta ahí todo es completa felicidad para el infielder, pero, poco tiempo después de esa afirmación de Ferrer, apareció lo que terminaría siendo una muralla en los objetivos del pelotero que cumplirá 24 años en noviembre.
Con el anuncio por todos lados de que el cienfueguero Erisbel Arruebarruena también se insertaría en el movimiento deportivo cubano y lo haría en defensa de la causa matancera, cualquiera con un poco de conocimiento de béisbol cubano sabría que los días de Esquerré en Matanzas estaban contados, a no ser que se resignara a ser un jugador de cambio, pues, la segunda base, la otra posición que más él juega, tenía en el recuperado Anibal Medina a su seguro defensor.
El paso por el equipo Cuba, la trayectoria en la pelota profesional estadounidense y la breve estancia de Arruebarruena en Grandes Ligas terminaron pesando sobre el presente y futuro del joven yumurino. Creo yo que no solo Ferrer, sino cualquier director de la Serie Nacional, apostaría por una carta tan convincente como Erisbel, quien se podría convertir en el primer atleta en llegar a la Gran Carpa y luego regresar al circuito doméstico cubano.
La lógica también terminó pesando, no lo dudemos, en la decisión más reciente tomada por Esquerré. Un joven talento que vuelve a su país, después de no cumplir sus metas profesionales, no lo haría bajo la condición de estar en el banco durante la inmensa mayoría de los partidos de su selección. El propósito no puede ser otro que multiplicar la palabra «jugar» y eso en Artemisa tiene mayores posibilidades de conseguirlo, si en definitiva se capitaliza el traslado de Jorge Enrique Alomá hacia Industriales.
De acuerdo a las fuentes consultadas, con el elenco artemiseño que hoy dirige Manuel Orlando Vigoa, el yumurino no tiene asegurado abrir como titular. De hecho, las perspectivas del cuerpo técnico están en que Yansel Reyes, con experiencia en las dos últimas contiendas —average de .200, tres imparables en 15 veces al bate— y en la pasada Serie Nacional Sub 23 —promedio ofensivo de .250, con 27 indiscutibles en 108 oportunidades— comience como titular en el short stop, algo que se está ganando con su buena pretemporada.
Sin embargo, no es lo mismo esperar una actuación pobre de Arruebarruena que de Reyes, por lo que, con los Cazadores, Moisés Esquerré tendrá un puesto como regular más temprano que tarde. Ojalá y tenga más horas de juego que en la contienda 54, cuando con Cienfuegos bateó .143, con apenas 14 veces al bate.
En 2015, el mismo año de su salida de la Isla, jugó como primer bate y torpedero del club Indios de Urracá de la principal liga de Panamá, donde coincidió con el jardinero Irait Chirino de Industriales. Dos años antes resultó el único antillano en el Todos Estrellas del Campeonato Mundial juvenil de Taipei de China, donde Cuba terminó con la medalla de bronce.
Igualmente no entiendo, a mí me comentaron que Aníbal se iba del equipo Matanzas y si es así Moisés tenía una oportunidad como segunda base, algo que lo hace bien, está claro que por arriba del Grillo no puede jugar nadie en Cuba el SS pero claramente Moisés iba a jugar mucho con Matanzas. Una pena esta noticia