Poco antes del arranque de la postemporada de la pasada Serie Nacional, cuando ya se conocía que Yasmani Tomás se incorporaría a la nómina de Industriales para los duelos ante Sancti Spíritus, el timonel capitalino, Guillermo Carmona, declaró a Tribuna de La Habana que el lanzador derecho Miguel Romero también tenía la intención de sumarse al plantel.
Luego el guantanamero negó rotundamente las afirmaciones del estratega y añadió que estaba centrado en buscar un contrato que le permitiera regresar al béisbol norteamericano o debutar en el asiático.
Más adelante, en el último capítulo de esa telenovela, el periodista Boris Luis Cabrera publicó en su perfil en Facebook que Carmona le comentó que tenía «pruebas que validan sus declaraciones», a saber, «mensajes de texto, correos electrónicos y hasta foto de pasaporte que Romero le envió para comenzar los trámites».
Dos meses han pasado desde aquella trama y hace unos días se conoció el destino más cercano del serpentinero, cuando el pasado 28 de agosto los Tomateros de Culiacán, de la Liga Arco Mexicana del Pacífico (LMP), le dieron la bienvenida en sus redes sociales.
En una publicación encabezada con el texto «¡LUISMI-REY DEL PONCHE!», la entidad azteca anunció que el antillano sería parte de la legión extranjera del club, para la cual ya habían sido confirmados su compatriota Dariel Álvarez, además del cubanoamericano Peter O’Brien y el estadounidense Mallex Smith.
Será esta la primera experiencia de Miguel en el principal circuito mexicano, aunque no será su bautismo de fuego en ligas invernales, pues incursionó previamente en la pelota rentada boricua con Indios de Mayagüez (2019-2020) y Gigantes de Carolina (2022-2023).
Este año ha sido agridulce para el monticulista de 29 años. Por una parte, tuvo un Clásico Mundial de ensueño con la selección de su país natal: dos triunfos -líder en ese apartado del torneo, igualado con otros cuatro jugadores- sin derrota en cinco salidas, promedio de carreras limpias de 2.08 y 13 ponches -encabezó dicho acápite-. Las anteriores estadísticas le hicieron ganarse un puesto en el Todos Estrellas del certamen, que también incluyó a sus coterráneos Yoan Moncada y Randy Arozarena (representó a México).
Por otro lado, se detuvo, al menos por el momento, su travesía en el sistema de Grandes Ligas luego de que los Atléticos de Oakland lo despidieran a finales de mayo, después de 14 salidas esta campaña, en las que dejó números para el olvido: 11 limpias en 15 entradas, con 13 boletos.
El lanzador, durante seis años en las Menores -todos con la franquicia californiana-, coqueteó en varias ocasiones con la posibilidad de subir al roster de MLB, pero aún no ha podido debutar en el Big Show.
Ahora mismo, su regreso al sistema de la Gran Carpa depende en gran parte de su actuación con el elenco azteca, que debutará en la LMP el venidero 15 de octubre cuando visite a los Algodoneros de Guasave.
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