En El Animal Moribundo, del desaparecido escritor estadounidense Philip Roth, la nueva obsesión del sexuagenario profesor universitario David Kepesh es Consuelo Castillo, una joven estudiante cubana de 24 años, convertida en amante por un año y medio de David. Un libro fácil de leer, publicado hace 17 años y llevado al cine en 2008 con el nombre de Elegy, con las correspondientes actuaciones de Ben Kingsley y Penélope Cruz.
Aunque Roth murió hace siete meses en Manhattan, no haría falta que viviera para saber si le apasionaba o no el béisbol. Le apasionaba y mucho. Incluso lo trató en una de sus obras, The Great American Novel. Por eso, si él hubiese seguido de cerca la pelota cubana y todavía continuara con vida, podría ser que su título El Animal Moribundo, en vez de abordar el mencionado romance, tratara sobre lo que ha sido de Holguín en la actual Serie Nacional.
El equipo dirigido por Noelvis González no ha sido más que un animal moribundo, pero hasta ahí. Por más cerca que esté de la muerte, no se resigna a ella y parece tener una fuerza oculta que lo salva de la perdición. Así fue en la primera fase y terminaron segundos. En la segunda etapa, la historia ha sido un poco parecida y si muchos condenaron a los Cachorros a una despedida temprana, lo cierto es que últimamente han ganado mucho más de lo que pierden y se aferran a una quimera que pudiera ser real. Holguín todavía siente su corazón latir y no renuncia a los play off.
Detrás de todo esto hay una verdad como un templo. La Ciudad de los Parques tiene un equipo que, más trabajado y con un poco más de suerte y protagonismo de las figuras jóvenes, podría dar mayores dolores de cabeza en la próxima temporada que los que ha dado en esta. En el mundo del deporte, los equipos revelaciones existen y Holguín lo ha sido en la Serie 58. La reaparición en esta contienda de Maikel Cáceres ha constituido un factor muy importante para que los holguineros quieran revivir los recuerdos de 2002.
Si la presencia de Maikel ha surtido un efecto benigno en las huestes de Noelvis, se imaginan cuán favorable sería para el equipo que otros compañeros de él, pilares en su momento, decidieran regresar. Pues vayan poniéndole más confianza a este equipo en el futuro inmediato, ya que al menos dos jugadores están en planes de retornar al conjunto, tras la búsqueda infructuosa del sueño de las Mayores.
Según expresó el colega Yasel Porto durante la transmisión televisiva de uno de los encuentros entre Sancti Spíritus y Holguín, el inicialista Lerys Aguilera y el lanzador Yusmel Velázquez pretenden jugar la Serie Provincial holguinera, requisito casi indispensable para intervenir luego en el torneo élite cubano.
Aguilera es un recio bateador de 33 años con travesía en once Series Nacionales, y average de .270, 733 imparables, 121 tubeyes, 108 jonrones y 434 impulsadas. Jugó por última vez en Cuba en la temporada 53, para emprender un rumbo hacia República Dominicana con tal de firmar con alguna organización de Grandes Ligas. Su estancia allí se convirtió prácticamente en un infierno, como relatan varios reportajes, hasta que Nicaragua apareció como su luz al final del túnel.
En la fase clasificatoria de liga nica en 2017 produjo con los Indios del Bóer para .326, con cinco dobles, cuatro vuelacercas y 24 impulsadas, actuación que condujo al elenco Nuova Citta’ Nettuno, de la Serie A1 italiana, a apostar por sus prestaciones este año. En la temporada regular estuvo en 26 partidos y plasmó promedio ofensivo de .204, 19 hits, par de dobles, dos jonrones y 12 remolques.
En el caso del pitcher diestro Velázquez tiene 27 años y en el cénit de sus seis contiendas lideró el staff holguinero. Aportó 34 triunfos, sucumbió en 35 juegos, registró efectividad de 3.67, le batearon para .257 y en 549.2 innings, ponchó 251 veces y ofreció 269 boletos.
En 2015 salió hacia Haití y luego se trasladó a República Dominicana. Antes de marchar de Cuba, en la Serie 53 ganó nueve choques, cayó en dos y su promedio de carreras limpias lo fijó en 1.74, sin embargo, ese desempeño no le valió para integrar el equipo cubano a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz. En Dominicana estuvo hasta este año sin resolver contrato alguno con equipos de las Mayores o de cualquier otra liga profesional.
Está en Cuba desde el 4 de noviembre y desea volver a lanzar en el estadio Calixto García. Pero antes debe jugar en el campeonato provincial con su municipio Urbano Noris, pendiente de aprobación.
Todavía falta camino por recorrer para Lerys y Velázquez en pos de ver cumplidas sus intenciones de regresar con los Cachorros. Es un proceso complicado, como todos sabemos, en el que la última palabra, la decisiva, la tiene la Comisión Nacional de béisbol. Ojalá y sean readmitidos.
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