La vida, en muchas ocasiones, consiste en hacer planes y cancelarlos. A veces solo nos afecta a uno mismo, en ocasiones a los más allegados. No es lo mismo planificar un paseo y desistir de la idea, que organizar la construcción de toda una obra arquitectónica, movilizar grandes cantidades de recursos (humanos y materiales) y que, en un último momento, se frustren esas aspiraciones.
Existen ciudades en Cuba que pudieron haber lucido hoy una estética muy diferente. Provincias, municipios que, de haber continuado con la utopía prevista, se hubieran convertido en referentes de muchas cuestiones. En Cubalite te presentamos 5 ideas que habían sido previstas como grandes obras, pero que nunca llegaron a ejecutarse o completarse.
Una isla en el malecón habanero
Para 1953, el mandatario, Fulgencio Batista, encomendó la tarea de realizar un nuevo Plan Director y uno de los objetivos de este sería modificar la zona del malecón. Se planificó construir una isla artificial –para continuar con la idea de Cuba como paraíso del turismo y la industria del ocio-. A esta ínsula, separada de la costa, se podría llegar a través de dos vías: mediante acceso vehicular o por una plataforma vegetal. Se pensó, además, en construir embarcaderos y, para las edificaciones de la zona del Malecón tradicional, se proponía su sustitución por otros de más altura, con un diseño urbano diferente. En las proximidades del litoral, se prohibiría la circulación vehicular.
Un metro en la capital de Cuba
¿Cómo sería la transportación en La Habana actual, con más de dos millones de habitantes, si hubiéramos tenido un metro?…
En una ciudad que se movía fundamentalmente por un sistema de tranvías, la idea del transporte subterráneo nació en los años 20. Cuando ya estaban planeadas las principales rutas, a cargo de la Cuba North and South Rail Road Co., en 1921, The New York Times anunciaba la construcción de este subway cubano. Para aumentar la precisión de los detalles, se pensó en enviar representantes cubanos a Nueva York con el objetivo de que conocieran de cerca el metro de ese lugar.
Esta idea se desechó, y no fue hasta la década del 80 cuando, en pos de solucionar el problema del transporte, se intenta coordinar el Grupo Ejecutivo del Metro de la Ciudad de La Habana. Análisis de topografía, perforaciones, estudios de los principales flujos de pasajeros … demostraron que había necesidad y posibilidad de desarrollar este método. Por ese entonces (año 1984) los especialistas cubanos viajaron a Checoslovaquia para capacitarse y conocer el funcionamiento del de Praga.
Las rutas previstas fueron muy variadas. Algunas abarcarían de extremo a extremo de la ciudad. Estaba pronosticado que para el año 2000, concluyera, al menos, una primera etapa, sin embargo, para los 90 ya todas las esperanzas habían caído. La puesta en marcha del metro dispararía el consumo eléctrico. Se dice que, debido a ello, este proyecto convivió y despareció en el mismo marco temporal que la Central Nuclear de Juraguá.
Cienfuegos pudo tener una central nuclear: Juraguá
Con una clara inspiración en las centrales de la antigua URSS, en la Cuba de 1980 se empezó a construir una ciudad nuclear, en Juraguá, Cienfuegos. La obra tenía como principal objetivo incrementar la capacidad de generación eléctrica del país. Para esa fecha ya se había creado la Comisión de Energía Atómica de Cuba (CEAC) y la Secretaría Ejecutiva para Asuntos Nucleares (SEAN). La central era un proyecto donde todos ganaban: el país disminuiría su consumo de petróleo (15% de las necesidades energéticas de la isla), y la ciudad, creada junto a la planta, albergaría en viviendas e infraestructuras a miles de trabajadores.
Por diversas causas se detuvo la construcción y la Ciudad Nuclear de Juraguá quedó inconclusa. Los que allí vivían, a la espera de vincularse a la vida en la central, debieron transformar sus hábitos, cambiar de trabajo o de lugar de residencia.
Un dato: Se planificaron otras dos similares. Una estaría ubicada en territorio holguinero y otra en la región occidental.
Un puente sobre la bahía de La Habana
Entre las fortalezas de La Cabaña y de La Punta pudo construirse un puente de hierro durante el gobierno de Gerardo Machado –supuestamente interesado en la urbanización sin olvidar su célebre “agua, caminos y escuelas”-. Ese empeño por atravesar la bahía formó parte del plan de desarrollo urbano contemplado por el entonces presidente y en este se involucraron varios inversionistas. A pesar de la planificación, para 1929, la crisis económica internacional frustró su realización. En su lugar se construyeron la Vía Blanca y el túnel de La Habana.
Un rascacielos de 100 metros de altura en 1913
Sobre las edificaciones más altas en La Habana ya te hemos hablado:
Ahora te presentamos una que, de haberse construido en su época, iba a destronar muchos puestos. La revista Bohemia, en 1913, anunciaba esta edificación como la que sería la más grande del mundo. Este edificio estaría construido en el Campo de Marte (actual Parque de la Fraternidad). Mil 900 habitaciones y 15 ascensores conformarían esta estructura monolítica que se alzaría cien metros sobre el nivel de la calle. Tendría emplazado en su interior un observatorio meteorológico y un gran tanque de natación (piscina) con agua del mar. De haberse llevado a cabo, esta obra hubiera cambiado el diseño urbanístico de la zona.
0 Comentarios