Emprender es empezar con poder de decisión, pero quizás dando pequeños pasos y, a veces, hasta sin proponérselo. Yarelys, Daniel y Carolina, por supuesto, son los protagonistas de esta nueva historia que hoy te presentamos.
Yarelys Herrera Díaz y su esposo, Daniel Hernández Piloto, fundaron Sovi, un emprendimiento de juguetes didácticos, cuyo origen estuvo asociado a una necesidad.
“La llegada de un hijo cambia la vida, dice una frase bastante popular, y es así. Nos motivó a prepararnos y a leer mucho para la educación de nuestra pequeña. Cuando comenzó la pandemia, muchas familias se quedaron sin tener con quién consultar sus dudas sobre el desarrollo de sus infantes. Como apoyo a estas limitaciones de socialización, conformamos un grupo de WhatsApp llamado Bebé Capaz, cuyo símbolo es una lechucita, por la relación con la sabiduría que se le confiere a esta ave”.
… pero aquel noble propósito se fue quedando chiquito. “Entendimos que a la teoría le faltaban herramientas. Mi esposo, que es muy creativo, hizo algunos juguetes en madera para Carolina, nuestra niña. Cuando mostramos fotos en el grupo, todos quedaron fascinados y decidimos consolidar la idea como negocio”.
Así nació Sovi. El nombre proviene de la palabra rusa “coba”, que significa búho, animal que figura en el logo de este proyecto desde sus primeros momentos.
Si bien a todos los nuevos negocios hay que apoyarlos y aplaudirlos por el esfuerzo y las ganas de salir adelante, a este, especialmente, más aún, por su finalidad. Trabajan para los niños, para satisfacer las necesidades de esos pequeños que, en ocasiones, ni en las tiendas se solucionan, pues no se trata de comprarles cualquier juguete, sino de brindarles herramientas para que se diviertan y aprendan.
Desde bebés de dos meses hasta niños de 10 a 11 años… tienen opciones para todas las edades. Sonajeros, mordedores, figuras coleccionables, apiladores de madera con diferentes figuras, rompecabezas… lo necesario para contribuir al desarrollo sensorial. Sus juguetes están diseñados también para fomentar habilidades y capacidades en los más pequeños.
Las piezas son cuidadosamente hechas a mano y testeadas antes de su comercialización.
Aunque están activos desde mayo de este año, “hace apenas un mes, Sovi estrenó su imagen, diseño realizado por Lyly Díaz, de Auge consultorías. Los que nos conocen de antes quedaron muy conformes y contentos con la identidad visual de la marca”.
Alrededor suyo han creado una comunidad “donde se crece jugando”, como dice su eslogan. “La acogida fue la mejor. Lo digo con mucho agradecimiento y cariño, pues los meses de inicio fueron difíciles y con bastantes tropiezos. Los clientes nuestros han sido los mejores, nos han apoyado, han sido pacientes, nos han sugerido ideas. De ellos hemos recibido comprensión, gratitud, emoción y familiaridad”, fueron las palabras de Yarelys hacia sus seguidores.
Tienen un catálogo disponible en WhatsApp (puedes consultarlo aquí). En él encontrarás los diferentes artículos que ofertan, con una descripción detallada donde aparecen sus beneficios (lenguaje descriptivo, aprendizaje, imaginación, socialización, coordinación, creatividad, concentración, razonamiento, habilidad manual). También informan sobre sus precios, que van desde los 50 hasta los 300 pesos.
Síguelos en sus redes sociales (@sovi_juguetes) y ahí podrás ver algunos de sus artículos y a su público disfrutándolos.
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