Ahora mismo no se me ocurre cómo llamar al siguiente nivel después de tocar fondo, exactamente lo que hizo el béisbol en los Juegos Panamericanos de Lima. Un sexto lugar, resultado de otro juego perdido, esta vez discutiendo el quinto puesto contra República Dominicana, fue el punto final de la horrenda actuación. Rey Vicente Anglada, muy diplomáticamente, asumió los platos rotos de sus pupilos y también confesó culpabilidad en la debacle. Sin sacudirse apenas de esa tempestad, Rey volverá al terreno, al alto mando de Industriales, muy seguramente con los dedos cruzados para no pasar de nuevo por un calvario similar.
Si algo puede sacar a flote a la nave azul es, sin dudas, el bateo que proyecta para la Serie 59. Por otro lado, si algo podría hundirlos es, con buen peso, su pitcheo, que todavía no acaba de mostrar una cara placentera. Ante ausencias a tener en cuenta para la próxima contienda, el cuerpo monticular habanero recibirá a un nuevo integrante, el cual, a juzgar por su pasado, podría paliar hasta cierto punto esas carencias.
Juan Ramón Olivera Verdecia reaparecerá en el principal torneo doméstico cubano, después de viajar una cantidad de kilómetros considerables, procedente de Granma, su provincia natal. Pitcher derecho, de envíos laterales y físicamente fuerte, archiva cinco contiendas en la Serie Nacional, desde que debutó en la campaña 53. La inmensa mayoría de sus presentaciones han sido como relevista, pues solamente ha reportado una apertura en 131 juegos lanzados.
Posee un balance bien parejo en las 67 decisiones que reúne: 23 victorias, 22 reveses e igual número de rescates. Su efectividad es de 4.31 (116 carreras limpias en 242 entradas), con 86 ponches y 97 boletos. De 27 años y oriundo de Mabay, fue partícipe del primer título de los Alazanes en la pelota cubana en la contienda 56 y en la siguiente volvió a coronarse.
A pesar del evidente protagonismo de Olivera en el conjunto dirigido por Carlos Martí, en la temporada pasada no estuvo por razones desconocidas, a la vez que Granma obtenía un desempeño bien distante de las actuaciones que la guiaron a ser doble monarca nacional.
A pesar de no incorporarse desde el inicio a la preselección industrialista, Juan Ramón realizó una buena preparación y terminó conformando la escuadra habanera. Se anotó la victoria en el partido por el título ante Isla de la Juventud en la pasada Copa Antillana de Acero.
El empleo que Anglada y su cuerpo técnico le deben dar al granmense es como acomodador, pues el trabajo en los finales lo desarrolló con bastante frecuencia en su antiguo equipo.
0 Comentarios