Jorge Félix Alí Pérez fue de esos actores que vimos asiduamente, tanto en programas humorísticos como en telenovelas, policiacos y filmes. Su rostro fue muy frecuente en las pantallas cubanas… hasta un día. Llegó a Estados Unidos en 2009.
Al salir del país, con 50 años, tenía una trayectoria artística impresionante, que había comenzado desde los 17. Nació en Candelaria (antiguamente pertenecía a Pinar del Río, ahora a Artemisa), en 1959. De niño jugaba con su hermano Omar a imitar películas. Los dos siguieron el camino de la actuación, como su tía Paula.
Para 1979 se había graduado en la especialidad de actuación en la Escuela Nacional de Arte. Durante los cuatro años de estudio, tuvo sus primeros papeles. Trabajó en televisión con directores importantes como Carlos Piñeiro y Loly Buján. Antes de recibir su título, vivió lo que cataloga como una experiencia determinante, que influyó en el resto de su carrera.
Mientras defendía un rol en la obra de teatro El premio flaco, escrita y dirigida por el reconocido Héctor Quintero, como parte del grupo Teatro Estudio, el cineasta Tomás Gutiérrez Alea estaba entre el público y, tras el final de la puesta en escena, le ofreció un puesto en su próximo filme.
Sobre eso, confesó en el programa El arañazo: “era una película donde iban a estar los mejores actores del momento y por poco me la pierdo, porque no encontrábamos un niño que se pareciera a mí, para hacer mi personaje de pequeño”. El filme al que se refiere es Los Sobrevivientes (1978), donde se narra la vida de una familia de la alta burguesía a través del tiempo, antes y después de 1959 en Cuba. En esa producción, Jorge da vida a Bartolomé Orozco, hermano de Finita (Lili Rentería) y Julito (Patricio Wood).
La historia de cómo salvó su papel en la cinta es curiosa. Con 17 años tenía unas ganas enormes de comerse el mundo y la oportunidad de un rol en un gran largometraje, pero la posibilidad de concretar ese anhelo no dependía de él. “Un día estoy en los bajos del ICRT y viene una señora preciosa con dos niños de la mano. Al verlos, me acerco y converso. La madre de los pequeños me dice que le gustaría que ellos siguieran el camino de la actuación y ahí encontré a quien interpretaría mi personaje en la infancia: nada más y nada menos que Tony Cortés”, relató en esa misma entrevista.
Después de la graduación, pasó a las tablas. Formó parte del grupo de teatro Escambray y en 1985 se incorporó al Teatro Musical de La Habana, donde, según él mismo ha contado, “intentaba bailar y cantar”. Allí protagonizó obras como Mi Solar, dirigida por Alberto Alonso. Teatro de Arte Popular y Teatro del Círculo, además de la labor de profesores como Eugenio Hernández Espinosa y Raúl Eguren, terminaron de moldear su talento en ese medio.
Muy pronto volvió a las pantallas. Luego de su estreno por la puerta grande bajo las órdenes de Titón, participó en Leyenda (1981), de Rogelio París. Cecilia (1985) y Un hombre de éxito (1988), de Humberto Solás, fueron otros de los proyectos cinematográficos donde estuvo. Volvió a repetir con Tomás Gutiérrez Alea en Cartas del parque (1988). Lista de Espera (2000), de Juan Carlos Tabío; Perfecto amor equivocado (2003), de Gerardo Chijona; Ciudad en Rojo (2009), de Rebeca Chávez, y Lisanka (2009), de Daniel Díaz Torres, son solo algunos de los filmes que forman parte de su currículo.
En su carrera artística todo fue simultáneo: teatro, cine y televisión. En esta última, acaparó la atención del público debido a la capacidad para interpretar, con la misma credibilidad, papeles dramáticos y roles de comedia. Fue Julio en Tierra Brava (1997), el Teniente Mena en De tu sueño a mi sueño (1990-1991), serie sobre la clandestinidad, dirigida por Eduardo Moya; El Papa en Salir de noche (2002). En el humorístico Punto G, que estuvo en transmisión entre 2003 y 2005, daba vida a “Beto toca toca”, Roberto, trabajador de la clínica, encargado del mantenimiento. En Jura Decir la Verdad, bajo la dirección de Ulises Toirac, interpretó a Julito CVP, custodio del juzgado.
Hubo un tiempo en que el equipo de actores principales del policiaco Tras la huella, creado en 2005, estaba encabezado por Jorge Alí como el teniente coronel Raúl (desde 2006 hasta 2008 permaneció en ese espacio). Blanca Rosa Blanco (Mayor Mónica), Albertico Pujol y Edenis Sánchez también formaron parte de esa primera etapa.
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Sobe su faceta de galanes y protagónicos, ha aclarado: “hubo una época en la que tenía pelo”. Lo anterior nunca fue un impedimento, puesto que “un día me di cuenta, por allá por el año 90, que cambiar por completo es lo que más me gustaba, y como actor me ha dado mucho placer”, declaró en entrevista a América TeVé.
Su nombre ya era conocido a nivel nacional cuando empezó a alcanzar otras latitudes. Trabajó en Colombia, en la serie El octavo pecado (1997). Venezuela y México fueron otros países donde estuvo de gira. Con el grupo Repertorio Español, dirigió y protagonizó una versión teatral de Fresa y Chocolate, que fue representada en Washington, Nueva York y en regiones de España.
Luego de alrededor de 30 películas y papeles protagónicos en la televisión, que le merecieron premios y el reconocimiento del público, decidió que era momento de marcharse.
Llegó a Estados Unidos en 2009, por reunificación familiar. Allá estaban sus dos hijos mayores y la familia de su esposa, junto a quien emprendió la travesía de salir de Cuba; ambos acompañados, además, de su hijo menor. A solo 72 horas de su llegada, fue entrevistado en el programa Esta Noche Tu Night por Alexis Valdés. En ese entonces, reveló: “mi plan, si puedo, es seguir trabajando como actor, seguir incursionando como en Cuba, humildemente”.
Pese a ello, en esa nueva fase comenzó alejado de la actuación. “Empecé trabajando en un banco de sangre móvil”. Manejaba el vehículo en el cual se transportan las muestras de sangre. En aquel entonces lo catalogó como un “trabajo bonito que se hace para ayudar, para que la gente tenga algo tan preciado”. Alrededor de seis años estuvo en función de ello.
Luego fue de invitado al programa El Happy Hour, del Canal 41 de Miami, donde compartió cómo era su vida en aquellos instantes: dos trabajos, fuera de las pantallas, disfrutando de la vida familiar con hijos y nietos, haciendo labores domésticas.
En ese mismo espacio, uno de los estelares de la parrilla, le ofrecieron un trabajo donde permaneció bastante tiempo, hasta el cierre del show. Hizo pequeños sketches junto a la actriz cubana Carmen Daysi Rodríguez.
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Alrededor de 2016 se hallaba en el canal local de televisión de Miami, América TeVé, y en una comedia de situación, centrada en una familia dispersa por el mundo que intentaba buscar fortuna, pero decidía reunirse. Su personaje era un fantasma y compartió con un elenco internacional.
El actor ha explicado que, más allá de la interpretación, siempre asumió que debía garantizar “tener algo seguro”, y aun cuando era fijo en América TeVé, trabajaba como Uber (chofer de taxi), lo cual continuó haciendo luego del cierre del show.
Durante la entrevista en el programa El arañazo, de Mega TV, contactaron con su hermano Omar, quien se encuentra en Cuba. Juntos dijeron que tienen pendiente escribir una obra sobre la distancia, acerca de lo que representa para las familias la separación. También rememoraron las veces que habían trabajado juntos. “Lo maté en un episodio de Día y Noche, lo ahorqué, y fui su enemigo en El conde de Montecristo”, dijo Jorge de Omar.
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Bonita historia de Ali y muy buen actor
Saludos y abrazos para mi buen AMIGO Jorge Alí
Me gustó su entrevista, por lo menos no se puso a hablar de política como hacen todos cuando llegan aquí
Muchas felicidades a ese gran actor y humurista mucha salud amigo