Cuarenta años cumplió Yosmany Guerra Febles el pasado 27 de abril y todavía sigue dando batalla en la pelota profesional del área. Sin ir más lejos, en el verano de este mismo 2023 lució muy bien con los Piratas de Campeche de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), el segundo torneo más fuerte del país azteca.
En dicho certamen, «el Congo», como cariñosamente se le conoce, empezó con los Tigres de Quintana Roo y su rendimiento fue pobre, pero al poco tiempo fue cambiado al combinado campechano y allí dejó línea ofensiva (AVG/OBP/SLG) de .345/.429/.468, con 13 dobles, cuatro jonrones, 33 remolques y solo 29 ponches en 203 turnos oficiales.
Seguramente tales números fueron claves para que una de las franquicias de la región pusiera los ojos en el infielder y decidiera extenderle un contrato de cara al invierno. Eso fue lo que sucedió.
Hace apenas unos días, Guerra fue anunciado entre los extranjeros que reforzarán a los Gigantes de Rivas para la temporada 2023-2024 de la Liga de Béisbol Profesional Nacional (LBPN) de Nicaragua. En esa escuadra lo acompañará su compatriota Roilán Portuondo, además de los dominicanos Carlos Sanó, Samuel Adames, Raudy Read, Elián Peña y Francisco Peguero.
El veterano jugador de cuadro ya tiene experiencia en ese circuito, donde jugó previamente con Indios del Bóer y Tigres de Chinandega. Con esa última novena levantó el título en la edición 2017-2018 tras derrotar precisamente a Rivas en la final.
Ahora, su nuevo elenco buscará que la habilidad del cubano para entrar en circulación los ayude a avanzar en el torneo que se disputará a partir del 3 de noviembre y que contará, como es habitual desde el curso 2020-2021, con la presencia de cinco equipos.
Yosmany jugó con Metropolitanos durante cuatro campañas (2003-2007) y una con Industriales (2007-2008). En ese lapso conectó 358 hits, con 64 dobles, 15 triples y cinco bambinazos. Cerró con average de .284, además de 129 remolcadas y 224 anotadas. En octubre de 2008 salió de Cuba en busca de una firma en el profesionalismo.
En el extranjero, antes de unirse a los Marlins de Miami en 2014, debutó con las Águilas Cibaeñas en el campeonato más fuerte de República Dominicana. Poco duró en esa franquicia de MLB, en la cual su techo quedó en el nivel AA.
Tras ser liberado por los peces reanudó su recorrido por el béisbol caribeño que todavía parece estar lejos del final.
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