No hace falta ser un pelotero mediático para merecer el mejor de los recuerdos. Tampoco ser recordista en uno o más apartados de por vida. Ni ser dueño de una marca bien difícil de quebrar, ni integrar la selección nacional o ganar más de 150 partidos o rebasar los 300 cuadrangulares. Tampoco ser un caballero de estricta disciplina en el terreno. Hay jugadores que llegan a la Serie Nacional y su paso es fugaz, no consiguen nada de lo escrito anteriormente, incluso muchos aficionados ni reparan en su nombre, pero existe un grupo de personas que los llevan con el mejor de los recuerdos.
Ese es el caso puntual de Julio Gómez Mejías, jugador habanero con experiencia en apenas una temporada, quien falleció repentinamente en la noche del 9 de noviembre de 2020, víctima de un accidente automovilístico, cuando su moto se impactó contra un árbol cerca de La Estrella, en Quinta Avenida, Playa.
Luego de conocerse su deceso, en la red social Facebook numerosos peloteros, amigos, entrenadores y hasta su manager en la Serie Nacional, Eulogio Vilanova, reconocieron sus virtudes como padre excelente y amigo incondicional, además de su amor desmedido por el deporte, especialmente la pelota, que la practicó hasta sus últimos días, junto al sóftbol. Igualmente, mediante diferentes anécdotas, algunos usuarios recordaron el gran hombre que fue Julio Gómez.
Este 17 de noviembre habría cumplido 48 años el otrora jardinero de Metropolitanos, natural de Siboney, Playa. Por ello, Cubalite contactó con el exlanzador habanero Maikel Neninger —residente en Estados Unidos—, amigo de él y compañero en diferentes equipos.
“Con Julio jugué en Capitalinos, en la Liga de Desarrollo. El año en que él integró Metros fue el mismo que Vilanova me dejó fuera. Participó en la Serie Provincial con Playa y en varias temporadas representó también a Boyeros. Como pelotero tenía un talento increíble, bateador de fuerza, rápido en el corrido de las bases, muy aguerrido en el terreno. Creo que siempre le achacaban, cuando no lo incluían en los equipos, que no tenía brazo. No recuerdo cuándo se lastimó el brazo, pero eso sí, fueron muy injustos con él.
“Fui su compañero de cuarto en la Liga de Desarrollo, junto a Yadel Martí, y creo que eso se debió a que los tres teníamos características similares, cada uno en sus respectivas posiciones. Era un jardinero con mucha voluntad, no le importaba tirarse de cabeza o chocar contra la cerca con el objetivo de atrapar la bola. Muchas veces en las preselecciones de Metros lo ponían de tercer bate y era temido por los pitchers”, rememora Neninger.
Su única contienda en el principal certamen deportivo de la Isla fue la edición 39 (1999-2000) y compartió los jardines en el conjunto escarlata con Serguey Pérez, Juan Carlos Muñiz, William Bustamante, Alexei Hernández y Yoandry Urgellés, debutante igual que él. Con 24 años en aquel entonces, promedió .233, con 10 imparables, un doble, un triple, seis impulsadas, cinco boletos y 12 ponches.
Lució en su dorsal el número 9, según su amigo Alain Mendiola.
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Julio Gomez (Mule)
Ud siempre va a estar con todos te queremos y vamos a estar orando por tu familia
Fuiste grande como hijo y como amigo