En algunos países o zonas específicas, el periodo de aislamiento parece estar llegando a su fin. En varios se ha extendido más de lo previsto… ¿Qué ha sido de tu vida durante este tiempo? Dicen por ahí que debemos salir de la etapa en cuestión con un libro leído, una enseñanza aprendida, un nuevo emprendimiento u oficio… que debió ser un momento para el conocimiento y la reflexión, para convertirnos en mejores personas… pero sabemos que algunos la mayor hazaña que han logrado ha sido levantarse a las 9.00 AM para ver los partes del doctor Durán.
Como no es nuestra intención dar una charla de autoayuda ni convertirnos en consejeros con una lista de “diez cosas que deberías hacer para emplear el tiempo durante la cuarentena”, solo nos limitaremos a dejar por acá algunas ideas geniales que tuvieron varias personas en distintos lapsos de aislamiento.
PD: Discúlpennos, pero en el siguiente top no está incluido Las que no iban a salir, de Bad Bunny.
Giovanni Boccaccio dedicó su tiempo al Decamerón
Fue en un período de aislamiento para evitar el contagio de peste negra o peste bubónica, pandemia devastadora que afectó a Europa en el siglo XIV, cuando el escritor italiano, refugiado en la campiña toscana, escribió esa célebre obra. La historia, coincidentemente, recoge la vida de diez jóvenes (siete mujeres y tres hombres) que deciden aislarse juntos en el campo y, como parte de sus rutinas, cuentan historias. En el texto aparecen cien relatos, pues durante diez días, cada uno de los diez muchachos desarrolla una narración.
William Shakespeare habría escrito El rey Lear y Macbeth
Nuevamente la peste –aunque en esta ocasión nos referimos a un brote en los siglos XVI y XVII, y el consiguiente período de aislamiento en Inglaterra– legó obras de infinito valor y con muchas referencias a la epidemia. Por la fecha en que fueron presentadas, se estima que El rey Lear, Antonio y Cleopatra y Macbeth, tres de las grandes tragedias del inglés, fueron escritas en confinamiento. Las anteriores tienen algunos puntos en común como su apego a la historia, traiciones, manipulaciones y héroes con defectos.
Los primeros aportes a la ley de gravitación universal de Newton
Cuando Isaac Newton era un estudiante y la pandemia de peste se propagaba por la ciudad de Londres, debió quedarse en cuarentena y aprovechó este tiempo para dedicarle horas al estudio. Desde una finca familiar, cerca de Cambridge, se mantenía aislado, pero desarrollando ecuaciones matemáticas constantemente. Como resultado de este período en casa, luego llegarían algunas de sus teorías sobre la óptica, el cálculo y lo que se convirtiera, con el tiempo, en la ley de gravitación universal.
Pinturas icónicas de Edvard Munch y Egon Schiele
La gran pandemia de gripe española en 1918 dejó un saldo elevadísimo de muertos y devastación, no obstante, en medio de este escenario, ambos pintores lograron obras que han trascendido en el tiempo. En Viena, Austria, Egon Schiele captó en su lecho de muerte a una de las víctimas de la enfermedad, el también pintor y líder del movimiento modernista Gustav Klimt. Mientras, en Noruega, Edvard Munch –autor del famoso cuadro El Grito– contrajo esa enfermedad y él mismo plasmó su estado en Autorretrato con gripe española.
Mary Shelley y la idea inicial de Frankenstein
No fue precisamente una epidemia, pero sí unas condiciones climatológicas adversas las que llevaron al aislamiento a esta dramaturga británica. En 1816, conocido como el año sin verano, por sus temperaturas bajísimas, la escritora tuvo la idea inicial de lo que sería luego su novela más exitosa. El encierro en un chalet en Suiza fue productivo para ella y su esposo, el también escritor John Polidori. Allí tenían fructíferas conversaciones que dieron lugar posteriormente a memorables obras.
Y recuerda: si ellos pudieron crear obras memorables durante sus periodos de aislamiento, ¿por qué tú no podrías?
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