Fortuna SC, la casa del fútbol cubano en la Florida

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Fortuna SC. Foto tomada de la página en Facebook del equipo.

Decir que hay talento en el fútbol cubano es una obviedad tan clara como que una pelota es redonda o que una portería tiene forma de rectángulo. Varias generaciones de atletas han ido demostrando que, a pesar de las masivas tupiciones mentales y otra sarta de vicisitudes, sobre la cancha se saben hacer las cosas, más todavía si fuera de ella hay alguien que le da sentido a todo.

Hace bien poco, una docena de los más prometedores futbolistas de Cuba, pertenecientes a la categoría sub-20, decidieron decir adiós –de momento- a su sueño de seguir defendiendo los colores de la escuadra nacional. Las perennes y crecientes dificultades, además del legado de sueños rotos de sus predecesores, terminaron por convencer a estos chicos de trazar su ruta al éxito fuera de casa.

Lo peor es que tal suceso no resulta para nada ajeno a lo que conocemos. Tiempo antes, unos cuantos mundialistas de Turquía 2013 ya habían optado por esa vía, mientras otros de sus compañeros sencillamente decidieron apartarse del balompié, desilusionados del tratamiento injusto y la falta de oportunidades que les golpearon directamente. Responsabilidad de ello tiene la Asociación de Fútbol Cubano… y algunas instituciones más.

Tampoco vamos, ahora, a presentar las cosas demasiado grises, porque no lo son. Hay esperanza para aquellos que intentan buscarla, y si a usted le quedan dudas, le aconsejo darse una vuelta por el sureño estado norteamericano de Florida y preguntar por un grupo de muchachos que han tenido, curiosamente, la suerte de encontrar su camino futbolero con el club Fortuna Soccer Club, establecido en la ciudad de Miami hace cuatro años.

Los protagonistas de este relato están acompañados desde la banda por sus mentores: el fundador Mario Lara y el coach Miguel Tito. Cada noche de viernes sobre el césped del Kendall Soccer Park, esta tropa de entusiastas persigue las mismas metas que otros se trazaron no hace tanto: las canchas estadounidenses, en donde varios estelares como el volante Osvaldo Alonso (Seattle Sounders), y el defensor Jorge Luis Corrales (Chicago Fire) han conseguido establecerse en la máxima categoría.

Arturo Diz Pé (ahora en el Portland Timbers 2) y Corrales pasaron en su momento por la “afortunada” disciplina de los miamenses, al igual que hicieran compañeros suyos que hoy se desempeñan en clubes de diferentes divisiones, entre ellos, Ariel Martínez y Darío Suarez (FC Miami), Yendry Torres y Brian Rosales (Tulsa Roughnecks) y Héctor Morales (Ann Arbor), por mencionar unos pocos.

Las aventuras de estos muchachos aparecen narradas en su mayoría en el blog de Fútbol Cubano, administrado por Mario, un hombre que ama como pocos la camiseta de las cuatro letras. Él mismo, desde su portal, ha fustigado y defendido a la selección de la Mayor de Antillas, sin dudar ni un momento en exponer las muchas falencias y desatinos de los administrativos del Inder y la AFC a la hora de organizar, aprovechar el potencial y motivar a los deportistas que defienden a día de hoy el nombre de los llamados Leones del Caribe.

Antes de seguir, habría que explicar lo que significa el Fortuna. Para ello basta con desentrañar los símbolos de su escudo con forma elíptica. En lo más alto, a la izquierda, y como señal permanente de los orígenes de sus miembros, está el archipiélago cubano. A su derecha, también en la parte superior, pueden verse unas estrellas que representan a los futbolistas nacidos en la isla que se encuentran esparcidos por el planeta. Al dividir las partes superior e inferior, puede verse una franja en donde reza: “Miami Est. 2014”, lógica referencia a la ciudad y la fecha de creación de la institución. Debajo, en primerísimo plano, aparece una “F” de estilo gótico, clara reminiscencia al original club Fortuna Foot Ball Club, primero de Cuba en realizar una gira internacional, cuando viajó a Costa Rica en el año 1926. En el fondo, adornado por un balón de fútbol, todo es verde, color que indica la esperanza de un futuro mejor. Por último, e indicando la unidad del conjunto, un anillo de oro rodea la imagen elíptica.

Los orígenes del Fortuna yacen en la idea de crear una selección de cubanos que participara en la Copa Latina, torneo en donde participaban combinados en representación de todas las comunidades de emigrantes que viven en esa urbe floridana. Según cuenta Mario, y contrario a lo que pudiéramos pensar, el nivel era muy alto, pues aquellos onces que tenían dinero suficiente traían, incluso, a jugadores que formaban parte de las escuadras nacionales absolutas de su nación.

Sin embargo, un golpe de suerte –no se sabe si buena o mala–, hizo que los patrocinadores de la Latina se desvincularan y, por tanto, el evento desapareció. Los chicos, “enfermos” incurables de fútbol, le pidieron a Lara que tomara las riendas. Él, cuya función hasta ese momento había sido exclusivamente de promoción para el club, aceptó. El primer revés vino cuando intentaron incluirse en la Liga de Kendall, cuyo precio de inscripción resultaba excesivo de acuerdo a las posibilidades del grupo. La alegría volvió pronto a sus rostros, cuando los organizadores del torneo les llamaron para sustituir al combinado que iba último.

Aún sin uniformes, debieron alquilar unos a la Liga. El debut sería ante el monarca del Torneo Nivelación, el Uruguay Kendall. Sorpresa fue cuando el Fortuna se plantó más bien que lo esperado y consiguió un valioso empate a dos goles. Yosvani Conde, quien más tarde sería el capitán fundador, hizo el gol número uno del Fortuna en una competición oficial, si es que puede decirse así. Junto a él estaban otros como Reynier Cordova (Harry), Juan Lorenzo, Alex Ramírez, Andy Ramos y Alejandro Hernández, grupo que todavía forma parte del equipo de la gran “F”.

Las sonrisas se siguieron acumulando, al punto de que Mario Lara y sus discípulos rozaron la clasificación a play off, de los que se vieron privados por un revés en la jornada de cierre. Durante esa temporada inicial, Anderson Padrón, amigo personal de Mario y encargado del club Union USA, se convirtió en un aliado importante. Desde entonces, Union y Fortuna comenzaron a intercambiar jugadores, una tradición que se mantiene hasta nuestros días como muestra de la hermandad entre cubanos más allá de las fronteras de la Isla.

Al año siguiente, Lara y su tropa levantaron por fin un título. Los recuerdos de aquel Torneo de Segunda División no se irán de su memoria nunca, sobre todo la noche del choque semifinal ante Miami Sounders, partido que Mario califica como el más tenso de su breve historia. Con un jugador de menos durante buena parte del enfrentamiento, luego de la roja que recibiera su portero titular, les pitan un penal en contra. Conde asume el reto, se pone los guantes y detiene el disparo. Luego llegarían más penales, esta vez en forma de tanda definitiva. Empatados a dos, la suerte parece fallar: Fortuna falla la tercera oportunidad y acto seguido Yosvani se lesiona. Tony Núñez se viste de héroe para la ocasión, y detiene par de tiros desde los doce pasos. En lo adelante anotarían otro par de penales y cerrarían por todo lo alto su pase a la gran final, en donde luego vencerían cuatro goles a uno.

Comenzaría entonces una época de dominio fortunense, racha marcada por el arribo a tres finales consecutivas, aunque empañada por igual cantidad de derrotas. No fue hasta el cuarto intento que llegó la redención: el triunfo ante Real Miami, uno de los tres anteriores. En 2018 vuelven a alzar otra copa frente al Doral, todo un histórico de las lides miamenses.

En 2016 fue noticia el ascenso de un cuarteto de futbolistas al Fort Lauderdale Strikers, en su rama para menores de 20 años. Ellos fueron Jonathan Moliner, Jarni Prieto y Modesto Méndez, quienes llegaron a ser titulares, además de Ulises Serice, quien acumuló unos cuantos minutos de juego.

Esa misma temporada hubo un tope con el Strikers de mayores, equipo perteneciente a la North American Soccer League (NASL, equivalente de la segunda división), en donde estaba incluido nada menos que Amauri, delatero italo-brasileño que jugara en la Serie A con Juventus, Parma, Fiorentina, Palermo, Napoli, y que act ualmente milita en el New York Cosmos.

A lo largo de este tiempo, el equipo ha contado con el honor de tener entre sus filas al máximo goleador de la Liga en cinco ocasiones. Los “matadores” que han logrado tal hazaña son Johan Panfet, Darío Suárez, Frank López (dos veces) y Liván Vasconcelos. Por si fuera poco, si en la puerta contraria han tenido éxito, defendiendo el arco propio sus representantes también han hecho méritos para ser elegidos en varios ocasiones como los más destacados. Dariel Cordero, Reybis Chinea y Andy Ramos conforman el trío de porteros que se ha llevado el galardón.

De lo que se trata el proyecto que conducen Lara y Tito, más allá de goles y victorias, es de servir a modo de cantera, y posteriormente de trampolín, para el ascenso de esas figuras a categorías superiores. Los jugadores ni siquiera cobran por jugar, sino que su “Champions League” particular consiste en ganar y llevarse a casa un cheque –suma de los aportes de entrada que hace cada equipo a principio de temporada– que les permita costear los gastos de botines, camisetas y otros útiles deportivos. La intención es mantener rodando la pelota el tiempo suficiente como para que un ojeador venga y se fije en ellos. Mientras tanto, ellos se divierten como hermanos.

Jugadores que han vestido los colores del Fortuna SC, y que ya han transitado por categorías profesionales o semiprofesionales:

Jorge Luis Corrales (Chicago Fire, Miami FC, Fort Lauderdale Strikers)
Frank López (LA Galaxy 2) – USL
Arturo Diz Pé (Portland Timbers 2)
Yendry Torres (Tulsa Roughnecks) – USL
Brian Rosales (Tulsa Roughnecks)
Héctor Morales (AFC Ann Arbor) – NPSL
Darío Suárez (AFC Ann Arbor) – NPSL, Miami FC – NPSL
Eusebio Ruiz – Boca Ratón FC – NPSL

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