A principios de diciembre pasado, la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), a través de su página web, comenzó una serie de artículos en siete entregas bajo el nombre Década de Emociones, cuyo propósito fundamental era reconocer a los peloteros íconos durante el período de 2010-2019 en ese circuito que en pocos años festejará su aniversario 100, algo que lo ratifica como el campeonato profesional más longevo del país. Los materiales versaron sobre las eficientes actuaciones de receptores, jugadores de cuadro, jardineros, lanzadores abridores, relevistas, directores, así como los estadios más visitados en ese lapso.
En un torneo que desde sus orígenes contó con representación cubana y, paulatinamente, fue ganando en sangre insular, no alarma que en algunas de esas entregas se reconozca el desempeño de jugadores antillanos. En efecto, entre los jardineros más sobresalientes aparece el pinero Félix Pérez, mientras que integra el grupo de diez abridores el matancero Yoanner Negrín.
Félix, de 35 años y con experiencia en tres Series Nacionales con la Isla de la Juventud, debutó en 2015 en el torneo veraniego azteca con los Sultanes de Monterrey, después de cinco temporadas en Ligas Menores con los Rojos de Cincinnati, dos en Puerto Rico, tres en Venezuela y una en el principal torneo invernal mexicano.
Desde su llegada, hace un lustro, se ha mantenido vinculado a los Sultanes e igualmente militó hace dos años con los Rieleros de Aguascalientes. Sus estadísticas con ambos conjuntos lo convierten en uno de los bateadores más respetados en la LMB en los últimos años y, por ende, justifican sobradamente su inclusión entre los diez mejores patrulleros en la década de marras.
Ha estado en 387 partidos y sus números demuestran el crecimiento deportivo de un atleta que en Cuba solo disparó siete jonrones y ya va por 104 en el torneo veraniego. Con average de .305, igualmente ha producido 94 dobles, 448 imparables, 340 impulsadas, además de 289 ponches y 169 boletos.
El poder del zurdo, demostrado en la relación hits-jonrones, tuvo uno de sus mayores premios en 2018, cuando lideró el primer y segundo campeonato en bambinazos, convirtiéndose en el primero en la LMB en conseguir el trofeo en contiendas sucesivas, desde que lo lograra Leo Hernández (1988 y 1989). Félix jugará a partir de abril su sexta temporada con los Sultanes.
Treinta y cinco abriles tiene también el derecho Negrín, que lanzó en cuatro Series con Matanzas y se estrenó en 2012 con los Olmecas de Tabasco, luego de un periplo por los primeros niveles de Ligas Menores con los Cachorros de Chicago, organización con la que se mantuvo cinco campañas. Reapareció en la LMB en 2014 con los Olmecas y a partir del año siguiente fue cuando comenzó el dominio de uno de los serpentineros extranjeros más efectivos de ese torneo en las temporadas más recientes.
En su hoja de servicios cuentan siete contiendas con los Olmecas y Leones de Yucatán, conjunto que lo ha recibido como un jugador ilustre y es muy querido por los seguidores del club. De hecho, ya fue confirmado como uno de los brazos principales de los melenudos para el próximo campeonato.
Ha participado en 133 partidos —109 como abridor—, con rendimiento de 61 victorias y solo 23 fracasos, efectividad de 3,13, cinco rescates, 489 ponches y 222 boletos en 690.2 entradas y 33 jonrones permitidos. En 2016 tuvo una actuación asombrosa, con 18 triunfos, un solitario revés y promedio de limpias de 2,29, mientras que presenta en tres contiendas más de diez sonrisas (2016:18, 2017:11 y 2019:13).
En 2016 fue seleccionado como Lanzador del Año y su presencia no ha faltado en los últimos tres Juegos de Estrellas. También quedó campeón en 2018 en el torneo primaveral.
0 Comentarios