A partir del verano de 2009, una serie juvenil transmitida por Tele Rebelde en el espacio de las aventuras se convirtió en un fenómeno social en Cuba, sobre todo debido a su excelente guion, puesta en escena y también a la química que fluía entre sus protagonistas.
Mucho ruido, bajo la dirección de Mariela López, supo ganarse desde un inicio el aplauso de la teleaudiencia gracias a los tópicos a los que aludía una trama centrada en adolescentes, estudiantes de secundaria básica, que se encontraban en un campismo durante las vacaciones.
Aquel material igualmente lanzó las carreras de jóvenes actores como Néstor Jiménez (hijo), Ariadna Núñez, Clara García, Fabián Mora, Milton García, entre otros, a quienes se unieron Rubén Araujo, Ingrid Cruz y Hani Valero. A la perfección funcionó la mezcla de estos bisoños con figuras de larga trayectoria como Osvaldo Doimeadiós, Corina Mestre, Lieter Ledesma, Amarilys Núñez, Marta del Río…
Ejemplos del furor que desataron los episodios hay varios. Entre ellos está el hecho de que, según la enciclopedia Ecured, la obra llegó a superar en teleaudiencia a su homóloga internacional de turno, One Tree Hill (Hermanos rebeldes). Por otro lado, el elenco recorrió instituciones educativas y de otro tipo y su paso por esos lugares llegó a detener las actividades.
Como dato que habla de la trascendencia de dicha producción destaca la agrupación musical que se creó tiempo después con el mismo nombre del audiovisual, cuyo pegajoso tema Señales del destino, que cantaban tres de sus actores, se convirtió en un himno para adolescentes y jóvenes. Esa alineación se mantendría luego durante algún tiempo publicando canciones.
Sobre Mucho ruido y también acerca de su trayectoria profesional conversó hace unas semanas con la revista OnCuba Mariela López y declaró que una de las claves de la gran acogida estuvo en la cohesión del equipo, que aún con el paso de los años sigue manteniendo esa característica.
«El resultado de la serie estuvo en la unión y en el contenido que trataba este dramatizado. En cada capítulo tocábamos algún asunto relacionado con la familia y con las problemáticas de la juventud. En su éxito tuvo que ver mucho también el contenido de los guiones y las relaciones entre los personajes. El público creyó en los actores, en la verdad que se les transmitía. Ese fue un trabajo que la etapa de pre filmación me devolvió. Comencé a escuchar la música con la que ellos se identificaban e incorporé esas canciones a la banda sonora. Aunque fue una propuesta de verano concebida para entretener, la serie tenía resortes que conectaron con ese segmento de la sociedad».
Varios seguidores pensaron en su momento que luego de los 30 capítulos emitidos podría haber existido una suerte de segunda temporada, pero finalmente ello no ocurrió.
«Hicimos una actividad en mi casa después que obtuvimos el Gran Premio de la Popularidad (2010) en el sexto Festival de Televisión, y los actores se comprometieron a formar parte de una posible continuidad de la serie», contó López a la referida web, pero indicó que murió Maité Vila, una de las guionistas, y su hermano Ricardo Vila, el otro libretista, enfermó y «esa fue una de las causas que nos impidió materializar la idea».
«De haber estado listo el guion, todos habrían participado en la segunda temporada. Los actores le tenían mucho amor al proyecto y la serie les devolvió ese cariño a todos los que conformaron el elenco», agregó Mariela.
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