Después de su última temporada en la Serie Nacional, en la que logró con Artemisa sus mejores números en promedio ofensivo —.293— y OBP —.423—, el habanero Víctor Muñoz Duthil salió de Cuba legalmente en los primeros meses de 2015. Marchó con el aval de siete contiendas, repartidas en dos con Metropolitanos, igual cantidad con Industriales y sus últimos tres campeonatos los jugó con los Cazadores, plantel que le ofreció oportunidades similares a las recibidas con el equipo escarlata.
Para que se tenga una idea, en sus dos campañas con Metros reunió 397 veces al bate, mientras que con Artemisa, en las Series 52 y 53 compiló 371. Eso sí, con el extinto conjunto habanero le fue mejor ofensivamente, pues con los Cazadores solo tuvo un buen curso, el mencionado en el párrafo anterior, cuando participó en 33 partidos y conectó 29 hits, cinco dobles y cuatro jonrones.
Muñoz nunca fue un jugador de average alto, ni un gran impulsador, más bien su fuerte descansó en el bateo de largo metraje como demuestran sus 30 jonrones de por vida. Bateó en siete campeonatos .242, con 224 indiscutibles, 137 anotadas, 37 dobles, 138 impulsadas y 240 ponches en 927 veces al bate, uno cada casi cuatro oportunidades. Siempre defendió los jardines, mayormente la pradera central, y su average fue .983.
Cuando llegó a República Dominicana, hace poco más de un lustro, realizó varios tryouts con el objetivo de firmar con una organización de Grandes Ligas. En ese entonces tenía 28 años. Pero no fue hasta noviembre de 2018 que pudo estrenarse en una liga rentada de nivel, luego de que los Indios del Bóer apostaran por sus prestaciones en la campaña 2018-2019 del circuito profesional de Nicaragua. Desde el inicio tuvo como compañero al jugador de cuadro villaclareño Darián González.
El bateador de Habana del Este intervino con la tribu en 15 encuentros, pero no finalizó el campeonato debido a que causó baja el 20 de diciembre por una lesión en el tobillo derecho —en su lugar entró el utility holguinero Maikel Cáceres. Su desempeño en la pelota nica se resumió de la siguiente manera: average de .288, 17 hits, dos tubeyes, tres cuadrangulares, OBP de .391 y seis impulsadas.
Su tercer bambinazo se lo conectó al otrora lanzador de Grandes Ligas, el nicaragüense Vicente Padilla, para darle la victoria a su elenco en el onceno episodio, con pizarra de 2-1. La conexión viajó por el jardín central, tras conteo de 2-2. Ese fue el primer revés de Padilla en la justa, que antes del vuelacercas tenía tres rescates en igual cantidad de presentaciones, sin carreras, ni incogibles.
A pesar de no cumplir el calendario completo dos temporadas atrás, los Indios del Bóer no le perdieron la confianza al capitalino, y muestra de ello es que lo incluyeron entre sus tres primeros refuerzos extranjeros de cara a la venidera edición, prevista para la primera quincena de noviembre. De momento, junto a él estarán los dominicanos Isaac Silva y el joven Stanley Javier.
Con el fichaje de Muñoz en 2020, los Indios se mantienen fieles a su tradición de contar con peloteros antillanos en los últimos campeonatos.
El jugador de 33 abriles, que intentó retornar a la Serie Nacional dos años atrás, luego de ser subcampeón en la Serie Provincial con su municipio, también ha participado en otras ligas de menos nivel en República Dominicana.
En 2018 militó con los Tabaqueros de Bonao en la Liga de Verano del Cibao, y al siguiente año, en ese propio certamen, representó en la fase regular a los Andulleros de Santiago, para luego ser solicitado como refuerzo en la final por los Tiburones del Norte. Recuerden que en 2019 el cubano estuvo entre los tres mejores bateadores, al promediar .385, con 10 hits, nueve impulsadas (tercero) y seis dobles (líder).
En enero de 2020 fue uno de los antillanos que jugó en la naciente Liga Profesional del Nordeste, en su caso con el equipo Terrenero Soy.
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