El pasado 17 de septiembre, el periodista Randy Vasconcelos dio a conocer que el inicialista espirituano Yunier Mendoza había decidido colgar los spikes después de 25 Series Nacionales. La noticia tomó por sorpresa a varios aficionados, pues el trinitario dejó muy buenos números en la última justa doméstica, donde terminó con el quinto mejor promedio ofensivo del campeonato (.385), además de porcentaje de embasado de .411, nueve dobles, dos vuelacercas y 22 remolques.
El primera base, que también fungió como refuerzo de Matanzas, Artemisa, Santiago de Cuba y Holguín, bateó más de .300 en la mayoría de sus campañas y en más de ocho lides superó los cien imparables. Actualmente se halla en el tercer puesto histórico en indiscutibles, con 2447, solo superado por el tunero Danel Castro (2502) y Frederich Cepeda (2491), mientras que en el departamento de dobles es onceno (352).
Pese a sus excelentes rendimientos curso tras curso, apenas fue tenido en cuenta para formar parte de selecciones nacionales, quizás por su poco bateo de poder, indicador que generalmente ha guiado a los técnicos a la hora de escoger a los defensores del primer cojín para los planteles de las cuatro letras. Solo viajó con el equipo Cuba a la edición del 2010 de la Semana Beisbolera de Haarlem, en los Países Bajos.
Sobre su adiós conversó recientemente con el diario local Escambray y explicó que decidió, junto a su familia, no jugar más. “Podía jugar dos o tres series más, llegar a 30 quizás, pero todos saben que llevé muchos años rindiendo para la provincia, para Cuba; y sí, me voy un poco molesto, decepcionado, pues nunca se me tomó en cuenta para nada y decidí darles paso a las figuras jóvenes, a ver si tienen más suerte que yo”.
Sobre su casi nula inclusión en escuadras patrias, dijo que supo que nunca podía integrar el primer elenco, debido a la calidad de jugadores en su posición, pero pudo haber viajado con el B o con otros. Ejemplificó que en Holanda terminó como quinto en la tanda, superó los .400 y después no lo consideraron para más ningún otro combinado.
Sin embargo, el también conocido como ‘La regadera trinitaria’ confesó que, pese a terminar «desencantado» año tras año, se mantenía sobre los terrenos jugando para sí mismo, para su familia y para el público que siempre le ofreció su respaldo y apoyo.
Mendoza, de 44 años, dejó los diamantes de la Serie Nacional con un subtítulo y cinco terceros puestos, varias selecciones al Juego de Estrellas, guantes de oro y puestos cimeros en average. Se despidió con promedio de .324, OBP de .386 y slugging de .406, y reunió 39 triples, 63 vuelacercas, 932 carreras empujadas y un AVE defensivo de .991.
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