Villa Clara finalizó hace unos días su actuación en la actual Serie Nacional con balance de 37 victorias y 38 derrotas, sin opciones de avanzar a los playoffs. Desde antes del inicio del campeonato se sabía que esta sería una temporada difícil para los naranjas, sobre todo debido a las ausencias, no obstante, permanecieron hasta las últimas semanas del calendario regular en la lucha por un boleto para la próxima ronda.
A pesar de los jugadores que no estuvieron en el equipo este año, en enero publicamos aquí acerca de la posible incorporación de dos peloteros residentes fuera de Cuba: Adrián Felipe Pérez Machado (nacido el 15 de diciembre de 1999) y Lázaro Alain Lapeira Escuela (13 de agosto de 1999), quienes viven en Miami, Estados Unidos, país al que llegaron de manera legal en 2016.
Finalmente, de ellos solo conformó el grado este último, quien no gozó de mucho protagonismo (en 59 turnos pegó 12 indiscutibles, válidos para un average de .203). Pero hubo otro jugador no vinculado al sistema deportivo cubano, del que apenas se habló y debutó este año con los Leopardos.
Se trata de Víctor Boch, quien el pasado 28 de enero cumplió 21 años. Entrevistado por Ilioberto Rodríguez, para la emisora local CMHW, el oriundo de Caibarién contó que regresó a Cuba, procedente de República Dominicana, el 15 de diciembre del pasado año.
En tierra quisqueyana se mantuvo alrededor de tres años y medio con la intención de firmar con alguna organización de Grandes Ligas, objetivo que nunca pudo concretar.
Como jardinero destaca por su velocidad a la defensa y también en el brazo. Según declaró al medio villaclareño en enero de este 2023, estaba lanzando entre 94 y 95 mph. Además, comentó que mientras estuvo en territorio dominicano, sus batazos salían a más de cien millas por hora, algo bastante resaltable si tenemos en cuenta que, de acuerdo con varios sitios especializados, los grandes jonroneros de MLB promedian en sus conexiones una velocidad de salida de más de 90.
Pese a los anteriores atributos, el manager Ramón Moré decidió darle poco juego al debutante en Series Nacionales, quien solo consumió nueve turnos oficiales y ligó dos imparables (promedio ofensivo de .222), ambos extrabases (un doble y un vuelacercas). Como aspecto negativo estuvieron los cuatro ponches que se tomó.
El pasado 25 de mayo consiguió su primer jit en los campeonatos cubanos y fue un cuadrangular con las bases llenas en el triunfo 11-3 ante los Cachorros de Holguín.
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