En un ambiente con inclinaciones artísticas, nació en La Habana, en 1968, Ernesto Ruiz Faxas. «En la casa del Cerro convivimos con el Benny Moré, Barbarito Diez, Tito Gómez, Roberto Faz, Tejedor, Daniel Santos y una cantidad de músicos cubanos y extranjeros que amenizaban las mañanas y las noches, casi al mismo nivel que el aroma de café”, narró hace unos años a Cibercuba.
Sin embargo, el joven se decantó por los deportes. Se crio cerca del estadio Latinoamericano. Jugaba softbol, fue nadador, practicó polo acuático y béisbol.
Cierto día, un amigo le recomendó ir a ver al Jefe de Programación de una emisora. Corría el año 1990 y, durante los preparativos para el Mundial de fútbol de Italia, se presentó en la COCO delante de Rodolfo García, quien más adelante se convertiría en su compañero de trabajo.
Ahí se formó y nutrió de cuanto pudo, sobre todo de las enseñanzas de colegas del gremio como Armando Campuzano, William Vizoso Vasallo, Manuel Alejandro Pérez, entre otros. A la par, comenzó a estudiar la carrera de Derecho en la Universidad de La Habana, pero no la terminó.
En sus inicios estuvo en el programa Amanecer deportivo, cada día, de lunes a sábado, bien temprano en las mañanas. Luego pasó a dirigir el espacio Última página, que se transmitía los domingos, el cual condujo junto al narrador de equipos capitalinos, Andy Vargas.
En 1995 llegó a la televisión y se coló en las pantallas los sábados. Trabajó como conductor de la sección de videos musicales del programa Contacto. Cuando quiso llegar al Noticiero Nacional Deportivo y su redacción, tuvo un problema, según contó el propio Ernesto a Julita Osendi: “venía de la farándula y la música, con pelo largo, a lo rockero, y eso no encajaba con el estilo, ni con las formas de un noticiero. Fue mi primer gran tropiezo, pero necesario. Ahí empezó todo”.
Como comentarista, su voz se escuchó en narraciones de varias disciplinas, pero en 1997 se fue hacia España a actuar. Su debut ocurrió en la serie Todos los hombres sois iguales, de la cadena Telecinco. Su personaje era el de un cubano recién llegado a Madrid, que comenzaba una relación con una mujer que trabaja como sirvienta y era perseguida.
En gran medida, su cambio de profesión se debió, según declaró en otra entrevista, a «las ganas de salir y ver otras cosas… otro tanto, el querer experimentar en algo que sé que pudiera ser interesante”. Pese a ello, “una cosa pensaba y otra cosa era la realidad. Cuando me vi entre tantos ‘monstruos’ de la actuación, mis piernas temblaban”.
En ese mismo diálogo confesó que había llegado a la actuación de manera circunstancial: una productora española lo vio en la televisión cubana en 1996 y le propuso actuar en una serie en ese país. Él le explicó que ese no era su fuerte, pero decidió aventurarse.
En esta esfera la agradece al realizador Tomás Piard. Bajo su dirección, participó en las obras Amor con amor se paga (1999), adaptación de teatro para la TV, basada en la original de José Martí, y en el largometraje Ítaca (1999). Por otro lado, también apareció en el filme Operación Fangio (2000), del director Alberto Lecchi.
Desde el año 2000 y hasta el 2012 permaneció en México. Estuvo en más de 15 telenovelas producidas por TV Azteca y Televisa, entre ellas, Amar sin límites (2006), Las tontas no van al cielo (2008) y Mar de amor (2010).
Allí, además, hizo teatro, cine y regresó a la conducción. Participó en la cinta Che, el argentino (2008), del cineasta Steven Soderbergh.
Pero la despedida de los deportes nunca fue definitiva. El cubano se convirtió en corresponsal para México de la cadena ESPN, por lo que estuvo vinculado a eventos como el Clásico Mundial de Béisbol, la Copa Libertadores de América y la Liga de Fútbol de esa nación.
Luego de 2012 llegó a Miami, donde reside actualmente. Ahí ha formado parte de elencos en obras de Telemundo, e incluso llegó a estar en tres audiovisuales al mismo tiempo. En el año 2013 lo pudimos ver en Marido en alquiler, Santa diabla y Dama y obrero.
Durante su paso por los sets de grabación, ha coincidido con Mario Cimarro, Luis Alberto García, Darío Grandinetti, Jorge Perugorría y otros. Igualmente, tuvo la suerte de entrevistar a «El Divo de Juárez», Juan Gabriel, y al exmandatario mexicano, Felipe Calderón.
En 2019 encarnó al agente Slingman en el filme Wasp Network, del director francés Olivier Assayas y, según Cubactores, página en redes sociales que promociona el trabajo de los protagonistas de ese mundillo cultural, pronto estará en la telenovela de Telemundo, La mujer de mi vida.
La producción de esta última se llevó a cabo en Florida y su trama se centra en un hombre de negocios, cuya vida, aparentemente tranquila, cambia por completo. 
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