Lo mismo que logró Lourdes Gurriel con sus tres hijos, que siguieran sus pasos en el béisbol, lo está consiguiendo otro deportista cubano, el otrora pesista del equipo nacional, el habanero Ciro Ibáñez. Sus tres descendientes no pudieron resistirse a toda esa pasión transmitida por él intencional o involuntariamente y ahora buscan emular su palmarés bajo la bandera de Canadá, donde residen todos.
Brayan Ibáñez Guerrero (16 años, 81 kg) y Emily Ibáñez Guerrero (12, 55 kg) se alistan para intervenir en el próximo Campeonato Mundial Sub-17, del 25 de marzo al 1 de abril en Durres, Albania, mientras Rosalie Ibáñez Dumas (30, 81 kg), en esa misma fecha, estará en el Campeonato Panamericano absoluto de Bariloche, Argentina, donde buscará un boleto para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Con posibilidades reales de escalar al podio llegará Brayan a la urbe albana, amparado en sus marcas y su pasado más reciente. En agosto de 2021 fue campeón panamericano sub-15 en Monterrey, México (oro en arranque y total, plata en envión y firmó dos récords continentales) y en junio de 2022 cumplió con creces durante su concurso en el Mundial juvenil, en la ciudad azteca de León, donde obtuvo bronce en arranque y total.
El joven presume como mejores marcas 141 kg en arranque y 170 kg en envión, que lo posicionan entre los punteros del orbe en su categoría de edad. De obtener un resultado de 320 kg en el biatlón, podría entrar en la clasificación olímpica.
Dice Ciro que su hijo tiene la posibilidad de llevarse el título universal o ubicarse entre los tres primeros en una justa con un nivel muy elevado. Él sigue la preparación en Montreal, donde estudia.
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“Sobre Emily te diré que es tan talentosa como su hermano, y en breve tendrá la oportunidad de representar a su país por primera vez. Es una fuerte candidata a terminar como medallista, pues sus registros aparecen en el top-5 del orbe. Ha hecho 176 kg en el total en una competición oficial, pero está preparada para lograr 180 o 182 kg. No creo ser ambicioso con ella, más bien objetivo. Obviamente, al estar en su primera competición internacional, pueden ocurrir muchos factores, como los nervios, por ejemplo. Pero ella es muy competitiva, se supera una y otra vez, por lo que esperamos que mantenga esa línea”, expresa.
En el caso de Rosalie, su progenitor afirma que viajará a Argentina con pronóstico de conseguir una presea. Todo esto que está pasando lo veo como un sueño, agrega, pues nunca pensé que mis tres hijos se inclinaran por mi deporte.
La entrenadora del trío, Abigail Guerrero, pareja de Ibáñez y madre de Brayan y Emily, acudirá como seleccionadora a Albania. Guerrero fue discípula de Ciro durante varios años y se convirtió en su esposa hace un cuarto de siglo.
Ibáñez, de 63 años, fue integrante de la selección cubana durante una década, obtuvo el cetro continental en 1983 y participó en numerosos eventos internacionales hasta 1987, cuando se desvinculó del equipo antillano en una escala en Canadá.
Allí ha desarrollado una notable carrera como preparador desde 2012 y uno de los principales frutos de su labor es la promoción de siete atletas a diferentes conjuntos nacionales del país norteño.
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