No dudemos que uno de los torneos más desastrosos que ha tenido el béisbol cubano en los últimos cinco años, ocurrió del 13 al 22 de julio de 2018 en Holanda, cuando se jugó la Semana Beisbolera de Harlem. La edición 29 de ese evento le deparó al equipo antillano una sarta de derrotas, algunas de ellas impensables, durante la fase clasificatoria. Sí, efectivamente, ese fue el torneo en el que nuestro país tocó fondo, luego de perder en su primer partido ante Alemania, con pizarra de 4-5, y victoria a la cuenta del santiaguero Enorbel Márquez.
Márquez, durante más una década figura fundamental en los cuerpos monticulares de conjuntos alemanes, con su relevo final de tres entradas, un solo imparable, tres ponches y un boleto, se encargó de que la Isla entrara con el pie izquierdo al certamen y con ese mismo pie caminó toda la etapa regular. Después aparecieron derrotas sucesivas ante Japón (1-7), Italia (3-7), Holanda (4-6) y Taipei de China (2-12). Al final, ese elenco ocupó la cuarta posición, tras vencer en los play off a los equipos teutón e italiano.
En ese entonces, el conjunto dirigido por Víctor Figueroa tenía varios activos para, al menos, discutir el título, debido a la presencia de Ariel Sánchez, Eduardo Blanco, Jorge Jhonson, Yasiel Santoya, Jorge Alomá, Yosvani Torres, Frank Luis Medina, José Ángel García, entre otros destacados jugadores. Sin embargo, no se pudo ni siquiera alcanzar un lugar en el podio y ese oscuro desempeño estuvo en la comidilla deportiva de Cuba durante buen tiempo.
Dos años después, en 2020, uno de los torneos previstos en el calendario internacional de la pelota antillana era la Semana de Harlem y no es necesario preguntarle a ningún directivo para saber que el equipo cubano que acudiría a la justa holandesa tendría como principales misiones las de superar el cuarto puesto de 2018 y tener una etapa clasificatoria mucho más efectiva, con par de éxitos como mínimo. El Comisionado Nacional del deporte, Ernesto Reinoso, dio casi por seguro que el representativo que viajaría sería uno resultante de la preselección nacional Sub 23, que se prepara para la Copa del Mundo de la categoría en las urbes mexicanas de Ciudad Obregón y Los Mochis, del 30 de septiembre al 9 de octubre venidero.
No obstante, el conjunto cubano tendrá que aguantar su sed de redención, pues el torneo que estaba previsto a realizarse entre el 26 de junio y el 5 de julio ha sido cancelado, debido a que sus organizadores anunciaron el 24 de marzo que la radical decisión obedecía a la tensa situación que vive Holanda, Europa y el mundo a causa de la Covid-19. En la trigésima edición estarían un conjunto local, Cuba, Alemania, el actual monarca Japón y Taipei de China.
Según un comunicado aparecido en la página oficial, el gobierno holandés suspendió todos los eventos deportivos hasta el 1 de junio y aunque la Semana Beisbolera empezaría a fines de ese mes, el sentido de responsabilidad primó. “Entendemos que esto puede ser una decepción para cualquiera que se preocupe por el béisbol. Al mismo tiempo, también nos damos cuenta de que hay problemas más importantes en este momento. La salud y la seguridad tienen la máxima prioridad”, explicó. Por lo tanto, la versión 30 se realizará en 2022.
Dentro de dos años será la esperada oportunidad de mejorar el mustio desempeño de 2018, algo que, de alcanzarse, aportaría mucho a la rica historia de nuestro país en ese evento en suelo tulipán. De 14 participaciones que acumula, ha llegado al podio 13 veces: cinco títulos, seis segundos lugares y par de medallas de bronce.
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