
El nombre de Yunel Escobar es conocido por todos los seguidores de la pelota cubana, debido a que el capitalino fue uno los hombres más sólidos de la Mayor de las Antillas durante los diez años que duró su recorrido por la MLB.
Tras su retiro en 2018 se estableció en Miami, ciudad en donde lleva alrededor de cinco años librando una batalla legal contra The Ivy Condominium Association, Inc., los dueños del lugar en donde vive junto a su familia desde 2020.
A finales de marzo último, Escobar hizo pública una campaña de reclamos por el mal estado de su vivienda. En un video publicado en su página de Instagram, expuso el riesgo estructural del penthouse perteneciente a The Ivy Apartments —situado en la zona de Brickell—, cuyo posible colapso pondría en riesgo la vida de los residentes.
“¿Hasta cuándo la negligencia seguirá poniendo vidas en riesgo? Mañana presentaré pruebas documentadas que demostrarán la gravedad de la situación. No permitiré que esta crisis se silencie. Si tengo que presentarme solo en la corte, lo haré. Las autoridades, el sistema judicial y el condado deben actuar ya. La historia ha demostrado que ignorar advertencias solo trae tragedias”, escribió en ese momento.
Alrededor de un mes después de este post, Escobar volvió a hacer pública su molestia luego de recibir una propuesta de acuerdo de parte de la empresa. El ex ligamayorista calificó la proposición como “tan ridícula que incluso el abogado que se suponía que me defendería se avergonzó de mostrármela”.
En el acuerdo, la compañía le ofrecía 45 mil dólares para subsanar los daños ocasionados a él y sus familiares durante los cuatro últimos, debido al mal estado de la vivienda.
Según explica en sus redes sociales, la casa, por la que paga 1 800 dólares mensuales de renta, tiene problemas de moho, techos derrumbados y filtraciones, como consecuencia del mal mantenimiento y la irresponsabilidad por parte de sus caseros. Esto le ha provocado enfermedades pulmonares a su madre y a él, y los tiene viviendo en un miedo constante a que la pésima integridad estructural del lugar afecte también a su hijo pequeño.
El otrora integrante de Industriales ha declarado además que el lugar no cuenta con ascensores ni la suficiente seguridad. Por si fuera poco, también refiere que ha sido víctima de acoso y discriminación
“¿Sabes qué te dan hoy en Miami con $45,000? Lo que obtienes en un pequeño acuerdo por un accidente de coche. Un bolso Hermès auténtico… de la misma marca que ahora está mohoso en mi trastero gracias a la negligencia de The Ivy. La mitad de una reparación barata del tejado que todavía gotea cuando llueve. La mitad del coste del trastero donde guardo mis recuerdos destruidos.
“Analicémoslo: $45,000 ÷ 4 años = $11,250 al año. $11,250 ÷ 365 días = $30.82 al día. TREINTA dólares al día. $30 al día para cubrir: el moho que invadió mis pulmones, los muros que se derrumbaron alrededor de mi familia, las cámaras de vigilancia ilegales apuntando a mi puerta, la falta de respeto de ser tratado como un intruso en mi propia casa, el miedo que se convirtió en parte de la infancia de mi hijo.
“¿Quién aceptaría $30 al día para vivir en una pesadilla durante 4 años? ¿Aceptarías que la salud de tu madre fuera destruida por $30 al día? ¿Aceptarías el miedo de tu hijo por $30 al día? ¿Aceptarías perder todo lo que construiste… por $30 al día? ¡Ni siquiera el moho que creció en mis paredes aceptaría esa oferta!”, explicó Escobar en un post fechado el 28 de abril de 2025.
Luego de esta denuncia pública y de presentar su caso ante la ciudad de Miami, la compañía respondió a Escobar pidiendo una sentencia definitiva para concluir las reclamaciones y poner fin al litigio, a lo cual el pelotero respondió:
“¿Dónde está la confirmación? ¿Dónde está el aviso oficial? NUNCA les negué el acceso. Han entrado en mi unidad más de tres veces. ¿Y qué han hecho? Nada. Ninguna reparación. Ninguna acción. Ningún respeto.
“La Ciudad de Miami declaró oficialmente mi unidad como estructura insegura – Caso n.° CE20230002263. ¿Y qué hizo este edificio? Ignorar a la ciudad. Ignorar la evidencia. Ignorar la ley. Ahora quieren cerrar el caso con esta moción, sin siquiera dejar que un juez escuche la verdad. Esto no es justicia, es un encubrimiento. Y no me callaré. Tengo las pruebas. Y el mundo está a punto de verlas”, escribió el 5 de junio último en su cuenta de Instagram.
En los días siguientes, Yunel continuó denunciando a sus caseros por apresurar las votaciones de los propietarios para validar un préstamo bancario luego de haber usado el dinero para hacer reparaciones. Poco después, subió varias fotos exponiendo no solo el mal estado del inmueble, sino también evidencias de cuando en 2024 su madre debió ser hospitalizada, su hijo tuvo sangramientos por la nariz y él se expuso al hongo tóxico que habita en las paredes del lugar.
“¿Cómo es posible que las asociaciones de condominios cobren a los residentes miles de dólares en cuotas mensuales, pero que, a la hora de asumir la responsabilidad por años de daños, negligencia e infracciones estructurales, se escuden en abogados, excusas y lagunas legales?”, reza su post del 5 de mayo, mes en que los propios propietarios del edificio firmaron una póliza de seguros por un valor de 174 282 377 dólares.
Tras meses de exponer su caso en redes sociales y en los juzgados, hace menos de una semana, el otrora integrante de hasta cinco franquicias de MLB, presentó una carta abierta dirigida al Gobierno Federal, el Departamento de Justicia y el FBI, además de incluir a los jueces del condado de Miami-Dade.
“Las cadenas de televisión no me dejan hablar. No porque no les importe la verdad, sino porque contradeciría lo que defienden. Cuando hay dinero, bancos y poder de por medio, la verdad se vuelve peligrosa. Pero no necesito cámaras ni micrófonos. Mi historia está documentada, firmada y respaldada por pruebas. Cada publicación que hago aquí forma parte del acta que un juez leerá algún día”, escribió el 17 de octubre.
Ahora mismo, el caso de Escobar y su vivienda sigue en plena ebullición, mientras que las soluciones para él, sus familiares y vecinos continúan sin aparecer.
Escobar, uno de los ligamayoristas cubanos más consistentes de este siglo
Yunel Escobar Almenares nació en La Habana el 2 de noviembre de 1982 y creció en el barrio de Buena Vista, en el municipio Playa.
Luego de años de practicar el béisbol, en el año 2000 su talento lo llevó a integrar el equipo de Industriales que participaría en la Serie Nacional 40.
Luego de disputar cuatro ediciones del clásico beisbolero en la Isla y salir campeón dos veces (2003 y 2004) bajo las órdenes de Rey Vicente Anglada, nunca como regular indiscutido, Yunel decidió irse del país del país de forma ilegal en busca de un futuro más próspero como persona y como deportista.
Su salida ocurrió a bordo de una balsa junto a más de 30 compatriotas, entre ellos otros peloteros. Luego de pasar dos días a la deriva, llegó a Estados Unidos y contactó con su gran amigo, Brayan Peña, quien había “desertado” en la primavera de 1999 durante un panamericano categoría sub-17 que se jugaba en Caracas, Venezuela.
“Mi familia nunca supo de mí desde el día que me fui hasta que llegué a Florida. Probablemente pensaron que estaba muerto, tal vez me había ahogado. Sabían que intentaba irme, pero no sabían qué había pasado.
“Fue duro, porque dejé a mi madre y a mis hermanos en casa. Tenía 21 años y no sabía lo que me esperaba. Simplemente me arriesgué a llegar a Florida e intentar empezar una carrera. Sí, tenía miedo, porque los dejé a todos atrás”, declaró en una entrevista de 2011.
Al año después de haberse marchado de una forma tan riesgosa, su osadía y aptitudes atléticas fueron recompensadas cuando a Escobar lo eligieron los Atlanta Braves en la segunda ronda del draft de MLB, y recibió un bono de 475 mil dólares.
“Lo considerábamos un talento excepcional. Muchos clubes no creían tener suficiente información sobre él. La mejor recomendación que recibimos fue de Brayan”, contó Roy Clark, director de scouting de los Braves por ese entonces.
Luego de par de temporadas en las menores, Yunel tuvo un debut soñado en Grandes Ligas el 2 de junio de 2007. En aquella fecha, el “Gambáo”, abrió con jit en su primer turno al bate dentro del mejor beisbol del mundo y en la parte alta del octavo episodio conectó un doble que puso en ventaja a Atlanta, que finalmente se impuso por marcador de 5-3. En resumen, ese día bateó de 4-2, con una empujada y una anotada.
En lo adelante, Escobar completó una década en la Gran Carpa, etapa durante la cual vistió los uniformes de Toronto Blue Jays (2010-2012), Tampa Bay Rays (2013-2014), Washington Nationals (20165) y Los Angeles Angels (2016-2017).
Su consistente paso por MLB incluyó 1434 juegos, línea ofensiva de .282 /.350/.386, 1501 hits, 90 jonrones, 1208 carreras producidas (519 impulsadas y 689 anotadas), 258 dobles, 509 boletos, 686 ponches, 34 bases robadas (en 66 intentos).
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