Mientras Sancti Spíritus irrumpió en la cúspide de la recién concluida Serie Nacional Sub 23 de béisbol, sin su estelar del montículo Roberto Hernández en la final ante Cienfuegos, la pelota habanera se quedó con el deseo de que su elenco se armara de valor y fuera el nuevo rey de la justa para menores de 23 años. Las autoridades del béisbol capitalino para la edición que concluyó designaron a Erlys Garrido como director, sustituto de Lázaro de la Torre, sin embargo, el mentor debutante no pudo lograr que sus muchachos avanzaran a la postemporada.
El elenco que sirve de antesala a Industriales no consiguió más triunfos que derrotas, por lo que terminaron en la tercera posición del grupo A, con 15 éxitos y 21 fracasos, superados por la Isla de la Juventud y Pinar del Río, conjuntos que finalizaron empatados con balance de 23-13. Un factor que incidió bastante en ese rendimiento de las huestes de Garrido fue su ofensiva, devenida la más endeble del campeonato (.236 de average, aunque fue la cuarta escuadra con más cuadrangulares, 19).
De la artillería capitalina, solamente Randy Linares y Jeans Fernández batearon por encima de .300, lo que refleja que la gran mayoría de los jugadores rindieron poco bate en mano, entre ellos, el receptor Daniel Tomás Pardo, cuyo apellido, junto al número 24 de su dorsal, puede poner en advertencia que se trata de un familiar del exbigleaguer capitalino Yasmani Tomás, uno de los talentos más prometedores de nuestro béisbol en este siglo y militante cinco temporadas con Industriales.
En efecto, Daniel es hermano paterno del sanmiguelino nacido el 14 de noviembre de 1990. Al igual que Yasmani, ha tenido experiencia con Industriales en la Serie Nacional, aunque en una sola campaña, hace dos años, en la que nada más estuvo en ocho partidos, siempre como jugador de cambio a la defensiva, y apenas compiló dos veces al bate, con una anotada, un doble y una impulsada.
La recientemente concluida justa doméstica Sub 23 reportó pocas satisfacciones para la ofensiva y la defensa de Daniel Tomás, quien interviene en la Serie Provincial con el equipo de Plaza de la Revolución. Su bate promedió para .209 (14 incogibles en 67 veces al madero), dos tubeyes, un bambinazo, nueve remolques, cinco boletos y diez ponches. Al guante ocupó la receptoría, la inicial y los jardines derecho e izquierdo, posiciones que le dejaron average de .913, con seis errores en 69 lances, además de siete bases robadas en ocho salidas.
Daniel, de 23 años y 165 centímetros, en junio de 2018 salió hacia República Dominicana, según dijo a nuestra revista un pelotero capitalino amigo de él. No obstante, allí permaneció poco tiempo, por lo que la pretensión de firmar con una organización profesional no duró mucho, si es que eso estuvo entre sus planes.
Participó en dos ediciones del Campeonato Nacional juvenil (2013 y 2014), donde promedió para .231 (34 imparables en 147 oportunidades), 15 anotadas, seis dobles, un triple, un jonrón, 22 remolcadas, 17 boletos y 22 ponches. Actualmente no conforma la preselección industrialista de cara a la Serie 59, pero no se descarta que puedan convocarlo una vez avanzado el campeonato, como ocurrió en la contienda 57.
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