La historia del béisbol italiano, por cierto, muy vasta, incluye a varios cubanos que han aportado de sobremanera a su enriquecimiento. Sin embargo, solo uno ha podido lucir el elegante uniforme de la selección nacional de ese país como jugador. Ese honor le corresponde al camagüeyano Laidel Chapellí Jiménez, quien comenzó a representar a la nación europea en 2007, el mismo año que recibió la ciudadanía. En ese entonces compitió en el Campeonato Europeo, en España, y después en la Copa Mundial, efectuada en Taipei de China.
En el torneo acontecido en territorio catalán en septiembre, el hermano gemelo de Loidel (muy buen pelotero, integrante del team Cuba) bateó .329, con OBP de .393 y empató en anotadas (siete) con Giuseppe Mazzanti, según el sitio especializado Baseball Reference. Dos meses más tarde no le fue bien con la selección, al conectar par de imparables en 16 oportunidades, sin boletos ni extrabases en Taipei. Curiosamente, su hermano defendió a Cuba en la edición mundialista desarrollada en Roma, nueve años atrás.
Tras finalizar el 2012, acumulaba 47 presentaciones con el conjunto nacional italiano, y otros torneos de interés en que participó fueron el Campeonato Europeo de Alemania 2010, donde su elenco se tituló, y la Copa Intercontinental de Taipei de China ese propio año, la cual fue transmitida por la televisión cubana y el agramontino fue visto en uno de los encuentros. También estuvo en el certamen del orbe de 2011 en Panamá, donde chocó ante Cuba y se fue de 1-0 como sustituto en la derrota de su plantel 1-5.
Por cierto, su estreno con la selección, exactamente, ocurrió el 23 de agosto de 2007 en la ciudad de Chieti, en un tope amistoso contra un equipo cubano dirigido por Lourdes Gurriel, el cual tenía entre sus integrantes a jugadores como Danger Guerrero, Yadil Mujica, Onel Olivera, Albert Carrión, Félix Rivera, Isaac Martínez, Yuniesky Gurriel, entre otros jugadores experimentados.
Desde que llegó en 2004 a Italia, gracias a su pareja, se incorporó a la novena de Parma, en buena medida por las gestiones realizadas por sus compatriotas Antonio Muñoz y Roberto Montero. En los dos años siguientes, y en espera de su ciudadanía, descendió a la Serie B y defendió a los Dragones de Castelfranco. Posteriormente retornó a la división élite en 2007 y hasta el 2016 compitió con cuatro entidades: el club parmesano, Rimini, San Marino y Padova, con el que jugó sus últimas cuatro temporadas, aunque en 2008 fue uno de sus miembros en Serie B.
Después de 13 años participando en las dos principales ligas italianas, 10 en la número uno, con 45 abriles probó una experiencia novedosa a partir de febrero de 2017, cuando fue incluido en el colectivo de entrenadores del conjunto Palladio, de la ciudad de Vicenza, como director técnico y encargado de apoyar todas las categorías.
En 2019 regresó a Castelfranco Véneto, la ciudad donde se desempeñó en Serie B durante 2005 y 2006. Precisamente en ese circuito dirigió al conjunto Metalco Dragons y consiguió una histórica clasificación a Serie A2, después de vencer en el play off a Codogno.
Insertado su club en el grupo B de la actual contienda de la segunda división, junto a Verona, Módena y Bolzano, Chapellí no pudo estrenarse de mejor manera como mentor, a este nivel, en el doble programa del 12 de julio, con par de triunfos de sus discípulos contra Bolzano. El gerente general de la organización, Gianluca Moccia, ha manifestado su confianza hacia el camagüeyano, cuyo equipo dividió ayer frente al potente Módena (8-5 y 3-13).
Laidel, natural del municipio Guáimaro, jugó con los Toros de la Llanura durante 10 Series Nacionales y promedió .284, con 677 imparables, 37 jonrones, 34 triples y se quedó a un tubey del centenar. Igualmente empujó 305 carreras y consiguió 97 bases robadas en 168 intentos. Su último año fue muy bueno e influyó en su convocatoria a la Súper Liga de béisbol, a la que en definitiva no asistió por su salida de Cuba.
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