Las cervezas cubanas han gozado siempre de gran preferencia en el público nacional y, a pesar de que nuestro país es reconocido en el mundo entero por sus rones y destilados, también posee una enorme tradición en el arte de las birras… La historia comienza a mediados de siglo XIX. Aunque desde 1700 se consumía cerveza en la isla (primero, de contrabando de Jamaica y, luego, por importación legal desde Inglaterra), no es hasta 1841 que se comienzan las producciones nacionales.
Según reseña Ciro Bianchi, fueron Juan Manuel Asbert y Calixto García (no hablamos del patriota holguinero), quienes comenzaron su producción en una fábrica en las intersecciones de las calles habaneras San Rafael y Águila. En ese empeño intentaron sustituir la cebada europea por el jugo de la caña de azúcar de producción nacional, pero no tuvieron mucho éxito.
Desde entonces coexistían las de manufactura local con las foráneas. Más allá de la marca, de la calidad, del tipo o color, los cubanos le llaman a la cerveza de diferentes maneras. Laguer, independientemente de que esta es una definición para aquellas de baja fermentación. De este nombre se deriva otro muy difundido en la isla, Lagarto (más allá de ser una marca específica). Otra variación es cerbatana. Una fría es esta bebida almacenada a baja temperatura y dispensada es la manera de identificar a las servidas a granel. De igual modo, se emplean palabras comunes para el resto del mundo como birra (vocablo italiano).
Satánica es otra de las maneras de llamarle a las Tínimas elaboradas en Camagüey, debido a su envase pequeño y oscuro y a su fuerte sabor.
En Cubalite queríamos traerte tres cervezas históricas que… bueno, eso, que ya no aparecen por ahí…
Cerveza La Tropical: la primera cubana
“La Tropical”, como primera cervecera cubana se instala en Puentes Grandes, La Habana, al mando de Ramón Herrera Sancibirían. Al inicio, elaboraban un producto de baja calidad hasta que maestros cerveceros franceses y alemanes la mejoraron. Para 1888, establece alianzas con la “Nueva Fábrica de Hielo”, en el también habanero barrio de Palatino y esto mejoró la producción. La marca fue reconocida nacional e internacionalmente. En 1896, recibió el Gran Premio en la Exposición Internacional de Londres y, en 1897, en Bruselas. Para 1912, fue premiada en la Exposición Internacional del Progreso en París.
Existía la cerveza clara La Tropical y La Tropical Oscura Excelsior. La primera de estas, según su apariencia e ingredientes, podía catalogarse como estilo Pilsener. Tenía abundante espuma y fuerte sabor. Es importante destacar que en los terrenos anexos a la fábrica se construyeron unos jardines para bailables y un estadio.
Polar: «La cerveza del pueblo, y el pueblo nunca se equivoca»
La Polar era la segunda fábrica de importancia entre las compañías productoras de cerveza. Con una marca registrada desde 1916, pero fundada en 1911, la cerveza pertenecía a la Compañía Cervecera Internacional SA, propietaria también de una fábrica de hielo y de la marca Trimalta. Sus instalaciones estaban enclavadas en el habanero Puentes Grandes y tuvo desde su fundación varios directivos, entre ellos, Jesús Rodríguez Batista y Emeterio Zorrilla. Con un oso blanco en su etiqueta, esta cerveza clara era reconocida por su suavidad (baja graduación alcohólica), frescura, sabor y condiciones digestivas.
Hatuey, la gran cerveza de Cuba
Para referirse a la historia de este producto hay que, inevitablemente, mencionar su fábrica. El lugar donde se produjo esta cerveza, situado en el barrio San Pedrito, Santiago de Cuba, fue, inicialmente, la planta Santiago Brewing Company (bajo el mando de Eduardo Chibás, padre del líder cubano del Partido Ortodoxo). Luego, en 1922, pasa a manos de la compañía de ron Bacardí para crear otra destilería. Para 1927, esta sociedad decide lanzarse al mundo de la cerveza y crear Hatuey, con el nombre del cacique taíno que representa la rebeldía cubana.
En 1947, una Cervecería Modelo se ubicó en El Cotorro, en La Habana, para responder a la demanda de esta. El producto tenía grandes campañas publicitarias. En la década del 50, el noticiero estelar de la televisión era patrocinado por esta marca y el presentador, por aquel entonces, Manolo Ortega, aparecía tomando esta bebida y brindaba en una copa alta.
P.D: Si fuiste de la generación afortunada que las probó, déjanos saber tu experiencia.
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