Desde finales de enero entrena la preselección de Sancti Spíritus con miras a la 63 Serie Nacional, prevista para comenzar a inicios de marzo. La nómina encabezada por el campeón olímpico Frederich Cepeda y bajo la égida de Lázaro Martínez, tiene algunos regresos llamativos, entre ellos el del habanero Alexis Miguel Varona Núñez, quien estuvo con el conjunto en el torneo 61 y en el pasado, además de con Ganaderos en la primera versión de la Liga Élite.
Como publicamos aquí en su momento, el capitalino, tras un buen curso en 2023 en el que promedió .312, producto de 29 imparables (ocho dobles, un triple y tres vuelacercas como extrabases) en 93 turnos oficiales, además de 19 remolques, pidió la baja antes del arranque de la postemporada junto a su compañero Lázaro Viciedo.
En ese entonces, el infielder agradeció a Eriel Sánchez por haberle permitido llegar al equipo en la contienda precedente, pero comentó que no podía seguir con la escuadra por «problemas personales». Así, el futuro del pelotero en los campeonatos caía en un limbo de incertidumbre, pues, en la mayoría de las ocasiones, quienes solicitan la liberación normalmente salen del país o se alejan de forma definitiva de los certámenes domésticos.
Quizás algunos no recuerden que su llegada a Sancti Spíritus en 2022 se vio dilatada por un largo y tedioso proceso burocrático debido a su repatriación, que fue destrabado tras una denuncia en redes sociales. Pocos días después de haberse cerrado aquel tema, él y el jugador de Industriales, Andrés Hernández, fueron suspendidos durante varios partidos por la Comisión Nacional por violar «lo establecido en torno a las relaciones con medios no reconocidos por las autoridades del evento», según reflejó una circular de dicha entidad.
La vuelta de Alexis a los Gallos le ofrece profundidad y versatilidad dentro del cuadro a un elenco que el año pasado tuvo una muy buena actuación, toda vez que avanzó a los playoffs, donde cayó ante los Leones y finalizó sexto. Ello le aseguró un puesto en la II Liga Élite, donde concluyó en el quinto escaño.
En otro trabajo mencionamos que este jugador salió de Cuba en edad juvenil y estuvo durante más de 36 meses en República Dominicana tratando de obtener un acuerdo en el béisbol rentado fuera del país, propósito que no pudo materializar.
Sobre su experiencia en tierra quisqueyana, mientras perseguía el sueño de firmar contrato con un equipo extranjero, comentó a Escambray: “allá los emigrantes, más los peloteros, pasan mucho trabajo con el tema de la firma, las personas te dicen que hay un equipo y todo bien, pero entonces ellos piden dinero y más dinero y te tronchan, me jodieron el futuro, entonces regresé porque, joven como soy, quedarme allá sin hacer nada… vine para acá, muchos cubanos allá están abandonados”.
Durante su paso por las categorías inferiores, Varona formó parte de dos equipos Cuba. Participó en el Mundialito de Béisbol (categoría 11-12), desarrollado en septiembre de 2010, en Venezuela, y entre julio y agosto de 2013 intervino en el Campeonato Panamericano Sub-15, celebrado en la ciudad colombiana de Barranquilla, donde la escuadra patria terminó con balance de 5-3 y la medalla de plata, al caer 6-1 en la final contra Estados Unidos. En ese partido, él, como jardinero, conectó triple en la segunda entrada y luego anotó la única carrera de los dirigidos por el villaclareño Noel Guerra.
En el penúltimo encuentro de los antillanos, saldado con victoria frente a Colombia, él fue el mejor bateador del desafío, tras producir tres indiscutibles y un remolque. En ese equipo de la Isla estaban, entre otros, Luis Alberto Medina, Omar Estévez, Pedro León, Oscar Luis Martén, Yosver Zulueta, Johan Oviedo y Pablo Luis Guillén, todos residentes fuera del país.
En el primer Campeonato Nacional Sub-15, en 2013, finalizó como líder en jonrones, con seis, y además bateó .370, con 47 indiscutibles, cinco tubeyes, siete triples, 38 remolcadas y 34 anotadas.
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