Puedes escuchar el audio aquí 👇.
“Rey, mira, lo que está pasando es casi que una… que un crimen colectivo ¿qué quieres que te diga? Recuérdate que yo tengo como formación básica la carrera de biología…”
Así comienza el misterioso archivo de audio que en estos días ha estado dando vueltas por incontables chats y grupos de WhatsApp. Con la intención de saber su origen, estuvimos llamando a las oficinas de todos los detectives en la zona, pero nadie supo dar con la identidad del personaje que se escuchaba. Luego quisimos “tirarle por el bejuco” a Sherlock Holmes, pero como el minuto de llamada hasta Londres está más caro que el quintal de nasobuco en pie, terminamos desistiendo.
Para la mayoría, asustados por el coronavirus como si se tratara del mismísimo Darth Vader, las palabras de esa mujer sonaron, al inicio, alarmantes, pues hay que reconocer que sus argumentos, presentados con muchísima seguridad (ya de la solidez no podemos decir lo mismo), entraron por nuestros oídos como “Pedro por su casa”. Al fin y al cabo, con todo lo que se ha formado alrededor de la pandemia, cualquier montón de hierba seca sirve de combustible para alimentar el fuego del miedo que están sintiendo muchos.
Luego, pasada la euforia, muchos volvimos a oír su alegato y comenzamos a cuestionarnos cosas. Para empezar, si es cierto que esta científica, autocalificada como experta en el asunto y versada en temas peliagudos como la “ecología de las poblaciones”, uno supondría que, al menos, diga su nombre… vaya, para que todos supiéramos a qué atenernos.
Pero nada de nada. En todo caso, tenemos que conformarnos con saber de su amigo ¿Rey?, que lo mismo puede haber sido Reynaldo, Reymundo o el mismísimo Rey Felipe I de España.
Hubo unos cuantos “listos” que quisieron atreverse a adivinar la procedencia de la voz. Uno de los primeros aseguró que se trataba de una conocida actriz y presentadora de programas televisivos, un bulo que tuvo bastante aprobación. Sin evidencia alguna para sustentarlo, se quedó sólo en eso.
Otros, presumiendo de perspicaces, pensaron que era una doctora que había hablado desde el exterior del país, preocupada por la situación del coronavirus en la Isla. Hasta se pensó que una atrevida periodista estuviera detrás de semejante «jugada», una con la que intentó mover la opinión en torno al susodicho tema.
Un sector de la audiencia, incluso, pretendió apuntar hacia espías o agentes encubiertos (vaya usted a saber al servicio de cuál agencia), quienes habían difundido la breve exposición oral para tantear qué pensaba la población acerca del cierre —o no— de las fronteras nacionales de cara a la coyuntura (la nueva) producida por el virus con nombre de cerveza.
Especulaciones aparte, estas son las horas en que nadie tiene ni idea sobre el origen del compartido clip de audio. Ante tamaña duda, y como aquí en Cuba no sabemos quedarnos de brazos cruzados cuando ignoramos algo, nos dimos cuenta de que a la gente le dio por hacer sus propias versiones del asunto.
Varios graciosos, de esos que suelen tener muy poca paciencia y demasiada imaginación, se dieron a la tarea de difundir versiones ¿apócrifas? del producto primigenio. De ahí vinieron incendiarias alertas sobre gente que se estaba convirtiendo en murciélagos y serpientes al interior de las salas del IPK, así como otras que hablaban de formación en el campo de la “robótica” y la importancia de “Uniiirnooos”, en plan Voltus V, para enfrentar la amenaza del covid-19.
Sea por la razón que sea, hay que reconocer que algo tan simple como un archivo de 5 minutos y 23 segundos de duración puso a conversar a un montón de gente en Cuba. El punto ni siquiera es la veracidad que rodea al curioso de la “bióloga”, sino que cada vez más solemos “irnos con la de trapo” cuando escuchamos, leemos y vemos algo en internet.
En tiempo de “tormenta”, lo más recomendable es mantener la cabeza fría y no entrar en modo “pollo-guasapero-sin-cabeza”. Sí, el panorama pinta feo, pero siempre habrá algo más útil para hacer que prestarle atención a cualquier ruido que suene por ahí.
Usted, por si acaso, salga poco, lávese las manos y use un gel antibacterial que sea algo más que brillantina al 80%.
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