«Arcane», la joya que abrió una nueva etapa para el exitoso videojuego «League of Legends»

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Desde que fue lanzado al mercado en 2009, el universo de League of Legends (LoL) ha conseguido mantenerse entre los más populares dentro de los videojuegos conocidos como multijugador de arena de batalla en línea, o MOBA, siglas en inglés de este género.

Durante estos tres lustros, el título desarrollado por Riot Games, basado en el aclamado Defense of The Ancients (DoTA, por sus siglas en inglés) de Warcraft, fue ganándose su propio lugar y afianzando una identidad que lo ha llevado a ser considerado actualmente como uno de los deportes electrónicos o e-sports que más ingresos y público atrae en todo el planeta.

A partir la masiva recepción de LoL, Riot decidió difundir y ampliar el lore de la marca. Para ello editó una versión para móviles de su título principal, lanzó un juego de cartas coleccionables, se alió con Marvel para publicar varios cómics, e incluso creó las bandas virtuales True Damage, Pentakill y K/DA, mediante las cuales los Campeones (personajes jugables) difundieron temas de hip-hop, heavy metal y K-pop, respectivamente.

El salto definitivo en cuanto a diversificación y alcance de sus productos, llegó en 2021 cuando Netflix estrenó Arcane, serie animada que dio a conocer LoL, al menos en parte, a millones de personas que no tenían idea de lo que significaba este mundo.

La historia, repleta de elementos steampunk y mágicos, se desarrolla en dos ciudades vecinas del mundo nombrado como Runeterra. Allí tenemos a la desarrollada Piltover, en donde la tecnología permite a las personas una vida bastante decente; y del otro está Zaun, un sitio oscuro, opresivo y tóxico, en el cual la única aspiración de sus habitantes es sobrevivir un día tras otro con la esperanza de escapar en algún momento.

En la parte alta coexisten los inventores Jayce (Kevin Alejandro) y Viktor (Harry Lloyd), además de Caitlyn (Kaitie Leung), joven heredera de la casa Kiraman, quien desea destacar por sí misma, más allá de su importante apellido.

Mientras, en los bajos fondos, controlados por Silco (Jason Spisak), tenemos a Vi (Hailee Steinfeld) y Powder (Ella Purnell), dos chicas huérfanas que han sido criadas por Vander (J.B. Blanc). Ambas, junto a otro grupo de amigos, se dedican a realizar diferentes robos y otras fechorías menores.

Cuando varios sucesos encadenados cambian las vidas de los protagonistas, cada uno tomará un rumbo nuevo y acto seguido se nos presentará un salto temporal de varios años. En este nuevo contexto, las tensiones entre Zune y Piltover crecen por día y eventualmente se producirá una convergencia en la que los caminos de nuestros personajes se mezclarán inevitablemente.

Lo primero que nos llama la atención de esta propuesta es su espectacular estilo de animación, realizada esencialmente en 3D, pero con muchos matices del 2D que la enriquecen y convierten cada episodio en un espectáculo para la vista.

A la par de su atractiva estética, hay que destacar la realización y cinematografía que nos regalan los directores Pascal Charrue y Arnauld Delord. A pesar de la alternancia, ambos se las arreglan para desafiarnos constantemente con planos fijos y secuencias de persecución/pelea en las que tiran de los recursos propios del lenguaje comiquero y usan los tonos de neón para crear escenas capaces de robarnos el aliento.

Narrativamente, Arcane consigue estar a la altura de su grandiosa visualidad. A diferencias de otros shows en donde existe disparidad entre forma y contenido, aquí los guionistas Christian Linke y Alex Yee se las arreglan para desarrollar un relato de gran coherencia, en el cual el argumento central y las variadas subtramas son capaces de llenarnos el ojo y también de satisfacer nuestro intelecto, sin hacernos forzar la “memoria RAM” al extremo.

Los roles de la trama son la expresión máxima de cómo elevar un audiovisual hasta un nivel inmejorable. Cada uno de ellos tiene conflictos y áreas grises que les aportan las capas indispensables para conectar con sus motivaciones. La profundidad y detalle con que están escritos los caracteres, contrasta con una animación que permite ensalzar el trabajo del elenco de voces, al garantizar que sus alteregos en pantalla puedan expresar cada emoción con sumo detalle.

El reparto incluye, además de Steinfeld, Purnell y Leung como líderes absolutas, a Toks Olagundoye en el papel de Mel Medarda, además de Ellen Thomas como su madre, la regia y peligrosa Ambessa. Igualmente, destacan nombres como el de Shohreh Aghdashloo (Vigilante Grayson), Yuri Lowenthal (Mylo), Roger Craig Smith (Claggor), Moles Brown (Ekko), Amirah Vann (Sevika), Remy Hii (Marcus) y Mick Wingert (Heimerdinger).

Hasta la fecha, Arcane suma nueve Premios Annie, cuatro Primetime Emmys, un Golden Reel Award, y una nominación en la categoría de Cristal a la mejor producción para TV dentro del prestigioso Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy.

Para bien o para mal, el material acaba de terminar su recorrido luego de dos temporadas, de nueve episodios cada una. Perfecta para uno de esos fines de semana ociosos, esta serie abrió la puerta para que el universo de LoL siga ampliándose con productos similares. Tras su final, ya se especula que regiones como Jonia, Shurima o Demacia, entre otras llenas de sustancia, podrían aparecer en otros audiovisuales que aspirarían a repetir el éxito de Arcane.

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