Hace algunas horas, la actriz ha causado sensación con unas fotos que publicó en su perfil de Instagram (@amarilysnunezbarrios), donde se muestra con un elegante vestido negro y un escote muy pronunciado. Deben formar parte de la misma sesión estas y las que sacó a la luz en febrero pasado.
Ambos grupos de imágenes nos muestran a una mujer ataviada con una ropa oscura, labios rojos, pero también descubren a la actriz fuerte, seductora, consciente del poder de su sola presencia.
…no obstante, aquí no nos dedicaremos a analizar las instantáneas, ni mucho menos a deducir cómo o por qué, a sus 53 años (cumplidos en junio), Amarilys Núñez luce tan bien. Desde Cubalite hablaremos de la actriz, su trayectoria, sus inicios, principales papeles…
Al ser hija de la cantante de ópera, María Eugenia Barrios, quizás se pudiera pensar que seguiría los pasos de su madre, pero no ocurrió así. Su formación académica en el mundo del arte comenzó por el ballet, donde tuvo como compañera de clase a Lizt Alfonso.
Habanera, se crio en el barrio de La Víbora y se levantaba muy temprano para ir a estudiar a La Habana Vieja. En la escuela de ballet recibió una preparación integral, con clases de idiomas, música, instrumentos, historia universal.
Paralelo a esto, con ocho años de edad comenzó en la telvisión, en los cuentos del programa Amigo y sus amiguitos. Luego tuvo que escoger entre sus dos pasiones. Ciertamente, en el ballet se lo pusieron difícil: por su cuerpo con curvas no le permitieron continuar.
Luego pasó al Instituto Superior de Arte, donde estuvo desde 1990 hasta 1995, en una generación de la que salieron Blanca Rosa Blanco y Gretel Trujillo, entre otras. Su profesor de teatro fue Vicente Revuelta y sobre las tablas tuvo mucha participación. Siente predilección por este medio. Ha dicho que es donde mejor se siente. Ahí, según ha contado, ha interpretado sus mejores personajes. Con Teatro de la Luna presenció y fue protagonista en los éxitos que supusieron La boda, Delirio habanero y muchas más piezas.
La telenovela Tierra Brava (1997) trajo su primera aparición en la pequeña pantalla. El también actor, René de la Cruz (hijo), le avisó del casting, pero no tuvo que pasarlo: le dieron los guiones y le dijeron que en la tarde empezaban a grabar.
En lo adelante vendrían otras: El eco de las piedras (1998), con el personaje de Fe María Santa Cruz, una jovencita de familia adinerada que se enamoraba del mulato esclavo, Juan Tomás (Vladimir Villar), y Violetas de agua, en la que compartió con la actriz Dianelys Brito. También la vimos en Destino prohibido (2000) y Al compás del son (2005); en esta última daba vida a Chela, secretaria y amante del senador Armenteros. En ¡Oh! La Habana (2007) condujo el papel de Adelfa, mientras que en Añorado encuentro (2010) fue Lucy.
En 2014 salió de su país natal. Un año antes se había enamorado de una persona que vivía en Estados Unidos y decidió marcharse persiguiendo el amor. Viajó con su hijo, pero atrás quedaron la familia, los amigos. “Dejé toda mi vida en Cuba”, contó en el programa Somos Miami TV.
Pese a lo anterior, ha mantenido su vínculo con la actuación en la isla. Conciencia (2018) fue uno de los últimos trabajos que ha hecho en la etapa más reciente. Allí, Rudy Mora le dio la oportunidad de convertirse en científica. La película ¿Por qué lloran mis amigas? (2018), dirigida por Magda González Grau, fue otra de las producciones que la trajo de vuelta a casa. En ella compartió escenas con Luisa María Jiménez, Edith Massola y Yazmín Gómez.
En Miami ha trabajado en el mundillo de la televisión, pero detrás de cámaras, en la parrilla de programación de CubaMax TV, canal que ofrece propuestas cubanas en Estados Unidos. Ha recibido ofertas de trabajo como actriz, aunque no ha ejercido.
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